Marina Casta?o responsabiliza ante la juez al patronato de la Fundaci¨®n Cela
La segunda esposa del Nobel declara como imputada por varios delitos fiscales relacionados con la entidad, que pagaba la n¨®mina de su supuesto mayordomo

Marina Casta?o, segunda esposa de Camilo Jos¨¦ Cela, entr¨® con mejor semblante del que llevaba cuando, despu¨¦s de hora y media de declaraci¨®n como imputada, abandon¨® esta ma?ana los juzgados de la localidad coru?esa de Padr¨®n, sede de la Fundaci¨®n del Nobel y cuna del autor. Por razones de seguridad, el d¨ªa anterior la cafeter¨ªa de enfrente del edificio judicial, poco acostumbrado a tanta expectaci¨®n, hab¨ªa sido obligada a retirar las sillas y mesas de la terraza, pero eso no le rest¨® ni pizca de negocio. Esta ma?ana, con la terraza desplazada fuera del per¨ªmetro acotado, la camarera se hizo bastantes kil¨®metros entre idas y venidas para atender a una clientela que se dispar¨® para ver a la exmarquesa viuda de Iria Flavia y expresidenta de la Fundaci¨®n Cela dirigi¨¦ndose entre una nube de c¨¢maras a los juzgados. Fuera, Casta?o no quiso hacer declaraciones, pero dentro contest¨® a todas las preguntas (juez, fiscal, abogado del Estado y defensas) salvo a las de Xosemar¨ªa Rodr¨ªguez, el abogado de Lola Ramos, la vecina que la denunci¨® por amor a la instituci¨®n m¨¢s importante del pueblo.
Casta?o respondi¨®, pero lo hizo con vaguedad. Pareci¨® sorprenderse de que la juez le hiciese algunas preguntas sobre las cuestiones m¨¢s graves de la denuncia y semejaba no traer preparadas sus r¨¦plicas. Seg¨²n ella, firmaba lo que se le pon¨ªa delante y confiaba plenamente en otras personas a las que su marido puso al frente de la instituci¨®n. Adem¨¢s, las decisiones importantes no depend¨ªan de una orden suya, sino que pasaban por la junta de patronos de la Fundaci¨®n. La controvertida segunda esposa, imputada por los supuestos delitos de malversaci¨®n, apropiaci¨®n indebida y fraude, dijo que ella no llevaba la gesti¨®n. Hab¨ªa un gerente, Tom¨¢s Cavanna, que hoy tambi¨¦n declar¨® como imputado, que se encargaba del d¨ªa a d¨ªa, y el de presidenta era un cargo de car¨¢cter pr¨¢cticamente honor¨ªfico.
La titular del juzgado n¨²mero 2 de Padr¨®n, sin embargo, cree que Casta?o y Cavanna derivaron a una sociedad privada durante a?os las devoluciones del IVA que recib¨ªa la fundaci¨®n (exenta de tributaci¨®n por ser sin ¨¢nimo de lucro). Tambi¨¦n le atribuye a Casta?o el haber disfrutado de un trabajador en su domicilio de Madrid que viv¨ªa interno y supuestamente hac¨ªa funciones de mayordomo mientras percib¨ªa una n¨®mina a cargo de la Fundaci¨®n Cela, situada en Iria Flavia (Padr¨®n). Por ¨²ltimo, la juez sospecha que entre ella y Cavanna, el gerente que rescat¨® Cela de la Ford para confiarle la gesti¨®n de su enorme legado en Galicia, pactaron simular el despido de este cuando la instituci¨®n, en una situaci¨®n de quiebra, fue rescatada por la Xunta y se convirti¨® en p¨²blica.
Mientras, seg¨²n algunas fuentes relacionadas con el caso, Tom¨¢s Cavanna dio unas respuestas m¨¢s "t¨¦cnicas y preparadas" sobre las supuestas maniobras que se le achacan, Marina Casta?o se intent¨® defender con "imprecisiones". Dijo que el supuesto mayordomo cobraba de la fundaci¨®n porque en realidad su cometido era ordenar y clasificar los importantes fondos documentales y libros que, pese a que exist¨ªa la fundaci¨®n, todav¨ªa no hab¨ªan sido trasladados y se guardaban en el domicilio del matrimonio en Madrid. Est¨¢ previsto que este empleado declare m¨¢s adelante en Padr¨®n, tambi¨¦n en calidad de imputado.?
