El seco futuro del Mar de Castilla
Municipios ribere?os de los embalses de Entrepe?as y Buend¨ªa protestan por un trasvase Tajo-Segura que consideran abusivo
A principios de los sesenta, cuando el padre de Juan Jos¨¦ Jim¨¦nez abri¨® el restaurante Pino, en Saced¨®n (Guadalajara), su moderno comedor con vistas al embalse de Entrepe?as era una atracci¨®n tur¨ªstica m¨¢s de la zona. Construido sobre unos pilares al borde del agua, ¡°la gente amarraba los barcos y sub¨ªa directamente a comer¡±, recuerda. Jim¨¦nez se?ala con nostalgia a trav¨¦s del enorme ventanal y compara las vistas con una imagen a¨¦rea de 1962. ¡°Playa restaurante Pino¡±, se lee. El local, al estar elevado, conserva las buenas vistas, pero no queda ni rastro de agua.
¡°La gente llega al pueblo y pregunta: ?Pero d¨®nde est¨¢ el pantano?¡±, exclama Mati, que atiende el ¨²nico chiringuito abierto en lo que los lugare?os insisten en llamar paseo mar¨ªtimo o calle de la playa. La escultura de un ancla en una rotonda lleva escrito el nombre oficial: paseo de la Marina Espa?ola. Al lado, un puesto de socorrismo de la Cruz Roja, cerrado. Un poco m¨¢s all¨¢, el espig¨®n, hoy una especie de avenida que no lleva a ninguna parte. Y all¨ª enfrente, se?ala Mati, estaba la playa de los americanos, la orilla que tanto gustaba a los turistas. Saced¨®n, que siempre fue el bullicioso puerto del embalse, se ha quedado seco. ¡°Esto era un Benidorm o un Alicante, y mira ahora¡±.
Juan Antonio C¨¢mara, due?o de una de las cinco empresas de n¨¢utica del pueblo, tiene claro por qu¨¦ su negocio ha ca¨ªdo a la mitad: ¡°No paran de trasvasar y de llevarse el agua. Si en invierno ha llovido mucho, aguantamos, pero si hay sequ¨ªa, como ahora, el embalse se queda al 16% de su capacidad¡±. De las 100 embarcaciones que le ten¨ªan encomendado el mantenimiento, ya solo le quedan 50. El embarcadero que ten¨ªa en Saced¨®n ha tenido que trasladarlo a dos kil¨®metros, a otra orilla del embalse: ¡°La gente se lleva los barcos a pantanos de Extremadura o al mar. Como siga esto as¨ª, tendremos que cerrar¡±.
Los embalses de Entrepe?as y Buend¨ªa, en la cabecera del Tajo a su paso por la comarca de la Alcarria, y sus dos presas, se construyeron en los a?os 50 para abastecer de energ¨ªa el¨¦ctrica a Madrid. Se inundaron algunas de las mejores tierras de la comarca, pero al poco la actividad agraria se sustituy¨® por el floreciente negocio tur¨ªstico. La gigantesca mancha azul de 45 kil¨®metros de largo que result¨® de aquellas obras se bautiz¨® como Mar de Castilla.
El trasvase a la cuenca del r¨ªo Segura se inaugur¨® en 1979. El canal, una impresionante infraestructura hidr¨¢ulica de 300 kil¨®metros de longitud, lleva desde entonces el agua del Tajo al seco sureste espa?ol: Murcia, este de Almer¨ªa, sur de Alicante. El volumen embalsado actual ronda los 400 hect¨®metros c¨²bicos, de una capacidad total de 2.474. Seg¨²n estad¨ªsticas de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo, la reserva es unos 200 hect¨®metros m¨¢s baja que el a?o pasado, y otros 200 inferior a la media de los ¨²ltimos cinco a?os.
