Asuntos Internos evit¨® denunciar al coronel acusado de cobrar de narcos
La unidad de la Guardia Civil detect¨® indicios delictivos en 1990, 2006 y 2008 contra el alto mando, pero carecieron de consecuencias
La unidad de Asuntos Internos de la Guardia Civil baraj¨® indicios delictivos en 1990, 2006 y 2008 contra el coronel Francisco Garc¨ªa Santaella ¡ªacusado de recibir mordidas del narco¡ª pero evit¨® denunciar al alto mando. Ahora una juez ha imputado al exjefe de Asuntos Internos y coronel Francisco Ortiz Clavero por encubrimiento, tras censurar la ¡°somera¡± investigaci¨®n contra Santaella, repleta de cabos sueltos y que nunca se denunci¨® en los juzgados.
Los indicios delictivos recopilados por Asuntos Internos contra el coronel Santaella dorm¨ªan en un caj¨®n desde 2008, hasta que la pasada primavera se filtr¨® la instrucci¨®n judicial que desde Granada le imputa cohecho y asociaci¨®n il¨ªcita por recibir supuestamente 480.000 euros desde el narco para permitir la entrada de alijos de hach¨ªs.
Entonces la juez Mar¨ªa ?ngeles Jim¨¦nez examin¨® por qu¨¦ Asuntos Internos archiv¨® el asunto pese a las s¨®lidas sospechas. Y tras leer el informe de esta investigaci¨®n ¡°bastante somera¡± sobre Santaella, la magistrada apreci¨® dejaci¨®n de funciones y por eso ha imputado por encubrimiento al coronel Ortiz Clavero, ya destituido.
Ante este caso, la AUGC ha convocado el 14 de noviembre una manifestaci¨®n en Madrid para denunciar "el cansancio y la frustraci¨®n de comprobar una y otra vez c¨®mo las denuncias internas de casos de corrupci¨®n dentro del Cuerpo son ignoradas por los altos mandos".
Los espectadores de El Ni?o leer¨ªan con avidez el informe de Asuntos Internos que desvela malas pr¨¢cticas policiales frente al narcotr¨¢fico, siempre al borde de la ley. Y a menudo estas caen en el lado oscuro de la corrupci¨®n: desde hacer la vista gorda de manera descarada para permitir que los alijos de hach¨ªs entren en Espa?a sin trabas, hasta desplazar todas las patrullas a una punta de la provincia, y horas despu¨¦s aparecer las lanchas semirr¨ªgidas a 100 kil¨®metros tras un desembarco de fardos.
En su informe confidencial de 38 p¨¢ginas, Asuntos Internos relata una sucesi¨®n de indicios sobre Santaella, pero tambi¨¦n sobre el grupo Antidrogas de Granada que, considera la juez, deb¨ªan haber sido denunciados dada su extrema gravedad.
La primera vez que Asuntos Internos investig¨® a Santaella se remonta a 1990 y 1992, siendo este capit¨¢n en la secci¨®n de Tr¨¢fico de la Comandancia de M¨¢laga, desde la que denunciaron sus supuestas relaciones con narcotraficantes, servicios facilitados por confidentes, as¨ª como un incremento patrimonial injustificado por compra de casas, coches e inversiones en el ladrillo. En aquel tiempo su cu?ado, Polic¨ªa Local de Campillos (M¨¢laga) hab¨ªa sido expulsado del Cuerpo por su supuesta relaci¨®n con el narcotr¨¢fico. ¡°Las sospechas no llegaron a acreditarse nunca¡±, afirm¨® la unidad.
Tras ascender a comandante y trasladarse a Granada, Santaella acapar¨® los confidentes para dirigir in situ las operaciones en la costa. En 2006 los agentes de Asuntos Internos describieron pr¨¢cticas ilegales para permitir la entrada ¡°de 16 ¨® 17 alijos¡± y la aprehensi¨®n de otros, a cambio de un pacto ilegal con los narcos. En esta pr¨¢ctica policial denominada pelotazo intervinieron varios agentes de la Comandancia de Granada, pero a pesar de que implica delitos de omisi¨®n del deber de perseguir delitos, careci¨® de consecuencias.
