El PP se desangra en las urnas tras un calvario judicial de seis a?os
El partido de Rajoy pasa de la euforia de 2011 a la depresi¨®n de 2015 tras sufrir serias derrotas en los tribunales y fracasos sonados en las tres ¨²ltimas elecciones
El PP se ha despe?ado en las urnas algunos a?os despu¨¦s de que comenzara su descalabro en los juzgados. Ha pasado de atesorar un poder institucional casi absoluto (noviembre de 2011) a perder el gobierno de decenas de grandes ciudades y de siete de las 11 autonom¨ªas donde mandaba con mayor¨ªa absoluta (junio de 2015). El PP ha recorrido en apenas cuatro a?os el camino que va de la euforia a la depresi¨®n; de la confianza absoluta en sus l¨ªderes a la desconfianza general.?
El estallido en febrero de 2009 del caso G¨¹rtel, la m¨¢s extensa trama de corrupci¨®n conocida en la reciente etapa democr¨¢tica, ha puesto fuera de juego a decenas de dirigentes y cargos p¨²blicos del PP. Los indicios delictivos destapados por la investigaci¨®n judicial acabaron con la carrera pol¨ªtica de un presidente auton¨®mico, dos parlamentarios nacionales, varios consejeros regionales, directores generales, alcaldes y concejales.
La marca de la formaci¨®n conservadora ha sufrido durante este tiempo el mayor deterioro de sus 25 a?os de historia. Lo que Mariano Rajoy denomin¨® hace seis a?os una "trama contra el PP" ha resultado ser un red de corrupci¨®n que coloniz¨® el PP, seg¨²n los jueces que han investigado los hechos y procesado a los supuestos culpables.
Rajoy (febrero 2009): "No hemos recibido ni un euro de G¨¹rtel"
Unos d¨ªas despu¨¦s de que el juez Baltasar Garz¨®n ordenara detenciones y registros en relaci¨®n con la trama corrupta G¨¹rtel, vinculada al Partido Popular, Mariano Rajoy convoc¨® a su comit¨¦ ejecutivo y compareci¨® ante los periodistas para hacer una declaraci¨®n de inocencia que la investigaci¨®n judicial pone en duda.
Arropado por los principales dirigentes del partido, Rajoy se defendi¨® as¨ª: "El Partido Popular nada tiene que ver con las actuaciones ilegales de los detenidos si las hubiere. Quiero afirmar, y el comit¨¦ ejecutivo tambi¨¦n, la honorabilidad de nuestro partido. Y si alg¨²n militante del partido hubiera hecho algo reprochable quiero decirles a ustedes que actuaremos? con toda la contundencia, y as¨ª le he dado instrucciones al presidente del comit¨¦ nacional de derechos y de garant¨ªas. Y haremos todo lo que est¨¦ en nuestras manos para que nadie manche el nombre de nuestro partido. Esto no es una trama del PP como algunos pretenden. Esto es una trama contra el Partido Popular que es una cosa muy distinta. Ni yo, ni el comit¨¦ ejecutivo que presido, de ninguna de las maneras va a aceptar que se juegue con el honor? de millones y millones de espa?oles. Todas las contrataciones de esta casa se han hecho en el marco de la legalidad, todas, sin excepci¨®n, figuran en el tribunal de cuentas y de ninguna hemos recibido beneficio alguno y quiero dejar claro tambi¨¦n que este partido no ha recibido ni un solo euro de las personas implicadas en el asunto que nos ocupa".
Los autos de apertura de juicio oral del caso G¨¹rtel (primera fase) y del caso B¨¢rcenas (caja b del PP) contradicen a Rajoy. El PP, seg¨²n la exposici¨®n de hechos que firman dos jueces distintos (Pablo Ruz y Jos¨¦ de la Mata), est¨¢ implicado en la causa como beneficiario a t¨ªtulo lucrativo de los regalos de la red corrupta de servicios gratuitos para la organizaci¨®n de m¨ªtines en distintos municipios. Adem¨¢s, la contrataci¨®n de las obras de reforma de la sede nacional del PP se hizo de manera irregular, pagando una parte importante de los trabajos por 1,7 millones de euros procedentes de la caja b y no declarados al fisco.
