Usted puede ser ¡®agente antibulos ¡¯
18 ciudades europeas desarrollan un programa para combatir prejuicios racistas El eje son los agentes antirrumores: mil t¨¦cnicos que luchan contra la desinformaci¨®n en empresas y entidades sociales o deportivas
Los inmigrantes abusan de los servicios sociales. La frase no tiene ning¨²n soporte documental, pero est¨¢ en la calle. En Getxo (Bizkaia) la han escuchado el 96,6% de los vecinos. La realidad, sin embargo, es muy distinta: de las 1.754 personas que percib¨ªan la renta b¨¢sica en la localidad cuando se elabor¨® la encuesta, apenas un tercio (592) eran extranjeros.
Pero los datos no son suficientes para erradicar prejuicios muy arraigados en la sociedad, y las ciudades buscan otras soluciones. La campa?a antirumores, que naci¨® en Barcelona en 2010 para combatir la xenofobia de baja intensidad, ha desembarcado ya en seis ciudades espa?olas y en otras 12 de toda Europa, donde el populismo racista ha anidado estos a?os a caballo de la crisis.
Todo surgi¨® de una encuesta que dej¨® pasmados a sus organizadores: una muestra de 3.000 barceloneses arroj¨® la conclusi¨®n de que la principal barrera contra la convivencia entre nativos y extranjeros se sustentaba "sobre factores subjetivos, prejuicios y estereotipos". Y estudios realizados en 18 ciudades europeas determinan que la repetici¨®n de prejuicios se da por igual en urbes con un 1% de poblaci¨®n extranjera que cuando esta llega al 30%. As¨ª, la estrategia antirumores se ha vuelto global. Sus talleres han formado a m¨¢s de 1.000 agentes desplegados por colectivos y empresas.
Getxo (junto a Bilbao, Fuenlabrada, Sabadell, Tenerife y Barcelona) es una de las localidades espa?olas en las que funciona el programa, y Pepe Romo, uno de los que intenta combatir esa bola de nieve. Formado en la primera generaci¨®n de agentes antirumores del municipio vizca¨ªno por profesores y t¨¦cnicos de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, forma parte de la veintena de personas que trabajan dentro del programa.
¡°El primer objetivo no es convencer a nadie sino sembrar la duda en personas con pensamientos aparentemente f¨¦rreos", explica. "A partir de ah¨ª todo es m¨¢s f¨¢cil. Los prejuicios no se combaten con estad¨ªsticas, sino desde la sensibilidad". La red de agentes antirumores de Getxo dice haber tratado con 12.000 personas solo en 2013. Y el programa lo conoce all¨ª casi un tercio de la poblaci¨®n (79.544 habitantes en 2014, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica).
Antirumores Global forma a sus t¨¦cnicos en la idea de que las estad¨ªsticas y los datos, por aplastantes que sean, no son suficientes para atajar un prejuicio.Que hace falta m¨¢s psicolog¨ªa y paciencia que superioridad moral. Y que no bastan las vallas publicitarias ni las campa?as institucionales que duran seis meses. Se persigue una acci¨®n sostenida en el tiempo que no busca involucrar solo a las ONG de siempre, por lo general ya sensibilizadas. Se pretende calar en el d¨ªa a d¨ªa de la ciudad, en las instituciones, los medios de comunicaci¨®n, y entrar en las viviendas de boca en boca.
En el edificio de Siemens, en Erlangen (al sur de Alemania) dos hombres suben en ascensor. Y uno de ellos saca el tema de los refugiados sirios o del este que acaparan las viviendas p¨²blicas. El otro intenta responder. ¡°No le puedes mandar por ah¨ª o insultar, ni tacharlo de racista, pero s¨ª dejar claro que no est¨¢s de acuerdo, sin provocar rechazo. Sirve una iron¨ªa o una experiencia personal positiva con extranjeros. La clave es mantener el buen rollo para poder volver a hablar con ¨¦l e introducir la duda", manda el manual antirumores.
La simulaci¨®n es parte de un taller antiracismo que se celebra en la sede de la multinacional, donde trabajan 23.000 personas, la cuarta parte de los habitantes de la ciudad. La campa?a ha involucrado a todos en el gigante tecnol¨®gico, desde la c¨²pula a la base. Dos solicitantes de asilo han sido incluidos en un programa laboral para normalizar la convivencia y, puertas adentro, los llamados agentes antirumores intentan combatir los bulos previamente detectados entre la plantilla. El objetivo es cambiar el clima de opini¨®n en una empresa que da de comer a la mitad del municipio.