Asuntos Internos tilda este m¨¦todo de operar como ¡°controvertido e irregular¡± y subraya que no se traduc¨ªa en lucro il¨ªcito para los agentes. Una fuente describi¨® los 16 alijos en los que el grupo Antidrogas ofreci¨® ¡°cobertura y total seguridad¡± durante el desembarco y posterior traslado a la guarder¨ªa de la droga alijada, a cambio de poder aprehender parte de esa mercanc¨ªa obteniendo as¨ª reconocimiento profesional. ¡°El comandante preparaba un operativo (¡) se dejaba entrar la mercanc¨ªa hasta la guarder¨ªa [denominaci¨®n en la jerga para almac¨¦n]-, este era el pacto acordado¡±, dijo el narco.
Asuntos Internos admite que Santaella tuvo conocimiento de su investigaci¨®n y tom¨® medidas para evitar que prosperara. En su informe, la unidad describe c¨®mo agentes de Tr¨¢fico dieron el alto a dos furgonetas y Santaella les orden¨® que las dejaran continuar tras revisarles los faros. Y el episodio qued¨® ah¨ª. Solo fue el pasado invierno cuando la Polic¨ªa Judicial detall¨® que las furgonetas "iban chorreando agua, llevando en torno a 2.000 kilos de hach¨ªs cada una".
Asuntos Internos reflej¨® c¨®mo el comandante "hab¨ªa dado estas instrucciones para demostrarle a la organizaci¨®n que ten¨ªa capacidad para evitar sus actividades si no acced¨ªan a pagarle por sus servicios". La Polic¨ªa Judicial va m¨¢s all¨¢ tras interrogar a dos narcos que participaron en esa operaci¨®n, y comprobar que los relatos de ambos coincid¨ªan: "Llam¨® al comandante y este le pregunt¨® c¨®mo hab¨ªa ido, a lo que ¨¦l contest¨® que todo bien. Las dos furgonetas y su mercanc¨ªa fueron guardadas en Cogollos Vega". Sin embargo, las pesquisas con los agentes de Tr¨¢fico no dieron frutos sobre dicho episodio.
Entre las sospechas recabadas sobre Santaella resalta una reuni¨®n entre un guardia civil, el capit¨¢n de la Polic¨ªa Judicial, el mando de la unidad Antidroga y otro guardia, con "intercambio de pareceres". "Todos coincidimos en la corrupci¨®n del comandante", subraya el agente.
En 2008 se reactiv¨® la investigaci¨®n cuando un guardia civil de la Comandancia de Granada y su confidente ¡ªentonces en prisi¨®n¡ª acusaron a Santaella de cobrar mordidas. Asuntos Internos lo descart¨® por las medias verdades entre ambos, y en sus conclusiones finales consider¨®: ¡°Podr¨ªa haberse permitido el tr¨¢fico de drogas a narcotraficantes a cambio de que estos facilitaran informaci¨®n¡±. Ese uso del verbo condicional sobre las actividades ilegales se tradujo en que el informe nunca lleg¨® a la fiscal¨ªa o los juzgados. Ahora la juez cuestiona esa decisi¨®n.
El coronel Santaella rechaza las acusaciones: "Nunca sustraje fardos de ning¨²n alijo y por consiguiente no entregu¨¦ a nadie fardo alguno para su venta y obtenci¨®n de beneficios", clama en un escrito presentado a la juez hace un mes. Santaella solicita la nulidad de las actuaciones y ha pedido a la juez volver a declarar como imputado para aclarar ciertos extremos del caso. El alto mando considera que uno de los narcos "manipula a su manipulador", en referencia al guardia civil que corrobora sus acusaciones.
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