La energ¨ªa de The Mars Volta y Green Day mandan en el arranque del Corona Capital
El primero de los tres d¨ªas del festival estuvo marcado por j¨®venes propuestas y veteranos como Toto, que interpretaron sus aclamados ¨¦xitos de los ochenta
Un a?o m¨¢s de Corona Capital. Los recuerdos de ediciones anteriores sal¨ªan de boca de los asistentes, que llevaban a cabo su ya acostumbrada peregrinaci¨®n desde las entradas del Aut¨®dromo Hermanos Rodr¨ªguez al festival y sus escenarios, en los que los m¨¢s fan¨¢ticos ya se hab¨ªan plantado para poder ver de cerca a algunos de sus actos favoritos. Historias sobre las bandas que han aparecido en los carteles del pasado y de experiencias vividas eran compartidas como anticipaci¨®n al comienzo del espect¨¢culo.
La enorme rueda de la fortuna, que se ha vuelto en caracter¨ªstica clave del festival, comenz¨® a girar mientras decenas de personas se formaban para tener una oportunidad de tener una visi¨®n panor¨¢mica de este espacio donde caben cientos de miles de personas. Y los que no paseaban en busca de una experiencia divertida (ofrecidas por los patrocinadores del festival) para compartir en redes sociales, ya acud¨ªan a presenciar algunos de los actos, incluso aunque no los conocieran, para ver si descubr¨ªan algo.
Durante una presentaci¨®n, uno de los asistentes pon¨ªa los pulgares al tel¨¦fono para buscar el nombre de la artista en Spotify. Era Alice Phoebe Lou, la compositora sudafricana de indie pop, quien con un breve set en el que repas¨® sus canciones m¨¢s conocidas y algunos de los temas de su disco m¨¢s reciente, Shelter, fascin¨® a la audiencia que ¡ªaunque no era demasiado grande¡ª cre¨® el ruido suficiente para hacerla sentir en su casa. Esto represent¨® un escal¨®n m¨¢s para la cantante, quien suele presentarse en recintos peque?os cuando pasa por Ciudad de M¨¦xico.
Para las seis de la tarde, algunos de los escenarios de soporte ten¨ªan tan poca gente que era f¨¢cil caminar hasta la valla, solo se necesitaba esquivar algunas de las personas sentadas que guardaban energ¨ªa para los actos que cerrar¨ªan la noche. Ese fue el caso del Escenario Nivea antes de que la banda canadiense de reggae fusion Magic! diera inicio a una presentaci¨®n que result¨® tanto interesante como decepcionante. Ya sea por problemas t¨¦cnicos o de salud, el cantante principal cantaba con playback, lo cual era notorio considerando la calidad del sonido y por un aparente nerviosismo sobre el escenario. Sin embargo, la banda logr¨® darle energ¨ªa al momento con algunos de sus ¨¦xitos y covers inesperados, como uno que hicieron del ic¨®nico tema de The Temptations My Girl, en la cual parejas se abrazaron y cantaron al un¨ªsono el inconfundible coro.
Y como el festival es conocido por sus contrastes, bastan 10 minutos para que la energ¨ªa cambiara. Eso sucedi¨® al pasar al escenario Vans para ver a The Mars Volta, la aclamada banda de rock progresivo, que entreg¨® uno de los sets m¨¢s memorables. Con su acostumbrado freestyle en el que improvisan y transforman sus canciones, hicieron un repaso por algunos de los mejores temas de su disco debut De-Loused in the Comatorium. La brutal guitarra de Omar Rodr¨ªguez-Lopez y la voz hipn¨®tica de Cedric Bixler Zavala demostraron por qu¨¦ la banda ha llegado a estatus de culto, siendo uno de los actos que se deben ver al menos una vez en la vida. Aunque por limitaciones de tiempo no pudieron tocar el set que han presentado en su gira actual, fue suficiente para dejar exhausta a la audiencia, que apenas se preparaba para el resto de la noche.
Cage the Elephant fue la banda responsable de calentar el escenario principal para Green Day, Y entre esos dos actos se presentar¨ªa Toto en el lado contrario del festival, a donde corrieron cientos para poder presencial a las leyendas vivientes de los ochenta interpretar ¨¦xitos como Rosana y Africa, siendo ese uno de los momentos m¨¢s cat¨¢rticos de la velada.
Para cuando Billie Joe Armstrong, de la banda originaria de Oakland, California, apareci¨® con su caracter¨ªstica guitarra que us¨® en los noventa, cuando grab¨® su ¨¢lbum Dookie, la cuarta curva del Aut¨®dromo ya ten¨ªa decenas de miles de personas gritando con anticipaci¨®n. Green Day no pudo tocar su set de tres horas, pero lo adapt¨® quitando algunas de las canciones no tan conocidas. Aun as¨ª se logr¨® hacer un apropiado homenaje por los 30 a?os de Dookie y los 20 a?os de American Idiot. Hicieron saltar, gritar y llorar. En un momento el cantante se detuvo para ayudar a una joven que se quedaba sin aire, y le dio un abrazo en escenario. En otro subi¨® a alguien m¨¢s a cantar Know Your Enemy y casi al final us¨® de capa una bandera de M¨¦xico, afirmando que no volver¨ªan a Estados Unidos, sino que se quedar¨ªan aqu¨ª. Lamentablemente, tendr¨¢n que regresar a sus hogares, as¨ª como lo hicieron sus fans, quienes cansados y con sonrisas en sus caras, a¨²n se tendr¨ªan que enfrentar al tr¨¢fico, el transporte o el hambre post-festival. Al d¨ªa siguiente, algunos volver¨¢n para m¨¢s bandas, m¨¢s m¨²sica, y compartir m¨¢s recuerdos.
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