La ¨²ltima crisis del agua, abierta por el Gobierno de Castilla-La Mancha y su oposici¨®n a un trasvase de 20 hect¨®metros a finales de julio, es solo una batalla m¨¢s en la larga guerra que tradicionalmente ha enfrentado a las cuencas cedentes y receptoras de agua. Cuando hay abundancia, los ¨¢nimos se calman, pero ahora los municipios ribere?os acusan la sequ¨ªa y alzan la voz. Pese a que Saced¨®n se ha llenado de carteles con contundentes ¡°No al trasvase¡± y ¡°Basta ya¡±, varios vecinos insisten en precisarlo: ¡°No estamos en contra del trasvase, sino en contra de un trasvase abusivo¡±, asegura el due?o de un bar. ¡°Si nos piden agua para el consumo, adelante; pero si es para regar, hay que decir que no¡±.
A muchos, como a Federico Alique, empleado municipal, les molesta que se utilice el agua con fines pol¨ªticos: ¡°Nos quieren enfrentar con los murcianos, pero todo el mundo tiene que beber¡±. Hizo falta que el mismo partido (PP) estuviera en todas las instituciones implicadas para firmar, en 2013, un pacto que mantuvo enterrado hasta ahora la guerra del agua. La reciente llegada de los socialistas al poder en Castilla-La Mancha ha resucitado el conflicto a escala nacional, pero en los municipios ribere?os llevan a?os viendo c¨®mo la cabecera del Tajo agoniza. R¨ªo abajo, en Talavera de la Reina, tampoco son nuevas las protestas por el bajo caudal.
Alique opina que la situaci¨®n ya es insostenible. A un par de kil¨®metros a las afueras del pueblo, desde un mirador, se?ala a una plataforma en el embalse desde la que se capta el agua corriente: ¡°Luego tengo que bajar a alejar las bombas de la orilla. La he movido seis veces en lo que va de verano porque, al bajar el nivel del agua, entra lodo. Empezamos a tener problemas de salubridad¡±, asegura. Si se sigue la carretera, el viaducto de Entrepe?as permite comprobar c¨®mo de vac¨ªo est¨¢ el embalse. El agua est¨¢ varios metros por debajo de lo que deber¨ªa ser la orilla.
Un pueblo abastecido con cisternas
El agua tambi¨¦n es el tema de conversaci¨®n del momento en Chillar¨®n del Rey, un pueblo de poco m¨¢s de 100 habitantes cercano a Saced¨®n. ¡°Vecina, ?tenemos agua? S¨ª, hoy han tra¨ªdo tres cubas¡±, comentan dos mujeres a lado y lado de la calle. De los chorros de la fuente de la plaza no sale una gota. Pese a que el embalse de Entrepe?as, desde el que el agua cruza media Espa?a, est¨¢ a escasos dos kil¨®metros del pueblo, en Chillar¨®n llevan todo el verano abasteci¨¦ndose mediante cisternas. ¡°Hoy ya van tres de 15.000 litros cada uno¡±, explica el conductor del cami¨®n, Juan Jos¨¦ Moreno.
En realidad, el problema no es tanto el trasvase como la sequ¨ªa y la falta de infraestructuras que transporten el agua al pueblo ahora que los pozos se est¨¢n agotando, seg¨²n reconocen los hermanos Mariano y Jos¨¦ Palomar. ¡°Que expropiaran a nuestros padres las tierras m¨¢s f¨¦rtiles para construir el embalse y que ahora estemos aqu¨ª sin agua... Es tremendo¡±, dice Mariano.
En Saced¨®n, el due?o del restaurante Pino opina que tener menos poblaci¨®n que Alicante o Murcia siempre ha supuesto poder demostrar ¡°menos fuerza¡± y suponer ¡°menos votos¡±. Al principio, dice, el agua llegaba a Murcia, pero luego aquello fue creciendo, hacia Almer¨ªa, con m¨¢s regad¨ªos y urbanizaciones, tambi¨¦n se llev¨® al parque de Las Tablas¡ El embalse, dice, ya no da para m¨¢s, sobre todo si no llueve. ¡°Ya va siendo hora de empezar a reivindicar el agua que necesitamos aqu¨ª¡±.
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