La primera ¡®lady pilot¡¯ de Espa?a

Una mole de 366 metros de eslora se adentra imponente en la bah¨ªa de Algeciras. Con el pe?¨®n de Gibraltar perfilado a su espalda y bajo el insistente sol del Estrecho, el MCS Ariane enfila hacia el puerto de la ciudad gaditana en un jueves de principios de noviembre. Su se?al de posici¨®n hace rato que se proyecta en una sala de pantallas, donde Macarena Gil, de 37 a?os, observa cada movimiento. Espera ese aviso del megabuque que provocar¨¢ que, en solo unos minutos, se enfunde el chaleco salvavidas, las gafas de sol y la gorra; se tire al Mediterr¨¢neo a bordo del bote Getares Uno; y se dirija a una velocidad de 20 nudos hasta esa nave que transporta casi 14.000 contenedores. Ella se encargar¨¢ de atracarla.

Esta sevillana de nacimiento y onubense de adopci¨®n, capitana de la marina mercante, se convirti¨® el pasado 1 de noviembre en la primera mujer pr¨¢ctico de Espa?a. Un colectivo compuesto por 242 t¨¦cnicos, que se dedican a dirigir el rumbo de las embarcaciones que arriban a los puertos del pa¨ªs ¡ªes obligatorio por ley para aquellas de m¨¢s de 500 toneladas o que transportan mercanc¨ªas peligrosas¡ª. "Esta profesi¨®n, hasta ahora absolutamente masculinizada, consiste en la conducci¨®n de las naves en aguas de intenso tr¨¢fico. El fin es garantizar la seguridad en dichas instalaciones", destaca Carmen Cuello, directora del Instituto Andaluz de la Mujer.

As¨ª que el rostro de Macarena Gil se torna serio en cuanto se sube al Getares Uno. Aqu¨ª prima ya la concentraci¨®n. ¡°La responsabilidad¡±. Atr¨¢s quedan el muelle, los a?os de capitana del ferry Avemar Dos en El Estrecho y las an¨¦cdotas de sus tres meses de formaci¨®n como pr¨¢ctico, cuando ejecut¨® m¨¢s de 650 maniobras y se sub¨ªa a los megabuques acompa?ada por sus supervisores. Ahora, ya nadie la escolta. "Algunos capitanes de los barcos, cuando me ve¨ªan llegar, se sorprend¨ªan y me dec¨ªan que era la primera vez que ve¨ªan a lady pilot [se?ora capit¨¢n]", relata sonriendo y sentada en una de las habitaciones de la Estaci¨®n Mar¨ªtima.

Desde all¨ª, los 18 pr¨¢cticos del puerto algecire?o vigilan cada nav¨ªo que atraviesa las aguas de la bah¨ªa. Trabajan en turnos de doce horas. Ejecutan, entre todo el equipo, una media de 90 maniobras al d¨ªa. Cada jornada del a?o, salen y entran en el puerto con miles de millones de euros en mercanc¨ªas, con petroleros... "Nosotros ascendemos a los distintos buques y, desde ese momento, damos cientos de indicaciones a la tripulaci¨®n: los rumbos que tienen que coger, la velocidad a la que tienen que navegar, las profundidades, el sistema de balizamiento...", detalla Gil.

Su actuaci¨®n a bordo dura hasta una hora y media. Sople el viento o diluvie. Como ocurri¨® el d¨ªa del estreno de la capitana onubense, cuando un temporal azot¨® el sur y tuvo que enfrentarse a un ro-ro de 142 metros de eslora ¡ªun tipo de embarcaci¨®n que transporta cargamento rodado, como coches y camiones¡ª. "Pero la actuaci¨®n m¨¢s complicada es cuando entras un buque en un dique seco. En ese momento, est¨¢s metiendo un barco de 200 metros de eslora en un sitio donde solo tienes, por cada costado, un margen de un metro", sentencia Gil, que sorprendi¨® a sus padres ¡ªdedicados al campo¡ª cuando les dijo que quer¨ªa dedicarse a la mar.

Estudi¨® la licenciatura de N¨¢utica en C¨¢diz. "En clase solo est¨¢bamos ocho mujeres. Y ¨¦ramos, en ese momento, la promoci¨®n con m¨¢s chicas", cuenta. Despu¨¦s, fue la primera mujer de Balearia en ponerse a los mandos de un ferry. "A uno, cuando le dicen que se imagine al capit¨¢n de un barco, pues piensa en un hombre mayor, con barba... Y entonces me ves a m¨ª...", a?ade. Y se r¨ªe.