Todo el poder para el superpresidente del Supremo

La expresi¨®n ¡°despolitizar la Justicia¡± es irrebatible y por eso ha hecho fortuna como mantra electoral. Las dudas surgen cuando se trata de determinar c¨®mo se hace y cu¨¢l es el sistema alternativo.

En este momento los 20 miembros del Consejo General del Poder Judicial son elegidos por el Parlamento con mayor¨ªa cualificada que exige acuerdo entre varios partidos y por los propios jueces. La propuesta de Ciudadanos elimina este ¨®rgano y traslada todas las funciones a tres personas: el presidente del Tribunal Supremo y dos adjuntos. ?Se elimina la politizaci¨®n entendida como designaci¨®n por los partidos? La formaci¨®n de Albert Rivera se?ala que ese presidente ¡°es elegido por el Congreso¡±, es decir, la politizaci¨®n que se combate se traslada a la elecci¨®n de una sola persona porque es designado tambi¨¦n por los partidos. No aclara si la opini¨®n de los dos adjuntos, elegidos por la carrera, se impone a la del presidente que, en ese caso, quedar¨ªa reducido a nada y en caso contrario lo que quedar¨ªa sin posici¨®n es la carrera judicial.

Al dejar de ser un ¨®rgano colegiado o al menos con 20 miembros se elimina la posibilidad de que se diluya la politizaci¨®n en forma de representaci¨®n proporcional de distintas tendencias y deja de haber representantes de la propia carrera judicial elegidos por ellos. Hasta que el PP lo cambi¨® esta legislatura en el Consejo se exig¨ªan mayor¨ªas cualificadas para todos los nombramientos, lo que obligaba a consensos y eso dilu¨ªa la politizaci¨®n. Con la propuesta de Ciudadanos, una persona y dos adjuntos deciden.

Es decir, en la propuesta de Ciudadanos se sustituye el Consejo General del Poder Judicial que tiene diversidad ideol¨®gica y profesional por el poder omn¨ªmodo de una sola persona nombrada por los partidos con dos adjuntos.

El presidente del Consejo y del Supremo es elegido ahora por los vocales designados por mayor¨ªa cualificada del Parlamento y los elegido por los jueces. Ciudadanos quiere que le elijan directamente en el Parlamento, tambi¨¦n con mayor¨ªa cualificada, eso supone que su elecci¨®n estar¨ªa m¨¢s cerca de los partidos, en lugar de alejarse como pretender¨ªa la "despoliticaci¨®n de la Justicia".

Se elimina el control de sus actuaciones por el pleno del Consejo. Tan importante como que un reciente presidente -Carlos D¨ªvar- fue obligado por el pleno a dimitir al conocerse sus gastos de viajes.

El Consejo ahora tiene funciones destacadas como la de informar todas las leyes. Esos informes no son vinculantes, pero necesarios para hacer aportaciones t¨¦cnicas a las normas, que muchas veces se incorporan. El programa de Ciudadanos no aclara qui¨¦n har¨ªa esos informes o si se elimina esa funci¨®n, lo que empeorar¨ªa el proceso legislativo. Y ?qui¨¦n se encarga del r¨¦gimen disciplinario de jueces y magistrados? ?y de su formaci¨®n, sus permisos y licencias? Imposible que tres personas asuman tantas funciones.

Otra funci¨®n del Consejo es la de los nombramientos que ya sigue criterios de capacidad y m¨¦rito que exige ahora el programa de Ciudadanos. La pregunta es si, como a pesar de esos criterios, alguien tiene que decidir al final entre los aspirantes que concursen, lo har¨¢ tambi¨¦n el todopoderoso presidente del Tribunal Supremo. A esa persona se le encomienda la designaci¨®n de presidentes de sala del Supremo, presidente de la Audiencia Nacional, presidentes del Tribunal Superior de Justicia¡­..Incluso los de magistrados de los Tribunales Superiores, puesto que se les pretende quitar esa funci¨®n a los gobiernos auton¨®micos.

El sistema propuesto de designaci¨®n del Fiscal General por el Gobierno es b¨¢sicamente igual, pero con posibilidad de que el Parlamento proponga una terna. Es decir, pese a la despolitizaci¨®n se mantiene la idea de que lo que propongan los partidos y el Gobierno no tendr¨ªa dificultades para que su mayor¨ªa parlamentaria incluyera a su candidato en la terna.

Habla el programa de Ciudadanos de ¡°Justicia r¨¢pida y eficaz¡±, principio compartido por todos, pero no aclara tampoco si, por ejemplo, defiende la instrucci¨®n penal por el fiscal, es decir, cu¨¢l es su modelo procesal. Tampoco hay un modelo penal porque no menciona asuntos como la prisi¨®n permanente revisable.

La palabra m¨¢gica de la despolitizaci¨®n la usa tambi¨¦n para hablar del Tribunal Constitucional, pero mantiene la designaci¨®n por los partidos, a trav¨¦s del Parlamento o del propio Gobierno. Introduce el tr¨¢mite de presentaci¨®n de candidatos, pero es de imaginar que si un partido tiene inter¨¦s en un aspirante no tendr¨¢ problemas para que se presente. Por ejemplo, as¨ª lo hizo el PP con Enrique L¨®pez hace a?os, pese a que no reun¨ªa los requisitos legales de antig¨¹edad.

En la arquitectura constitucional, Ciudadanos propone un Senado formado solo por presidentes auton¨®micos. No es el modelo alem¨¢n en el que hay senadores designados por los estados federales, sino que solo habr¨ªa presidentes. Ser¨ªa c¨¢mara o consejo de primera lectura para asuntos auton¨®micos, con la particularidad de que le diferencia de la Conferencia de presidentes que no hay representaci¨®n del Gobierno central y que tiene capacidad legislativa. Lo que supone que, por ejemplo, si elaboran un proyecto de ley de financiaci¨®n auton¨®mica nadie defiende en el C¨¢mara el inter¨¦s de la Hacienda central.

Suponen un avance notable las normas de transparencia, ley de partidos, funcionamiento del Congreso, iniciativa legislativa popular, supresi¨®n de aforamientos y eliminaci¨®n de decretos. Este ¨²ltimo punto puede tambi¨¦n crear problemas pr¨¢cticos para asuntos que requieren inmediatez en la aprobaci¨®n de normas, por ejemplo, ayudas para cat¨¢strofes.