Europa y el dinero de los catalanes: la tormenta perfecta
La independencia lleva aparejada la salida de la UE y sus instituciones. Una vez fuera, le ser¨¢ dif¨ªcil volver a entrar
La reciente declaraci¨®n del portavoz jefe de la Comisi¨®n Europea, seg¨²n la cual "si una parte de un Estado miembro deja de formar parte de ese Estado, los Tratados dejar¨ªan de aplicarse en ese territorio" deber¨ªa dejar zanjada una cuesti¨®n que el movimiento secesionista catal¨¢n se resiste a aceptar: la independencia de Catalu?a lleva aparejada la salida de la Uni¨®n Europea y sus instituciones. Y una vez fuera de la Uni¨®n, a Catalu?a le ser¨¢ dif¨ªcil volver a entrar.
Para optar a la entrada (para ponerse en la cola, en palabras de David Cameron) el pa¨ªs candidato no solo debe ser un Estado europeo, sino que adem¨¢s debe conocer y compartir los valores esenciales de la democracia y el Estado de derecho en los que la Uni¨®n Europea est¨¢ basada, y debe comprometerse a promoverlos en el seno de su jurisdicci¨®n pol¨ªtica y en la de cualquier otro Estado miembro. El art¨ªculo 4.2 del Tratado de la Uni¨®n Europea (TUE) establece que la Uni¨®n (y por tanto todos los Estados miembros) "respetar¨¢ las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar la integridad territorial, mantener el orden p¨²blico y salvaguardar la integridad nacional". El reciente pronunciamiento de Angela Merkel se basa precisamente en este art¨ªculo. Y el art¨ªculo 4.3 del TUE resalta la importancia del principio de "cooperaci¨®n leal", seg¨²n el cual "la Uni¨®n y los Estados miembros se respetar¨¢n y asistir¨¢n mutuamente en el cumplimiento de las misiones derivadas de los Tratados".
A la nueva Catalu?a, nacida de un acto profundamente antidemocr¨¢tico como es la masiva violaci¨®n del marco legal de un Estado miembro, le ser¨¢ imposible convencer a la Uni¨®n Europea de que comparte el principio de "cooperaci¨®n leal", y no podr¨¢ justificar el activo y decisivo papel que desempe?¨® para que Espa?a no pudiera garantizar su "integridad territorial". Su origen vendr¨¢ viciado de forma irremisible por un antagonismo frontal a valores sobre los que el proyecto europeo se asienta y esta circunstancia manchar¨¢ por muchos a?os su imagen internacional.
Nada dura una eternidad, pero el per¨ªodo durante el cual Catalu?a quedar¨¢ as¨ª estigmatizada y fuera de las instituciones de la Uni¨®n Europea ser¨¢ largo. Demasiado largo para no tener efectos econ¨®micos importantes. El m¨¢s obvio, derivado directamente de la no aplicaci¨®n de los Tratados europeos a Catalu?a, es la desaparici¨®n de las subvenciones. Los agricultores catalanes deben tomar buena nota de ello.
Otro es la reducci¨®n del comercio entre Catalu?a y el resto de Espa?a. No es f¨¢cil estimar con precisi¨®n la magnitud de esta reducci¨®n, pero nadie duda de su existencia. Si a Catalu?a le fuera aplicado el Arancel Aduanero Com¨²n vigente para terceros pa¨ªses, las exportaciones catalanas a Espa?a y a los dem¨¢s pa¨ªses de la Uni¨®n Europea se ver¨ªan significativamente dificultadas. Y aun en el caso de que Catalu?a pudiera acordar un tratamiento comercial preferencial que la librase de barreras arancelarias, el "efecto frontera" creado (entre Estados miembros se comercia menos que dentro de un Estado miembro) perjudicar¨ªa de lleno a las empresas situadas en Catalu?a, m¨¢xime cuando en la actualidad Espa?a es su primer cliente. Solo considerando el "efecto frontera", estamos hablando de una ca¨ªda del PIB catal¨¢n que, seg¨²n los supuestos utilizados, podr¨ªa oscilar entre el 2% y el 9%.
