En Euskadi se convive sin compartir la memoria
Los alcaldes de Ermua (PSE), Renter¨ªa (Bildu) y San Sebasti¨¢n (PNV) expresan sus puntos de vista, marcados por las vivencias de sus municipios y sus siglas
El 4 de septiembre, el alcalde de Ermua, Carlos Totorika (PSE), caminaba con sus compa?eros por las calles de Bilbao cuando avist¨® una concentraci¨®n de Etxerat, grupo de apoyo a los presos de ETA, en las cercan¨ªas de su cita. Algunos reaccionaron como siempre: retroceder para evitar incidentes. Totorika pas¨® junto a ellos y nada sucedi¨®. No fue excepcional. Cuando se cumplen cuatro a?os del fin del terrorismo, la convivencia ha mejorado en Euskadi, as¨ª como el reconocimiento a sus v¨ªctimas. Pero no se comparte la memoria de lo sucedido.
Tres alcaldes de tres municipios emblem¨¢ticos ¡ªCarlos Totorika (PSE), de Ermua (Bizkaia), s¨ªmbolo de la rebeli¨®n contra ETA; Eneko Goia (PNV), de San Sebasti¨¢n, la ciudad vasca m¨¢s castigada por el terrorismo, y Julen Mendoza (Bildu), de Renter¨ªa (Gipuzkoa), muy conflictiva¡ª expresan a EL PA?S sus visiones, marcadas no s¨®lo por sus respectivas siglas sino por las vivencias de sus municipios.
"Las cosas han cambiado dr¨¢sticamente desde el final del terrorismo. Cuando ETA mataba, las relaciones eran imposibles con los concejales de Bildu. El fin del terrorismo ha desactivado el odio y permite que confraternicemos", se?ala Totorika, de 59 a?os. Alcalde de Ermua desde 1991, se siente orgulloso de que su municipio sea el s¨ªmbolo de la rebeli¨®n contra ETA "con la ruptura del silencio y el grito por la vida" cuando la banda asesin¨® al edil del PP, Miguel ?ngel Blanco. Tambi¨¦n est¨¢ orgulloso de haber evitado que el odio que gener¨® aquel asesinato dividiera a su municipio. Se le recuerda a Totorika con un extintor en la mano, apagando el incendio en la sede de Batasuna el d¨ªa del asesinato. "Pod¨ªa haber habido linchamientos. Quise decir que la democracia se hace desde el respeto. El odio no lleg¨® a la calle y Ermua no se dividi¨®".
Pero aunque no se dividi¨®, la normalidad no es total. "Hablamos de mil cosas. Pero no hemos podido hablar ni un minuto con ellos del asesinato de Miguel ?ngel ni de la reacci¨®n del pueblo". Totorika recuerda c¨®mo en una conversaci¨®n, un amigo abertzale le espet¨®: "Todos hemos sufrido. ?Crees que no sufri¨® quien mat¨® a Miguel ?ngel Blanco?". "?C¨®mo se puede decir esta barbaridad! Resulta que somos igual de v¨ªctimas el asesinado y el asesino. Sortu admite que ETA da?¨® a las personas. Pero no que hubo una persecuci¨®n contra quienes no pens¨¢bamos como ellos. No reconocen el totalitarismo de ETA porque supone admitir su error y se atrincheran en la tesis del conflicto", dice Totorika. Al ser una "cuesti¨®n ideol¨®gica", el alcalde se muestra pesimista sobre la convergencia con Sortu en la memoria de lo sucedido, lo que "es perjudicial porque no aclaramos a los j¨®venes que ETA fue totalitaria y sus militantes no son h¨¦roes".
Julen Mendoza, 37 a?os, alcalde de Renter¨ªa, por Bildu, sorprendi¨® hace tres a?os al comprometer a sus ediles ¡ªdel PP a Bildu¡ª en una jornada de reconocimiento a todas las v¨ªctimas locales del terror (ETA, GAL). Ante las v¨ªctimas de ETA, pidi¨® perd¨®n por la insensibilidad hacia su sufrimiento. Era la primera vez que un alcalde abertzale lo hac¨ªa y adquir¨ªa m¨¢s relieve en Renter¨ªa, que, con unos 40.000 habitantes, ostenta el r¨¦cord de kale borroka, 500 actos, 27 contra la sede del PSE, adem¨¢s de 21 asesinatos de ETA y m¨¢s de 10 por ultras o abusos policiales.
Aquel acto marc¨® a Renter¨ªa. "Nos ve¨ªan tomar vinos a los concejales del PSE, PP, PNV y Bildu. Pero el acto redobl¨® el mensaje de convivencia y uni¨® al pueblo¡±, se?ala. No ha repetido actos similares para evitar riesgos. Hoy apuesta por testimonios directos de las v¨ªctimas locales (de ETA, GAL, abusos policiales) para que la gente ¡°empatice con ellas y no se repita".
