PSOE y PP se resisten a dejar paso a Podemos y Ciudadanos

El bipartidismo, representado por el PP y el PSOE, empieza a despegarse de los dos serios adversarios que irrumpieron en el panorama pol¨ªtico a comienzos de a?o, con arrestos para disputar la hegemon¨ªa. Este es el objetivo de socialistas y populares que en este mes de julio, seg¨²n el estudio de Metroscopia, consiguen dejar cinco puntos atr¨¢s a Podemos y siete al partido de Albert Rivera. El rechazo de Podemos a compartir coalici¨®n con Izquierda Unida no ha beneficiado al partido de Pablo Iglesias, sino que ha dado un respiro a la fuerza que representa Alberto Garz¨®n, con una subida de punto y medio.

El 18,1 % de intenci¨®n de voto de Podemos es 3 puntos inferior al de hace menos de un mes y 10 puntos por debajo del m¨¢ximo de enero

El cuatripartito que se vislumbraba en la primavera pierde fuerza para empezar a dibujarse un PP y PSOE a la cabeza, pis¨¢ndose los talones, con Podemos y Ciudadanos por detr¨¢s a una distancia que cada vez les resulta m¨¢s dif¨ªcil achicar. Aunque socialistas y populares pueden tener razones para experimentar cierta satisfacci¨®n, la situaci¨®n dista mucho de parecerse a lo que ambos fueron en el pasado inmediato. Sobre todo el PP, que gan¨® las elecciones en 2011 con un 44,6% de los votos y ahora el estudio de Metroscopia, realizado entre los d¨ªas 20 y 22 de julio, le concede un 23,1% en voto estimado. Los m¨¢rgenes del PSOE son m¨¢s exiguos puesto que obtuvo en esas elecciones un 28,7% de apoyo y ahora est¨¢ en el 23,5%; un punto m¨¢s que el atribuido hace menos de un mes y pocas d¨¦cimas por delante del actual partido en el Gobierno. Ni uno ni otro consiguen acercarse al 30% con lo que, si el sentir pol¨ªtico ciudadano no cambia radicalmente, la lista m¨¢s votada necesitar¨¢ un n¨²mero considerable de apoyos para formar una mayor¨ªa estable.

Motivos para la inquietud tienen todos. Los otros actores pol¨ªticos que pueden condicionar la formaci¨®n del pr¨®ximo gobierno pugnan, a su vez, por hacerse con el tercer puesto que, en principio, ostenta Podemos con cierta ventaja. No es el objetivo del partido de Pablo Iglesias disputar ese lugar ya que sus pretensiones est¨¢n en superar al PSOE como partido de la izquierda y, en paralelo, alzarse como alternativa real al PP. El l¨ªder de Podemos se dirige habitualmente, de t¨² a t¨² a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de Espa?a, obviando a Pedro S¨¢nchez, secretario general del PSOE, para dar por sentado que las opciones son PP o Podemos.

As¨ª pudo ser hasta el mes de abril, pero con la primavera el PSOE empez¨® el repunte en tanto que Podemos manten¨ªa el lento pero inexorable descenso. En menos de un mes ha perdido m¨¢s de tres puntos.

En la fecha del estudio ya se hab¨ªa desatado la fuerte pol¨¦mica por la negativa tajante de Pablo Iglesias a compartir candidatura electoral con un grupo de fuerzas entre las que sobresale Izquierda Unida. Esa actitud de desd¨¦n, con expresiones poco amables para IU, provoc¨® la reacci¨®n de intelectuales y personajes del mundo del arte y de la cultura que ped¨ªan la unidad de proyectos y plataformas de la izquierda, como s¨ª se ha forjado en Catalu?a con la aquiescencia de Podemos. Izquierda Unida, de este forcejeo involuntario, ha obtenido una mejora en su voto estimado de punto y medio. En la discusi¨®n por la unidad de la izquierda queda excluido el PSOE que este estudio lo sit¨²a como ganador de las elecciones, sin cubrir ni un cuarto de la tarta electoral.

Estamos en camino de una versi¨®n corregida al alza del ¡°bipartidismo imperfecto¡±