Del encanto a la desilusi¨®n
El papel de sus ¨²ltimos l¨ªderes en la UE, la gesti¨®n de la crisis econ¨®mica han esparcido por Espa?a la semilla del desencanto
La solidaridad econ¨®mica de Europa con Espa?a ha sido una de las mayores, si no la mayor, registrada en Occidente. Y los efectos pol¨ªticos y sociales de la pertenencia al club, los m¨¢s positivos para la joven democracia. Por eso, los espa?oles han sido los m¨¢s eur¨®filos del continente. Sin embargo, el papel de sus ¨²ltimos l¨ªderes en la UE, la gesti¨®n de la crisis econ¨®mica y la deriva del propio club han esparcido por la pen¨ªnsula la semilla del desencanto.
El man¨¢ de los fondos europeos en las dos primeras d¨¦cadas llegaba casi al 1% anual del PIB, lo que supon¨ªa la creaci¨®n de 300.000 empleos al a?o
Solo en los tres a?os posteriores a su incorporaci¨®n a la entonces Comunidad Europea, Espa?a multiplic¨® su PIB por 2,3. Y la renta per capita pas¨® de 4.300 a 9.300 d¨®lares. El man¨¢ de los fondos europeos en las dos primeras d¨¦cadas llegaba casi al 1% anual del PIB, lo que supon¨ªa la creaci¨®n de 300.000 empleos al a?o. Espa?a construy¨® sus autov¨ªas, sus autopistas o el AVE con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Y con los de cohesi¨®n pudieron subsistir Andaluc¨ªa o Extremadura.
Eran los a?os en que Felipe Gonz¨¢lez pisaba fuerte en Bruselas. Cuando con el alem¨¢n Helmut Kohl y el franc¨¦s Fran?ois Mitterrand pusieron en marcha los avances m¨¢s espectaculares de la Uni¨®n. Como la moneda ¨²nica, el mayor logro pol¨ªtico de la UE, que fue bautizada con el nombre de euro en Madrid el 15 de diciembre de 1995.
La llegada de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar transmiti¨® las primeras dudas a la ciudadan¨ªa. Se enfrent¨® en 1999 al canciller Gerhard Schr?der ¡ª¡°yo me fumo un puro¡±, le espet¨®¡ª al negociar el reparto de los fondos y en 2003 dividi¨® a Europa al capitanear el grupo de pa¨ªses favorables a la guerra de Irak. Pero a Aznar siempre se le ha reconocido que pesaba en Bruselas, influ¨ªa, se hac¨ªa notar. No ha sido el caso ni de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ni de Mariano Rajoy. ¡°A las cumbres no se puede ir de turista¡±, dice de ambos un dirigente que ha presenciado sus actuaciones en la capital comunitaria.
En Espa?a no ha nacido un partido eur¨®fobo. Una excepci¨®n en Europa. Las bases son todav¨ªa s¨®lidas
Con el pa¨ªs al borde del rescate, materializado en el terreno bancario, y con las exigencias del club a los m¨¢s golpeados por la crisis, esa escasa presencia espa?ola en la mesa de Bruselas ha sido determinante para que la confianza de los espa?oles en la UE descendiera a la mitad en 15 a?os. Mientras, a la crisis econ¨®mica se suma la mayor desuni¨®n y la menor solidaridad vividas entre los socios.
Por todo ello, partidos como Podemos han aireado por vez primera dur¨ªsimas cr¨ªticas a la Uni¨®n y su a¨²n poco democr¨¢tico Gobierno. Sin embargo, en Espa?a no ha nacido un partido euroesc¨¦ptico o eur¨®fobo. Una excepci¨®n en Europa. Las bases son todav¨ªa s¨®lidas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.