Las empresas de Francisco Correa comenzaron organizando los viajes de dirigentes del PP, siguieron encarg¨¢ndose de todos los m¨ªtines de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y acabaron recibiendo cientos de contratos ama?ados por decenas de millones de euros de administraciones gobernadas por el PP. Este lucrativo negocio, que Correa alimentaba con regalos y comisiones ilegales para los cargos populares, permiti¨® tambi¨¦n a la trama corrupta intermediar en operaciones urban¨ªsticas con plusval¨ªas millonarias en ayuntamientos donde mandaba el PP.
La c¨²pula del PP, con Federico Trillo de ariete, quiso convertir el esc¨¢ndalo en un caso de corrupci¨®n judicial y atac¨® la instrucci¨®n de Baltasar Garz¨®n, que acab¨® expulsado de la carrera tras ser condenado en el Supremo por prevaricaci¨®n al grabar conversaciones en la c¨¢rcel de los abogados con los cabecillas de la red corrupta.Pero el proceso avanz¨® en los juzgados con otros instructores y acab¨® siendo uno de los casos m¨¢s graves de corrupci¨®n pol¨ªtica e institucional conocido en Espa?a.
El esc¨¢ndalo estall¨® en febrero de 2009. Durante los dos a?os siguientes, el PP sufri¨® el incesante goteo de resoluciones judiciales que pusieron bajo sospecha a varios gobiernos auton¨®micos, a una decena de grandes ayuntamientos y al coraz¨®n financiero del propio partido. Luis B¨¢rcenas, tesorero nacional del PP nombrado por Rajoy en 2008, fue imputado cuatro meses despu¨¦s de que estallara el esc¨¢ndalo, Dos ex tesoreros m¨¢s, ?lvaro Lapuerta y ?ngel Sanchis, tambi¨¦n est¨¢n imputados y amenazados de c¨¢rcel.
Pese al desgaste en los juzgados, el PP y Rajoy lograron en 2011 -elecciones municipales y auton¨®micas en mayo; elecciones generales en noviembre- el mayor ¨¦xito electoral de su historia. Gobernaba en 11 autonom¨ªas con mayor¨ªa absoluta y en m¨¢s de 3.000 ayuntamientos. Rajoy consigui¨®, al tercer intento, una victoria apabullante que le convert¨ªa en presidente del Gobierno con una mayor¨ªa absoluta clara en el Congreso de los Diputados. Una situaci¨®n pol¨ªtica perfecto para gestionar un pa¨ªs al borde de la quiebra.
Las corruptelas que investigaban los juzgados y las decenas de imputados del PP por esta causa apenas hab¨ªan tenido consecuencias en las urnas. El caso m¨¢s emblem¨¢tico del escaso efecto de la corrupci¨®n sobre los votantes fue la Comunidad Valenciana. Con el entonces presidente y candidato Francisco Camps a las puertas del banquillo de los acusados, el PP gan¨® las elecciones en esa comunidad por mayor¨ªa absoluta. S¨®lo unos meses despu¨¦s, Camps dimiti¨® para ser juzgado por cohecho. Un jurado le consider¨® "no culpable" por cinco votos a cuatro. Era la primera gran v¨ªctima pol¨ªtica de un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que no hab¨ªa conseguido da?ar al PP en las urnas.
La gesti¨®n de la crisis econ¨®mica que aplast¨® al PSOE en las elecciones generales de 2011 hab¨ªa llevado en volandas a Mariano Rajoy y a su partido, pese a que ya andaba empantanado en diversas causas judiciales por grave corrupci¨®n abiertas en la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo y los tribunales superiores de justicia de Madrid, Valencia y Castilla y Le¨®n.
Los dos primeros a?os de Gobierno de Mariano Rajoy fueron especialmente dolorosos. Los recortes sociales para reducir el d¨¦ficit y las reformas legales para abaratar el despido o aumentar los impuestos desencadenaron numerosas protestas en la calle. El malestar ciudadano, incluso entre los votantes del PP, creci¨® sin parar en ese tiempo. Cuando Rajoy comenzaba a respirar aliviado y la crisis parec¨ªa haber tocado fondo, la instrucci¨®n de las causas abiertas en los juzgados por la corrupci¨®n del PP volvieron a golpear la imagen del partido y el prestigio de sus l¨ªderes.
