El Supremo quita la sanci¨®n a un guardia por presidir una ONG
La Sala de lo Militar recuerda que los miembros del instituto armado pueden asociarse sin restricciones si no es con fines profesionales


El Tribunal Supremo ha amparado a un cabo de la Guardia Civil que fue sancionado por sus superiores con seis meses y un d¨ªa de suspensi¨®n de empleo y la p¨¦rdida de destino por presidir una asociaci¨®n antidroga en Chipiona (C¨¢diz). El guardia fue considerado autor de una falta muy grave consistente en ¡°desarrollar cualquier actividad que vulnere las normas sobre incompatibilidades¡± de miembros del instituto armado. La Sala de lo Militar del Supremo ha dejado sin efecto la sanci¨®n y ha ordenado que sea borrada de la hoja de servicios del cabo.
El tribunal recuerda que, ¡°en lo que no comporte asociacionismo profesional¡±, los miembros de la Guardia Civil ¡°tienen derecho a asociarse libremente sin que se les puedan imponer restricciones o cortapisas para el ejercicio de ese derecho fundamental ¨Ccomo en este caso el ejercicio del cargo de presidente- no previstas expresamente por la ley¡±. La Sala de lo Militar entiende que la labor del cabo primero Miguel ?ngel S¨¢nchez Chica al frente de la Asociaci¨®n Mandr¨¢gora contra la drogadicci¨®n ¡°solo pl¨¢cemes [alabanzas] puede merecer¡±. El guardia civil puso su domicilio como sede social de la asociaci¨®n, pag¨® de su bolsillo un apartado de correos y logr¨® que La Caixa donara un ordenador port¨¢til a la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro.
El cabo S¨¢nchez Chica, de baja para el servicio desde noviembre de 2008, solicit¨® en julio de 2010 la compatibilidad para ejercer el cargo de presidente de la Asociaci¨®n Mandr¨¢gora. Esta le fue denegada el 3 de diciembre de ese a?o por el Ministerio del Interior. El guardia recurri¨® esta decisi¨®n ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y pidi¨® la suspensi¨®n cautelar de la misma mientras se resolv¨ªa el recurso. El tribunal madrile?o neg¨® esta suspensi¨®n el 25 de marzo de 2011, y se la notific¨® al cabo S¨¢nchez Chica el 16 de abril de ese a?o. Antes de recibir este rev¨¦s judicial, el guardia hab¨ªa abandonado el cargo de presidente de la organizaci¨®n contra la droga.
Fue el capit¨¢n del puesto de Chipiona el que el 1 de marzo de 2011, antes de que se notificara la negativa de la suspensi¨®n cautelar, comunic¨® al coronel jefe de la Comandancia de C¨¢diz que el cabo S¨¢nchez Chica ejerc¨ªa de presidente de la Asociaci¨®n Mandr¨¢gora. En enero de 2012, el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fern¨¢ndez de Mesa, le impuso la sanci¨®n por falta muy grave y le suspendi¨® de empleo y sueldo. Esta sanci¨®n fue confirmada por v¨ªa administrativa por el ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s y por v¨ªa judicial por el Tribunal Militar Central en septiembre de 2014.
La Sala de lo Militar del Supremo ha revocado la sentencia de este tribunal. En su fallo, que cuenta con el voto particular de dos de los cinco magistrados de la sala, el Supremo considera que ejercer el cargo de presidente de una asociaci¨®n ben¨¦fica de prevenci¨®n del consumo de droga ¡°no comporta la infracci¨®n de la normativa sobre incompatibilidades¡± de la Guardia Civil. Los miembros del instituto armado no pueden ejercer una actividad privada remunerada y tampoco pueden tener un segundo puesto de trabajo en el sector p¨²blico.
La Asociaci¨®n Unificada de la Guardia Civil, cuyos servicios jur¨ªdicos han llevado el caso del cabo S¨¢nchez Chica, considera que ¡°la actitud de la Administraci¨®n ha vuelto a dejar en evidencia, una vez m¨¢s, la herramienta represora que supone el mantenimiento del car¨¢cter militar de la Guardia Civil, que priva a los trabajadores del Cuerpo de sus derechos b¨¢sicos como ciudadanos (¡) Unos derechos que, adem¨¢s, en este caso se hab¨ªan ejercido con fines altruistas. Por fortuna, la justicia en este caso ha venido a poner las cosas en su sitio¡±.
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