Respecto al supuesto despido simulado de Cavanna, Casta?o no explic¨® por qu¨¦ existe un correo electr¨®nico en el que ordena a la sucesora del gerente que se le pague lo que ¨¦l pida porque as¨ª lo decide ella y porque hay que estarle muy agradecidos (la imputada llega a decir que se merece una "ilimitada generosidad") por los servicios prestados. Cavanna -que mientras dirig¨ªa la Fundaci¨®n Cela, seg¨²n la denunciante cobraba al a?o 96.000 euros-, redact¨® su propia carta de despido y recibi¨® al marcharse 150.000. La cantidad era presuntamente conocida por varios miembros del patronato y tambi¨¦n por la actual directora, preparada personalmente por Cavanna y nombrada a dedo cuando este se march¨®.
Esta mujer es Covadonga Rodr¨ªguez, sigue hoy todav¨ªa al frente a pesar de que la instituci¨®n es totalmente p¨²blica, y es hija de uno de los hombres m¨¢s influyentes dentro de la casa, Dositeo Rodr¨ªguez, exconselleiro con Fraga y actual miembro del Consello de Contas de Galicia, el ¨®rgano fiscalizador de las cuentas p¨²blicas en la comunidad. Tanto ¨¦l como su hija tendr¨¢n que pasar ma?ana por los juzgados de Padr¨®n para declarar como imputados en esta causa. Dositeo Rodr¨ªguez asegur¨® esta semana que dimitir¨¢ de su cargo en el Consello de Contas si contin¨²a imputado una vez explique a la juez su versi¨®n de los hechos relativos al generoso despido de Cavanna.
El abogado de Ramos, que ha consagrado buena parte de su vida a pedir que se haga justicia dentro de la que un d¨ªa fue la fundaci¨®n de autor m¨¢s rica de Espa?a, situada justo en la acera de enfrente de su casa, cree que la instrucci¨®n del caso se va a prolongar todav¨ªa m¨¢s. En su opini¨®n, deber¨ªan realizarse a¨²n m¨¢s pruebas y tendr¨ªan que pasar a declarar m¨¢s personas, entre ellas los miembros del patronato que aprobaron el despido de Cavanna cuando la Fundaci¨®n Cela enfilaba su metamorfosis de privada a p¨²blica.
"No habr¨¢ acuerdo con nadie, puesto que se le despide bajo mi presidencia y dispongo que se haga seg¨²n ¨¦l y yo decidamos", zanjaba Casta?o respecto a la indemnizaci¨®n de Cavanna en el correo que esta ma?ana se le exhibi¨®, con fecha del 5 de mayo de 2010. La marcha de Cavanna se incluy¨® en el plan de viabilidad de la Fundaci¨®n Cela, que tuvo que ser salvada con fondos p¨²blicos. A partir de 2010, la Conseller¨ªa de Cultura ocup¨® la presidencia y Casta?o se conform¨® con un cargo de honor, con voz pero sin voto, hasta que, al casarse de nuevo, seg¨²n mandaban los estatutos, qued¨® definitivamente fuera.
En un auto, la juez destaca que el supuesto mayordomo extranjero que cobraba como ordenanza de la fundaci¨®n en Iria siempre, entre 2001 y 2010, facilit¨® el domicilio madrile?o de los Cela como direcci¨®n durante los tr¨¢mites que llev¨® a cabo para "conseguir su regularizaci¨®n en Espa?a". Coincidiendo con el trasvase de la fundaci¨®n al Gobierno gallego, "fue dado de alta por la sociedad mercantil Letra y Tinta, propiedad de Marina Casta?o". Esta empresa est¨¢ en el eje de los presuntos delitos fiscales que se le atribuyen a la segunda esposa del escritor. La fiscal¨ªa, donde recal¨® la denuncia de Lola Ramos antes de llegar al juzgado, encontr¨® indicios de que la agrupaci¨®n de inter¨¦s econ¨®mico Lengua y Literatura, constituida con un 80% de capital de la Fundaci¨®n Cela (a su vez subvencionada en un 80%) y con un 20% aportado por Casta?o a trav¨¦s de Letra y Tinta (que dirig¨ªa desde su casa), gestion¨® las subvenciones y abon¨® las facturas de la entidad de autor sin ¨¢nimo de lucro. Esto, seg¨²n el fiscal ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, le habr¨ªa permitido conseguir "grandes cantidades de dinero en concepto de devoluci¨®n del IVA".
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