En Sabadell, el rapero Pau Llonch, del grupo At Versaris, echa una mano con las rimas a los alumnos del instituto Arraona, dentro de la acci¨®n Cambia el punto de vista, que apunt¨® a m¨¢s de 1.000 j¨®venes. El videoclip grabado por una veintena de adolescentes ya se ha hecho viral. Cantan contra el racismo y el odio a lo diferente desde un municipio en el que el 93% de la poblaci¨®n hab¨ªa escuchado en 2013 que los extranjeros abusan de las ayudas sociales.
Los prejuicios no acaban ah¨ª: el 72% hab¨ªa estado presente en conversaciones sobre el impacto negativo de los extranjeros en el mercado laboral. M¨¢s de la mitad de sus habitantes hab¨ªan o¨ªdo rumores parecidos sobre la excesiva presencia de alumnos de fuera en las aulas, la falta de inter¨¦s por integrarse de los inmigrantes y su utilizaci¨®n inadecuada de los espacios p¨²blicos.
A la hora de los estribillos, los chavales gritan "Sabadell Antifascista". El rap lo han visto ya 28.000 internautas y complementa la estrategia antirumores en el municipio catal¨¢n. El programa, apadrinado por la Open Society Fundation (del fil¨¢ntropo millonario George Soros) y La Caixa ha sido incluido en el cat¨¢logo de buenas pr¨¢cticas del Consejo de Europa.
Daniel de Torres, el padre de la idea, explica c¨®mo aborda ¨¦l la charla del ascensor: ¡°Suelo recurrir a Wei Ning, una trabajadora china estupenda que atiende el mostrador de mi banco en el barrio del Eixample (Barcelona). Mientras el otro alude a cosas que no le han pasado, yo recurro a una experiencia real, con una persona de carne y hueso¡±.
¡°La respuesta a los bulos no puede ser desde la superioridad moral, primero porque todos tenemos prejuicios, segundo, por es contraproducente. Nadie que se sienta acusado por un comentario sobre la sanidad va a entrar a un di¨¢logo abierto¡±, asegura Gemma Pinyol, que pas¨® un a?o en Estrasburgo preparando el desembarco del proyecto en Europa.
En Lubling (Polonia) uno de los ejercicios escenifica una comida familiar donde surge una ri?a cl¨¢sica sobre la inmigraci¨®n. El debate se para en cada razonamiento para que los t¨¦cnicos recomienden argumentos en la discusi¨®n. Los asesores piden al futuro agente antirumor que atienda a los argumentos del otro sin entrar en disputas ni descalificaciones, que empatice y escuche, antes de intentar sembrar la duda. Del ¡°no soy racista pero...¡± que todos hemos escuchado alguna vez, las campa?as antirumores atacan lo que sigue al ¡°pero¡±. No persiguen a colectivos declarados xen¨®fobos, sino un miedo muy extendido a lo diferente que habita entre nosotros.
La reproducci¨®n de situaciones reales, los llamados ejercicios de role playing, ya sea la comida familiar o el ascensor, sirven para dar herramientas a los agentes y llegaron el a?o pasado pasado a Limerick (Irlanda) para combatir el estigma que arrastra la ciudad sobre la droga y los camellos. A una c¨¢rcel de Patras, en Grecia. A escuelas infantiles de Lisboa.? Y a otras nueve ciudades europeas, que seg¨²n registran los estudios van constatando avances paulatinos.
El programa midi¨® la implantaci¨®n de tres estereotipos, siempre asociados a los inmigrantes, antes y despu¨¦s de las campa?as antirumores. Los resultados, que se van a divulgar en unas jornadas el pr¨®ximo junio en Bruselas, no constatan milagros pero s¨ª logros significativos. Si en la encuesta del a?o pasado el 20% de los consultados dec¨ªa estar en desacuerdo con que el ¨ªndice de criminalidad aumenta al mismo ritmo que la presencia de inmigrantes, esta primavera ya hay un 30% de personas que rechazan establecer esa relaci¨®n directa.Tambi¨¦n se ha reducido en diez puntos (del 40% al 30%) los que creen que los inmigrantes quitan puestos de trabajo a la comunidad nacional, tras el trabajo de campo realizado por los agentes antirumores. Y los encuestados que ahora sostienen que los inmigrantes monopolizan las ayudas sociales son el 24%, frente al 31% del sondeo de septiembre.
La evaluaci¨®n de la campa?a revela adem¨¢s que la aplicaci¨®n de la estrategia propici¨® que los temas de inmigraci¨®n, integraci¨®n y el enfoque antirumor se hicieron? hueco en el discurso p¨²blico de los l¨ªderes pol¨ªticos de esas trece ciudades europeas.