El juez Pablo Ruz, instructor del caso G¨¹rtel desde el descabezamiento de Baltasar Garz¨®n, recibi¨® en las navidades de 2012 los datos bancarios sobre una cuenta abierta por B¨¢rcenas en Suiza con m¨¢s de 20 millones de euros no declarados al fisco espa?ol. El PP entr¨® en una nueva pesadilla. A esas alturas del caso G¨¹rtel, B¨¢rcenas segu¨ªa imputado y disfrutaba de una situaci¨®n laboral id¨ªlica en el partido por decisi¨®n de Mariano Rajoy. Cobraba una n¨®mina de 200.000 euros al a?o, la m¨¢s alta de todo el partido, y aunque ten¨ªa despacho, secretar¨ªa y ch¨®fer, no hac¨ªa nada.
EL PA?S public¨® el 31 de enero de 2013, unos d¨ªas despu¨¦s de conocida la fortuna suiza de B¨¢rcenas, la contabilidad manuscrita que el extesorero llevaba de una caja b ilegal que funcion¨® en el PP desde 1990 hasta, al menos, 2009, donde finalizaban los apuntes. Esa contabilidad registraba el cobro de donaciones ilegales (ocho millones de euros en 19 a?os) de algunas de las principales constructoras del pa¨ªs, y el pago de sobresueldos opacos al fisco a toda la c¨²pula del partido durante aquel tiempo.
A ra¨ªz de esa publicaci¨®n, B¨¢rcenas perdi¨® su privilegio laboral y su n¨®mina, y entabl¨® un litigio en los tribunales con el partido que le hab¨ªa despedido. Mientras, su situaci¨®n judicial se agravaba y el juez Pablo Ruz decretaba su ingreso en prisi¨®n en junio de 2013. Aquellos meses pusieron a Rajoy contra las cuerdas por su apoyo al corrupto B¨¢rcenas, incluso a trav¨¦s de mensajes telef¨®nicos publicados por El Mundo donde el presidente animaba al tesorero que le hab¨ªa controlado la caja b del partido ("Aguanta, s¨¦ fuerte").
El PP reaccion¨® a la publicaci¨®n de los papeles negando los hechos, acusando al peri¨®dico EL PA?S de publicar noticias falsas y querell¨¢ndose contra el extesorero por injurias y calumnias. El juez Pablo Ruz abri¨® una pieza separada del caso G¨¹rtel para investigar los papeles de B¨¢rcenas. La investigaci¨®n acredit¨® la veracidad de esa contabilidad paralela con pruebas caligr¨¢ficas y el testimonio de muchos de los beneficiados por los pagos del extesorero con los fondos de la caja b.
La instrucci¨®n del caso G¨¹rtel (primera fase) y del caso B¨¢rcenas (la caja b del PP) ya ha concluido. Las conclusiones de jueces y fiscales que han participado en el procedimiento no pueden ser m¨¢s negativas para la formaci¨®n conservadora: la corrupci¨®n anid¨® en el PP con la trama G¨¹rtel y el partido se financi¨® ilegalmente durante al menos 20 a?os con una caja b que control¨® B¨¢rcenas. El banquillo de los acusados espera al partido de Rajoy, temeroso de perder en su mayor empe?o - las elecciones generales que se celebrar¨¢n dentro de unos meses - el ¨²ltimo gran poder que atesora.
Agosto de 2013: "Me equivoqu¨¦, lo lamento, pero fue as¨ª"
Acorralado por las informaciones que suger¨ªan la complicidad de Mariano Rajoy con el tesorero corrupto, Luis B¨¢rcenas, el presidente del Gobierno compareci¨® a petici¨®n propia en el Congreso (aunque la sesi¨®n se celebr¨® en el Senado) el 1 de agosto de 2013. Su particular forma de pedir perd¨®n fue esta: ¡°Me equivoqu¨¦. Lo lamento, pero fue as¨ª. Me equivoqu¨¦ al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merec¨ªa. Esta es una historia que comenz¨® hace m¨¢s de cuatro a?os, a principios de 2009, cuando un buen d¨ªa nos enteramos que al tesorero del Partido Popular lo hab¨ªan imputado por el llamado caso Gurtel. Cre¨ª en la inocencia de esa persona, como creer¨ªa en la inocencia de cualquier de ustedes que se encontraran en un trance semejante mientras que los hechos no desvirtuaran esa presunci¨®n. Bajo el Gobierno anterior se archiv¨® la causa [contra B¨¢rcenas], y bajo este gobierno se le volvi¨® a imputar¡±.
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