El premio ¡®gordo¡¯ de la loter¨ªa nuclear

El pasado 22 junio, una decena de alcaldes de la comarca de la Mancha Alta acudieron a la llamada de Carmen Barco, la secretaria del Ayuntamiento de Villar de Ca?as (Cuenca), y de otros tres municipios de la zona. Ella, que gan¨® su oposici¨®n en los noventa, se ha transformado en una experta en centrales y cementerios nucleares. De ella parti¨® la idea de instalar uno en su pueblo. Lleva diez a?os sin parar de convencer a sus vecinos, empezando por el alcalde, Jos¨¦ S¨¢iz, a quien no solo ha persuadido sino que sustituye en su asiento cuando encarta.

A las 11.30 de la ma?ana de aquel caluroso lunes de principios de verano estaban ¡ªcomo ella quer¨ªa¡ª reunidos los regidores ¡°con Arturo, el representante de Enresa¡±. La empresa p¨²blica espa?ola que gestiona los residuos nucleares, cuenta con una sede en el municipio manchego donde ¡ªsi la pol¨¦mica desatada esta semana no lo impide¡ª se construir¨¢ un basurero de residuos procedentes de las siete centrales nucleares de Espa?a.

All¨ª les explicaron, ¡°con diapositivas¡± incluidas, cu¨¢les ser¨ªan los jugosos beneficios econ¨®micos a los que tendr¨ªan derecho si se llevase a cabo este milmillonario proyecto que puso en marcha el presidente Mariano Rajoy al llegar a La Moncloa.

¡°En funci¨®n de las hect¨¢reas afectadas, de la distancia que nos separa del ATC (Almac¨¦n Temporal Centralizado) y de la poblaci¨®n que tenemos, nos corresponde un dinero¡±, explica Carlos Muelas, alcalde socialista de Montalbo (700 habitantes). Por ejemplo, a Villar de Ca?as le caer¨ªa un gordo de ¡°2,4 millones de euros al a?o durante los 70 a?os de vida ¨²til que tiene un cementerio nuclear¡±, en palabras de S¨¢iz, herrero de profesi¨®n y alcalde de ese pueblo de 476 almas. A Montalbo, en cambio, le tocar¨ªa un tercer premio de ¡°371.000 euros anuales, eso s¨ª, todo para proyectos socioecon¨®micos y medioambientales que tendr¨ªa que aprobar Enresa¡±, matiza Muelas que, aunque no es partidario del silo nuclear, dice no ser la voz del municipio y reconoce que ¡ª¡°buscando lo mejor para el pueblo¡±¡ª se ha acogido ya a un convenio con la empresa p¨²blica para obtener 18.000 euros.

El asunto del ATC ha divido a una comarca tradicionalmente agr¨ªcola y ganadera, donde se producen cereales, girasoles para elaborar aceite y quesos y vinos con denominaci¨®n de origen. ¡°Nadie quiere un cementerio nuclear y han ido a ponerlo donde sab¨ªan que menos contestaci¨®n popular iban a tener porque somos pocos y donde pod¨ªan perder menos votos¡±, dice Angustias Alc¨¢zar, alcaldesa socialista de Belmonte, que coincide con Ra¨²l L¨®pez, regidor de El Hito. ¡°Un basurero nuclear no har¨¢ crecer nuestra regi¨®n, ni atraer¨¢ el turismo¡±, insiste.

La divisi¨®n ha alcanzado una dimensi¨®n nacional desde el ¨®rdago lanzado el mi¨¦rcoles por el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano Garcia-Page, al incluir por decreto los pol¨¦micos terrenos que albergar¨ªan el proyecto dentro de una reserva de especial protecci¨®n ornitol¨®gica. ¡°Aqu¨ª, en la laguna de El Hito, se juntan en octubre miles de grullas y avutardas¡±, cuenta El Bala, un anciano que divisa el paraje desde el mirador de Montalbo.

La veintena de pueblos afectados se debate entre argumentos a favor y en contra expresados por t¨¦cnicos e ingenieros y sus informes y notas aclaratorias que salen y entran oportunamente de los cajones de los pol¨ªticos y las Administraciones competentes, como el Consejo de Seguridad Nuclear. Pero en ¨²ltima instancia todo se reduce a una cuesti¨®n econ¨®mica. Los pueblos tienen que apostar por un modelo de desarrollo industrial-nuclear, ¡°con turismo cient¨ªfico, congresos, convenios y subvenciones que permitir¨¢n realizar residencias de ancianos de ¨²ltima generaci¨®n para exportar modelos a Europa¡±, en palabras de Carmen Barco. O agropecuario y tur¨ªstico. ¡°Reivindicando los productos y el modo de vida de la zona como un atractivo¡±, como defiende Mar¨ªa Andr¨¦s, cabrera y portavoz de la plataforma anti-ATC. El Estado, por su parte, tendr¨¢ que ver c¨®mo supera las dificultades de esos suelos de yeso que, seg¨²n algunos estudios, requieren costosos revestimientos.