Detenido un yihadista que desde la c¨¢rcel intentaba reclutar a internos
El arrestado enfocaba su trabajo en reclusos cuyas condenas estaban a punto de finalizar
La primera operaci¨®n antiyihadista en Espa?a tras los atentados terroristas del 13 de noviembre en Par¨ªs se ha desarrollado en la c¨¢rcel de Segovia.?La polic¨ªa ha detenido este lunes a un preso que cumple condena por violencia de g¨¦nero y que, seg¨²n los agentes, trataba de captar a otros internos para que se unieran al llamado Estado Isl¨¢mico. El arrestado, considerado como una persona "totalmente radicalizada", enfocaba su trabajo en reclusos cuyas condenas estaban a punto de finalizar.
Se trata de la segunda fase de la Operaci¨®n Khalya, que el pasado 26 de octubre condujo a la detenci¨®n de los dos presuntos reclusos yihadistas que hab¨ªan mandado una carta amenazante a la sede del Partido Popular (PP), a mediados de septiembre. La nota, escrita a mano en ¨¢rabe con algunas frases en espa?ol, dec¨ªa: "Si Al¨¢ quiere, gran crimen para Mariano Rajoy". "En nombre de Abu Bakr al-Baghdadi [l¨ªder del califato del Estado Isl¨¢mico] explotar¨¢n bombas en el metro de Madrid y el de Barcelona", pod¨ªa leerse en otra parte. Tambi¨¦n conten¨ªa amenazas directas contra Esperanza Aguirre.
El detenido, de 42 a?os y originario de Marruecos, responde al nombre de A. Chiakhi y est¨¢ acusado de tratar de captar y adoctrinar internos para el Estado Isl¨¢mico con la intenci¨®n de formarles en los ideales de la organizaci¨®n terrorista.?Al arrestado tambi¨¦n se le acusa de un delito de amenazas, que hac¨ªa en nombre de Abu Bakr al-Baghdadi, m¨¢ximo dirigente de este grupo criminal, por su vinculaci¨®n a los dos anteriores internos detenidos. Chiakhi cumple condena por delitos en el ¨¢mbito de la violencia de g¨¦nero: dec¨ªa que su mujer "le pertenec¨ªa y que, por ser un buen musulm¨¢n, pod¨ªa hacer con ella lo que quisiera".
La detenci¨®n, a cargo de los agentes de la Brigada Provincial de Informaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional de Madrid, en colaboraci¨®n con la Secretar¨ªa General de Instituciones Penitenciarias, pone de manifiesto que las c¨¢rceles son un importante foco de radicalizaci¨®n islamista. Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Audiencia Nacional, en las c¨¢rceles espa?olas hay unos cien presos relacionados con actividades yihadistas y 80 m¨¢s est¨¢n siendo vigilados por riesgo de radicalizaci¨®n.
Los detenidos en el marco de la misma operaci¨®n eran Jalil, un marroqu¨ª nacionalizado espa?ol y crecido en el Barrio del Pr¨ªncipe de Ceuta, y un italiano que responde a las iniciales R. M., seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n. Ambos tienen "unos 30 a?os". El italiano cumpl¨ªa sentencia en la prisi¨®n de Segovia por "robo con violencia y asesinato". Y el ceut¨ª, "por robo con violencia" en el Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz), aunque en 2012 ya estuvo relacionado con una presunta c¨¦lula yihadista salafista, formada en prisi¨®n, que pretend¨ªa adoctrinar y captar a otros reclusos para que comulgasen con lo ideolog¨ªa del Estado Isl¨¢mico.
La Operaci¨®n Khalya, denominaci¨®n en ¨¢rabe de "celda", ha puesto de relieve la existencia de una c¨¦lula, que trataba de captar reclusos que cumpl¨ªan condena por delitos comunes y que finalizar¨¢n su condena en fechas recientes. "Pretend¨ªan acercarles a la ideolog¨ªa m¨¢s radical del yihadismo y aprovechar, en muchos casos, su descontento con la sociedad actual y falta de integraci¨®n en la misma, y adoctrinarlos en los postulados del autodenominado Estado Isl¨¢mico", aseguran fuentes cercanas a la investigaci¨®n.
Seg¨²n las mismas fuentes, los reclusos captados, en una fase m¨¢s avanzada del adoctrinamiento y ya fuera de prisi¨®n, habr¨ªan supuesto una importante amenaza: "Debido a su situaci¨®n personal, y al adoctrinamiento recibido, hubieran estado dispuestos a cometer atentados".
La operaci¨®n contin¨²a abierta, ya que la polic¨ªa sigue realizando gestiones para obtener datos relacionados con la posible relaci¨®n de los detenidos con otros entornos radicales yihadistas, tanto dentro como fuera de las prisiones, puesto que preocupa que Chiakhi hubiera podido contactar con reclusos que estuvieran en libertad y que hubieran podido ser captados y adoctrinados.
La c¨¢rcel, un nido de adoctrinamiento
Ha quedado patente en los actos terroristas llevados a cabo en los ¨²ltimos a?os por c¨¦lulas yihadistas en Europa que las prisiones son uno de los entornos de mayor ¨ªndice de radicalizaci¨®n y que m¨¢s preocupa a las autoridades. Las c¨¢rceles son consideradas como un nido de adoctrinamiento y captaci¨®n de grupos terroristas de corte yihadista.
Seg¨²n las investigaciones efectuadas por los servicios policiales de los diferentes pa¨ªses europeos, uno de los terroristas que atentaron el pasado enero contra Charlie Hebdo ingres¨® en una prisi¨®n gala en 2005, donde sufri¨® una verdadera radicalizaci¨®n que, a?os despu¨¦s, hizo que cometiera el terrible atentado contra el semanario sat¨ªrico. Se trata de Cherif, uno de los tristemente famosos hermanos Kouachi.
En la misma l¨ªnea de radicalizaci¨®n, dentro de los centros penitenciarios donde cumplieron sus condenas, estaba el terrorista Coulibaly, que actu¨® de forma coordinada con los hermanos Kouachi, matando en Par¨ªs a una funcionaria de polic¨ªa y atacando una tienda de productos para jud¨ªos, donde asesin¨® a varias personas inocentes hasta que fue abatido por las fuerzas de seguridad.
La radicalizaci¨®n yihadista llevada a cabo en prisi¨®n tambi¨¦n ocurri¨® en el caso del terrorista de Copenhague y en Ayoub El Khazzani, autor directo del atentado frustrado en el tren que cubr¨ªa el trayecto Amsterdam-Par¨ªs. En Espa?a, a pesar del control efectuado por los diferentes centros penitenciarios y a la labor y programas que desarrollan para el eficaz seguimiento de los reclusos "en riesgo de captaci¨®n", no siempre se ha conseguido evitarlo como evidencia esta ¨²ltima operaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.