El discurso del apocalipsis se quiebra en Navarra
El discurso del desembarco de ETA con Bildu en la comunidad no le ha servido a Barcina
La pasada semana, la presidenta en funciones de Navarra, Yolanda Barcina, de Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN), solt¨® en Televisi¨®n Espa?ola que los resultados del 24-M pod¨ªan generar un clima similar al que propici¨® la Alemania de Hitler y que tem¨ªa que, con la irrupci¨®n de EH-Bildu en la alcald¨ªa de Pamplona, entrara en Navarra la alternativa KAS, la independencia y el final de la comunidad foral. Barcina recurri¨® al argumentario apocal¨ªptico porque le funcion¨® en el pasado.
Con el recurso de que se iba a cumplir la ¡°hoja de ruta¡± de ETA, en alusi¨®n a la presencia de EH-Bildu en el Parlamento navarro, Barcina pudo gobernar en 2011 con el auxilio del PSN. Y el a?o pasado, gobernando en minor¨ªa (tras echar al PSN), con dos presupuestos prorrogados, grave deterioro del Estado de bienestar y esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, logr¨® impedir una moci¨®n de censura con el espantajo, otra vez, de la ¡°hoja de ruta¡± de ETA. El PSN se repleg¨® para evitar al PSOE una campa?a pol¨ªtica y medi¨¢tica en v¨ªsperas de las elecciones europeas.
Pero a la tercera va a ser la vencida. El PSN, tras los resultados de las elecciones del 24-N, ya no podr¨ªa salvar a UPN aunque quisiera. Ambos, m¨¢s el PP, muy precario, no consiguen la mayor¨ªa de 26 esca?os para gobernar Navarra ni tampoco Pamplona. De tal modo que el sucesor de Barcina, Ram¨®n Esparza, ni ha intentado formar Gobierno.
La segunda fuerza, Geroa Bai ¡ªun partido vasquista y progresista¡ª, alcanza la mayor¨ªa de 26 con Podemos, EH-Bildu e Izquierda-Ezkerra. Lo mismo que EH-Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona. La exdiputada Uxue Barkos, de Geroa Bai, est¨¢ concertando un Gobierno para Navarra, cuya prioridad es la regeneraci¨®n pol¨ªtica, el empleo y la recuperaci¨®n del Estado de bienestar en una comunidad muy desigual, con una Ribera con paro superior a la media espa?ola.
Tampoco Geroa Bai, EH-Bildu y Podemos se plantean activar la Transitoria Cuarta de la Constituci¨®n, el refer¨¦ndum sobre la uni¨®n con Euskadi. En este terreno proponen una pol¨ªtica de convenios con la comunidad vasca, igual que con otras lim¨ªtrofes, como La Rioja. Barkos pretende que el PSN, hostil a EH-Bildu, participe en el Gobierno, aunque no sea imprescindible.
Respecto a que EH-Bildu logre la alcald¨ªa de Pamplona, como segunda fuerza tras UPN, m¨¢s all¨¢ del bal¨®n de ox¨ªgeno que le supone tras la p¨¦rdida de San Sebasti¨¢n, tampoco ya es novedad. Ha gobernado cuatro a?os la capital gipuzkoana y el 24-M fue desalojada con normalidad por los donostiarras al suspender su gesti¨®n. El discurso apocal¨ªptico se quiebra a¨²n m¨¢s cuando se conoce que EH-Bildu se ha comprometido en el Ayuntamiento de Pamplona a ¡°apoyar inequ¨ªvocamente las iniciativas que se presenten de condena del terrorismo¡±, exigidas por Geroa Bai y Podemos. La normalidad es mayor de lo que aparenta.
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