Pero las mayores dificultades aparecer¨ªan en el ¨¢mbito financiero y en la utilizaci¨®n del euro. La salida de la Uni¨®n Europea implica la salida del Eurosistema. Es verdad que aun sin mediar acuerdo con el Eurosistema, la utilizaci¨®n del euro podr¨ªa seguir siendo posible. Ahora bien, Catalu?a no podr¨ªa participar en la gesti¨®n de la pol¨ªtica monetaria com¨²n ni en los mecanismos de liquidez ofrecidos por el Banco Central Europeo (BCE). El Gobierno catal¨¢n ver¨ªa notablemente encarecida la financiaci¨®n de su deuda, que a 30 de junio se situaba en 66.813 millones de euros, un 32,8% de su PIB, porque sus t¨ªtulos no constituir¨ªan una garant¨ªa aceptable para el BCE; y los bancos comerciales catalanes no podr¨ªan acudir al BCE en busca de liquidez porque, adem¨¢s de la deuda p¨²blica catalana, los activos comerciales generados en Catalu?a tambi¨¦n dejar¨ªan de ser garant¨ªas aceptables. La financiaci¨®n global de los bancos con sedes o filiales en Catalu?a ser¨ªa m¨¢s cara cuanto mayor fuera el volumen de su negocio en Catalu?a y, como consecuencia, el cr¨¦dito a las empresas y familias catalanas ser¨ªa tambi¨¦n m¨¢s caro. La autoridad financiera de la Catalu?a independiente, sin posibilidad de control de la oferta monetaria y sin capacidad para imprimir su propia moneda, no podr¨ªa actuar como prestamista de ¨²ltima instancia de los bancos comerciales, o solo hacerlo de forma muy limitada. Lo esperable ser¨ªa que CaixaBank y Banco Sabadell mudaran sus sedes a un territorio de la eurozona. Pero no solo eso, el peso del sector financiero catal¨¢n en su conjunto disminuir¨ªa de forma sustancial.
Moneda propia
Dada la dimensi¨®n econ¨®mica de Catalu?a, una situaci¨®n tan precaria como la anterior ser¨ªa transitoria y el Gobierno catal¨¢n no tendr¨ªa m¨¢s remedio que crear su propia moneda. Sin embargo, lo que ganar¨ªa en control de la oferta monetaria y mejor adecuaci¨®n de su paridad a las condiciones econ¨®micas catalanas, lo perder¨ªa en el dif¨ªcil proceso de transici¨®n de una econom¨ªa basada en el euro a otra basada en la nueva moneda. Las promesas de paridad respecto al euro del nuevo Gobierno ser¨ªan incre¨ªbles y no evitar¨ªan una significativa huida de capitales, a la que necesariamente el Gobierno habr¨ªa de oponerse prohibiendo o dificultando a los ciudadanos la disposici¨®n de su dinero. Los ahorros de los catalanes, sus pisos y sus empresas pasar¨ªan de repente a valer mucho menos, y el Gobierno catal¨¢n quedar¨ªa con su activo fundamental (su capacidad tributaria) denominado en la nueva, devaluada moneda y su principal pasivo (su deuda) denominada en euros. Una situaci¨®n inestable, perjudicial para la actividad econ¨®mica e injusta con los ciudadanos. La tormenta perfecta.
La Uni¨®n Europea no es solo una comunidad de intereses econ¨®micos. Es tambi¨¦n una organizaci¨®n de Estados eminentemente pol¨ªtica, basada en la democracia y el respeto del Estado de derecho. Ir en contra de estos principios es ir en contra de la Uni¨®n y de cada uno de los Estados que la componen. Los secesionistas catalanes no pueden esperar comprensi¨®n del Gobierno espa?ol ni de Europa. Y sin esta comprensi¨®n, lo que de por s¨ª es un proyecto cuyos costes sociales superan con mucho a los beneficios, se convierte en un desaf¨ªo imposible que no puede llevar m¨¢s que a la frustraci¨®n de mucha gente. Si existen problemas reales en el encaje de Catalu?a en Espa?a, debe haber formas de resolverlos que no causen da?o a los espa?oles y a los catalanes de forma tan gratuita, ni nos enfrenten a Europa de forma tan incomprensible y rid¨ªcula. El 27-S los electores catalanes tenemos una oportunidad para cambiar el rumbo de la deriva secesionista y no podemos desaprovecharla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.