Nosotros, los unionistas

En la disparatada vida pol¨ªtica catalana, a quienes no somos partidarios de la independencia de Catalu?a sino de la unidad de Espa?a, se nos llama, despectivamente, "unionistas". ?Por qu¨¦ esta palabra se pronuncia con desprecio si, efectivamente, es lo que somos? ?Alguien puede ofenderse? No lo entiendo.

En general, a lo largo de la historia, el t¨¦rmino unionista ha tenido connotaciones positivas. En la guerra civil norteamericana, los estados esclavistas del sur sosten¨ªan que los Estados Unidos eran una confederaci¨®n, la Constituci¨®n un simple tratado y, por tanto, cada Estado miembro segu¨ªa siendo soberano y ten¨ªa derecho, mediante la rescisi¨®n del tratado, a declararse independiente. Frente a ellos, los estados del norte, partidarios de la Uni¨®n, con Lincoln al frente, se declaraban unionistas porque consideraban que la Constituci¨®n era la garant¨ªa de la unidad y para todos era mejor seguir unidos. Incluso tras la guerra civil, en 1868, la sentencia del Tribunal Supremo White versus Texas, sostuvo que los Estados Unidos eran "una uni¨®n indestructible de Estados indestructibles", todav¨ªa en la actualidad doctrina oficial, recordada hace poco por el presidente Obama.

Pero no solo en EE?UU esto es as¨ª, en Europa sucede otro tanto, tambi¨¦n el t¨¦rmino uni¨®n figura en su propio nombre: Uni¨®n Europea. En la ya larga vida de la UE ¡ªantes Comunidad Econ¨®mica o, simplemente, Comunidad¡ª las posiciones europe¨ªstas han considerado la uni¨®n como un valor m¨¢ximo, un medio para conseguir la paz, la prosperidad econ¨®mica, la protecci¨®n de los derechos y la igualdad social. Los grandes europe¨ªstas han sido siempre unionistas, unionistas de Europa, y ninguno ha sido partidario de fracturar su propio Estado, separar una parte del todo. Es m¨¢s, los grandes europe¨ªstas ¡ªMonnet, Adenauer, Spinelli, Delors¡ª han sido federalistas, federalistas europeos, partidarios de aumentar los poderes de Bruselas y disminuir los poderes estatales. Porque no s¨¦ si lo saben los enloquecidos independentistas catalanes: federalismo es uni¨®n, no separaci¨®n

Adem¨¢s, ninguno de estos unionistas ha sido nacionalista sino todo lo contrario. Hoy mismo, los antieurope¨ªstas son nacionalistas: Le Pen, padre e hija, la extrema derecha de Flandes, Alemania o Gran Breta?a. Los movimientos fascistoides en Europa tienen en com¨²n tres caracter¨ªsticas esenciales: nacionalismo, antieurope¨ªsmo y xenofobia, antiinmigraci¨®n. En el extranjero, muchos contemplan al nacionalismo catal¨¢n con estos mismos par¨¢metros: una parte rica de Espa?a quiere separarse del resto por insolidarios motivos econ¨®micos. Como la Liga Norte en Italia. El "Espa?a nos roba", como es natural, tiene consecuencias.

Por tanto, nosotros, los unionistas, estamos orgullosos de serlo. Vamos sin complejos en la direcci¨®n del progreso, de la libertad y la igualdad, de la Europa unida. Con el viento de la historia.