Es otra de las razones de ser del proyecto. En Getxo, adem¨¢s de asumirlo el Gobierno municipal, todos los partidos firmaron una declaraci¨®n para adherirse: desde el PP a Bildu, pasando por el PSOE y el PNV. ¡°Cuando las autoridades avalan el programa, despu¨¦s de cuidan m¨¢s de replicar determinados argumentos¡±, defiende Ekain Larrinaga, coordinador de Antirumores en Getxo, que cuenta como Fuenlabrada y Sabadell con financiaci¨®n municipal.
El pr¨®ximo mes la red desembarcar¨¢ en otras cinco ciudades espa?olas, que se est¨¢n seleccionando. Y la estrategia ya ha sido asumida por la Junta de Andaluc¨ªa. "Es fascinante, te das cuenta de que las ciudades est¨¢n demandando una l¨ªnea argumental para afrontar la convivencia y plantear la diversidad de manera real", subraya Pinyol, la coordinadora del proyecto europeo.
Seg¨²n explica De Torres, "ese racismo de baja intensidad presente en muchas casas, muy cerca de nosotros" hay que paliarlo "no solo por las consecuencias que tiene sobre las v¨ªctimas sino sobre la sociedad misma, por lo que pierde de cohesi¨®n y de convivencia¡±. Ese medio minuto de ascensor puede servir al menos para sembrar la duda.
Loros en Getxo, paraguas en Bilbao, p¨ªldoras en Tenerife
En el ¨²ltimo carnaval de Patras (Grecia) desfilaron junto a las carrozas la mascota de la campa?a antirumores de Getxo, un loro gigante de colores (que repite sin pensar lo que escucha), junto a decenas de paraguas de Bilbao, de la campa?a "para que no te cale el rumor".
La programaci¨®n continua de las redes antirumores impulsan acciones muy llamativas para colarse en los medios y las redes sociales. Antirumores Tenerife, una de las organizaciones m¨¢s activas, que recibe apoyo del cabildo insular, sac¨® nada m¨¢s nacer en 2013 a las plazas la ruleta de la fortuna con frases que en realidad eran estereotipos muy arraigados entra la poblaci¨®n.
En 2014, viendo que el 76,7% de los isle?os hab¨ªa o¨ªdo criticar el mal uso que los extranjeros hacen del sistema sanitario, programaron la campa?a "Vac¨²nate contra el rumor", en el hospital universitario. Se repartieron miles de p¨ªldoras de colores que en realidad eran golosinas. Se sensibiliz¨® a m¨¦dicos, enfermeras para hacer frente a argumentos que tantas veces hab¨ªan escuchado, y la estrategia logr¨® colarse en la agenda de periodistas y pol¨ªticos. Tal y como recoge
A ra¨ªz del asesinato de Jimmy, el ultra del Deportivo de La Coru?a, arrojado por aficionados radicales del Atl¨¦tico de Madrid al r¨ªo Manzanares el pasado diciembre, este colectivo impuls¨® una acci¨®n con los hinchas del Club Deportivo Tenerife desde la cantera. "Hicimos un diagn¨®stico preliminar sobre por qu¨¦ suceden ciertos comportamientos racistas en el mundo del f¨²tbol y hemos planteado una serie de objetivos. Nunca se ha hecho nada parecido, trabajamos en el f¨²tbol base de la isla, desde el ¨¢mbito de las familias, los aficionados. Queremos vincular al club. Creemos m¨¢s en la influencia de una persona bien formada, que en una valla colocada en una autopista", asegura Vicente Zapata, responsable del proyecto en la isla.
En el deporte se apoy¨® tambi¨¦n el Ayuntamiento de Fuenlabrada, para contrarrestar la idea -asumida por el 90% de sus convecinos- sobre el impacto negativo de los inmigrantes en el mercado de trabajo. Los t¨¦cnicos municipales dise?aron una jornada monogr¨¢fica durante un partido del Club Baloncesto Fuenlabrada, donde adem¨¢s de entregar merchandising con datos para desmontar los bulos (el primero, tambi¨¦n all¨ª, que los inmigrantes monopolizan las subvenciones p¨²blicas), explicaron a la afici¨®n el origen de algunas de sus estrellas, llegadas de Nigeria o Senegal.
En Bilbao, una aplicaci¨®n para m¨®viles lanza preguntas sobre estereotipos, que tambi¨¦n se entregaron por la calle en formato "rasca" para los vecinos m¨¢s anal¨®gicos.
El plan, que seg¨²n sus promotores cambia y crece en cada ciudad nueva a la que llega,? parte siempre del mismo objetivo: combatir el temor a lo diferente y el racismo de baja intensidad, que tanto surge en el ascensor o en cualquier comida familiar.
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