Se busca destinatario de una mordida de 240.000 euros

Uno de los mayores contratos de eficiencia energ¨¦tica concedidos a la empresa Cofely, una multinacional que utilizaba los servicios de la trama P¨²nica, es el firmado con el Ayuntamiento de M¨®stoles, el segundo m¨¢s poblado de Madrid, por una cuant¨ªa superior a los 72 millones de euros. El juez Eloy Velasco sospecha que Cofely ha podido disfrutar de informaci¨®n privilegiada o ha podido arreglar las cl¨¢usulas del contrato para que estas se ajusten a sus intereses. En las conversaciones grabadas por la Guardia Civil relativas a este contrato aparecen David Marjaliza, un par de comerciales de Cofely, y dos hermanos, los hermanos Utrilla, Mario y Alejandro, uno alcalde y diputado del PP, el otro, concejal de M¨®stoles.

El juez interroga a los Utrilla, ambos abogados y dedicados desde muy j¨®venes a la pol¨ªtica como militantes del PP. Mario Utrilla era alcalde de Sevilla la Nueva, poblaci¨®n muy pr¨®xima a M¨®stoles, y diputado del PP. Durante casi 60 minutos de interrogatorio se defiende con constantes negativas, aludiendo a que no ha hecho ¡°nada il¨ªcito¡±, no sabe nada, no recuerda nada. El juez le acusa de recibir una mordida de 6.000 euros como parte de un pago de 240.000 que est¨¢ pidiendo un tercero. Lo niega. ¡°No he hecho nada¡±, ¡°no he hecho nada il¨ªcito¡±, dice una y otra vez.

El juez le pregunta por Marjaliza, a quien confiesa conocer, pero no demasiado. Le pregunta por dos comerciales de Cofely, Tino y Pedro, a quienes tambi¨¦n conoce. Tiene citas con ellos, ¡°donde siempre¡±, dice en las grabaciones, pero niega estar tratando un asunto o tener demasiada familiaridad con ellos. El juez lee conversaciones telef¨®nicas grabadas, donde hablan de Mario Utrilla, y de terceros sin identificar. Se habla de alguien que ¡°est¨¢ que bufa¡± porque un contrato no acaba de salir adelante, se menciona a alguien que est¨¢ pidiendo m¨¢s de 200.000 euros. (¡±este t¨ªo est¨¢ tonto¡±, dice uno de los comerciales). Mario Utrilla los conoce, queda con ellos, toma copas con ellos, pero no recuerda de qu¨¦ habl¨®. El juez le pregunta si influy¨® en su hermano Alejandro, concejal de M¨®stoles. ¡°No puedo influir en ¨¦l¡±. La Guardia civil tom¨® nota de una cita entre los hermanos Utrilla y un comercial de Cofely. Tampoco recordaba el motivo de aquella reuni¨®n.

Cuando fue inicialmente detenido por la Guardia Civil reconoce que se qued¨® bloqueado y ¡°en blanco¡± en el interrogatorio.

Su hermano Alejandro tambi¨¦n fue interrogado por el juez Velasco. Seg¨²n su testimonio se encargaba de parques y jardines en el Ayuntamiento de M¨®stoles. Casi no despachaba con el alcalde. Cuando fue inicialmente detenido por la Guardia Civil reconoce que se qued¨® bloqueado y ¡°en blanco¡± en el interrogatorio.

Dijo no haber tenido ninguna intervenci¨®n en el contrato de Cofely con M¨®stoles por m¨¢s de 72 millones de euros, cuyo concurso motiv¨® que otras dos empresas aspirantes se retiraran y dejaran sola a Cofely, seg¨²n explicaba el juez. ¡°Eso lo llevaba la concejal¨ªa de mantenimiento¡±, dice Alejandro. Pero, en un momento dado, el juez le pregunta si present¨® a gente de la empresa Cofely al alcalde de M¨®stoles, hecho que s¨ª reconoci¨®, aunque utiliz¨® un argumento un tanto exagerado: ¡°Vi que era una de las 70 empresas m¨¢s importantes del mundo, m¨¢s importante que Banesto o que el Santander y, claro les ayud¨¦ a presentarles al alcalde¡±. No parece que una empresa de ese tama?o necesite a un concejal de parques y jardines para pedir cita con un alcalde.

El asunto de la mordida de 240.000 euros se queda sin resolver, por el momento. En una de las ¨²ltimas conversaciones grabadas a dos de los comerciales de Cofely, uno dice, ¡°hay que resolver lo de los 240.000 euros¡±, pero el otro interrumpe, ¡°por tel¨¦fono, no, nos est¨¢n escuchando¡±.

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