Aunque su edad le impidi¨® vivir los acontecimientos m¨¢s graves de Renter¨ªa, subraya la semana proamnist¨ªa de 1977, con varios muertos por disparos policiales; la guerra de las banderas en 1983 y los asesinatos por ETA de los concejales Vicente Gajate (PSE) y Jos¨¦ Luis Caso y Manuel Zamarre?o (PP). Asegura haber hablado con sus familiares y con el exalcalde socialista, Miguel Buen, "sobre todo de sus hijos y su futuro".
Para Mendoza, "no se trata de equiparar unos y otros casos, sino de reconocer todo lo ocurrido y que las v¨ªctimas tengan igual tratamiento a la misma vulneraci¨®n de derechos y de acercarnos al sufrimiento de los que denomin¨¢bamos los otros". Coincide con Totorika en la dificultad de converger en un relato. "No va a haber acuerdo sobre el relato, pero s¨ª un m¨ªnimo ¨¦tico que logre cohesi¨®n social y eso se produce desde abajo", dice Mendoza.
Discusi¨®n distendida
Eneko Goia (PNV), 41 a?os, fue elegido en mayo alcalde de San Sebasti¨¢n, el municipio vasco m¨¢s castigado por el terrorismo: 107 asesinatos de ETA; cuatro de ultras y 11 de abusos policiales. "El enfrentamiento desapareci¨® con el fin de la violencia. Tenemos una relaci¨®n muy intensa todos, incluidos los concejales de Bildu. Tomamos caf¨¦ y celebramos los cumplea?os juntos. Sin la presi¨®n de la violencia, discutimos distendidamente. Antes era imposible. Nos acostumbramos muy r¨¢pido. Tambi¨¦n sucede en la calle", se?ala Goia.
"No estuvimos a la altura con las v¨ªctimas del terrorismo, pero hoy han cambiado las actitudes", reconoce Goia. Aunque "las v¨ªctimas son iguales", subraya que el asesinato por ETA de Gregorio Ord¨®?ez tuvo un "impacto especial" en la ciudad por "ser su representante y muy reconocido". Asegura haber hablado de Ord¨®?ez con concejales abertzales. "Es muy dif¨ªcil ponerse de acuerdo. Son presos de su estrategia. Como les cuesta reconocer su equivocaci¨®n, se atrincheran en el conflicto cuando est¨¢ claro que ETA tuvo una estrategia de ataque a quienes no pensaban como ellos. Tendr¨ªan que reconocerlo".
Goia, pragm¨¢tico, valora que en la pol¨¦mica cuesti¨®n de la memoria "hay que ir buscando espacios de convivencia, empezando por el reconocimiento de las v¨ªctimas y de la verdad, con una revisi¨®n cr¨ªtica del pasado y mirando hacia adelante. Nos lo piden las v¨ªctimas".
La diferencia est¨¢ en los matices
Los tres alcaldes vascos califican de "positiva" la reciente iniciativa del Gobierno vasco consistente en celebrar reconocimientos a las v¨ªctimas en cada municipio del Pa¨ªs Vasco. Pero en los matices est¨¢ la diferencia. Carlos Totorika (PSE) apuesta en Ermua por que en los homenajes anuales a Miguel ?ngel Blanco se recuerde el totalitarismo de ETA, aunque suponga la ausencia de Sortu: "Siempre hemos recordado a Miguel ?ngel y denunciado que fue v¨ªctima del totalitarismo de ETA. No vamos a hacer la concesi¨®n de celebrarlo en silencio para que Sortu participe", afirma. Julen Mendoza (Bildu) rehuye para Renter¨ªa, por el momento, los homenajes conjuntos porque "s¨®lo deben hacerse con el acuerdo de todo tipo de v¨ªctimas (ETA, GAL, abusos policiales...) para tener garant¨ªas de ¨¦xito". Hoy, apuesta por testimonios individuales de las v¨ªctimas porque teme que los distintos relatos hagan fracasar los actos conjuntos. Lo que m¨¢s valora Eneko Goia (PNV) del plan del Gobierno vasco es "poner nombres y apellidos a las v¨ªctimas". En San Sebasti¨¢n, siendo alcalde el socialista Od¨®n Elorza, el Ayuntamiento erigi¨® un monolito y se celebra un homenaje anual en silencio -lo que sortea pol¨¦micas- a las v¨ªctimas en Navidades. En la ¨²ltima de estas celebraciones particip¨® Bildu, siendo alcalde Juan Karlos Izagirre, que, luego, celebr¨® otra propia. Goia defiende avanzar poco a poco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.