134 a?os de c¨¢rcel por asesinar a un hombre e intentar matar a su familia
El Supremo confirma la condena a dos hombres que degollaron a una familia en Granada
La localidad de Armilla (Granada) amaneci¨® el 16 de octubre de 2012 horrorizada por un crimen: un matrimonio del pueblo y sus dos hijos de nueve y siete a?os hab¨ªan sido degollados en su casa de madrugada. La madre y los dos menores sobrevivieron, mientras el padre, de 31 a?os, muri¨® desangrado. El m¨®vil del robo se descart¨® pronto porque los asaltantes no se llevaron nada de la casa. Tras unas horas de desconcierto, la polic¨ªa detuvo a tres personas, una de ellas hermanastro de la mujer herida, con la que manten¨ªa una disputa por una herencia. La Audiencia Provincial de Granada les conden¨® en 2014 por un delito de asesinato y tres de asesinato en grado de tentativa y el Tribunal Supremo ha confirmado ahora las penas, que suman un total de 134 a?os de c¨¢rcel.
La Sala de lo Penal ha desestimado todos los argumentos de las defensas para recurrir la sentencia y sostienen que los tres condenados, todos ellos sordomudos, planearon el asalto con ¡°¨¢nimo de matar¡± a los cuatro miembros de la familia, incluidos los dos ni?os. Lo decidieron mientras tomaban unas cervezas la noche antes e impulsados por la disputa por una herencia que manten¨ªa uno de ellos, Jos¨¦ Luis Gamero Morillas, con su hermanastra, M¨®nica Doblado Morillas. Se repartieron los papeles e incluso a las v¨ªctimas: Gamero matar¨ªa a los dos ni?os y el otro hombre, Juan Recio Dondarza, a los adultos. Mientras, la mujer se quedar¨ªa fuera al volante del coche para vigilar y facilitar la huida.
Seg¨²n el relato del tribunal, se intentaron ajustar al plan, aunque los dos autores directos del crimen se intercambiaron a las v¨ªctimas. El hermanastro de la mujer accedi¨® a la vivienda fingiendo que iba de visita y para reconciliarse con ella, y cuando comprob¨® que el marido se hab¨ªa quedado dormido en el sof¨¢ y los ni?os estaban dormidos en el piso de arriba, hizo una se?al a su compa?ero, que esperaba junto a la ventana armado con un cuchillo de cocina. Recio golpe¨® brutalmente con los pu?os en la cara a la mujer y Gamero, al hombre, que, seg¨²n el relato de la sentencia, pas¨® ¡°casi sin soluci¨®n de continuidad, de un estado de sue?o a otro de inconsciencia¡±.
Los dos ni?os se despertaron con el ruido y cuando bajaron a ver qu¨¦ pasaba, los acusados no dudaron en ir a por ellos. Los menores recibieron golpes y profundos cortes en el cuello, igual que sus padres. Aunque solo los del hombre fueron mortales, los jueces dan por probado que cuando los asesinos huyeron de la casa estaban convencidos de que tambi¨¦n hab¨ªan matado a la mujer y los dos hijos.
Los dos hombres han sido condenados a entre 54 y 58 a?os de c¨¢rcel como coautores del asesinato del padre de familia y asesinato en grado de tentativa de la madre y los hijos. La pena para Recio es algo mayor por los agravantes de allanamiento de morada y disfraz, ya que llevaba la cara cubierta para evitar que se le identificara. La mujer, Carmen Heredia Fern¨¢ndez, es considerada c¨®mplice de estos delitos, por lo que deber¨¢ cumplir una pena de 22 a?os de c¨¢rcel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.