El falso dilema en Podemos entre ganar y construir
Tras las elecciones, tocar¨¢ hacer autocr¨ªtica y evaluar seriamente los errores que hemos cometido
Dos semanas antes de que comenzara la campa?a de las elecciones municipales y auton¨®micas, Juan Carlos Monedero dimiti¨® de sus responsabilidades como miembro del consejo ciudadano de Podemos, para seguir colaborando con el proyecto, pero sin renunciar a una visi¨®n m¨¢s cr¨ªtica que la que se le permite a un dirigente. Ha coincidido casualmente que dos semanas antes de las elecciones generales hayan presentado su dimisi¨®n colectiva 19 miembros del consejo ciudadano de Euskadi, entre ellos yo mismo como secretario general. Cuando Monedero tom¨® su decisi¨®n, muchos pensaron que pod¨ªa perjudicar la campa?a, pero no fue as¨ª, porque Monedero sigui¨® colaborando desde la base. Mi intenci¨®n es la misma. Pienso que a d¨ªa de hoy Podemos es el instrumento del cambio en este pa¨ªs de pa¨ªses, por desgracia tan mal gobernado por una clase pol¨ªtica incompetente y corrupta, crecida al calor de un r¨¦gimen de bipartidismo con ventaja.?
Hace nueve meses, cuando las bases eligieron en Euskadi nuestro proyecto y nos eligieron a nosotros para dirigirlo, muchos consideraban el tablero vasco como el menos propicio para Podemos, pero nos hemos consolidado como la tercera fuerza en las elecciones forales y las ¨²ltimas encuestas fiables nos dan como el ¨²nico territorio en que Podemos est¨¢ en serio ascenso. Somos la ¨²nica comunidad en que se nos atribuye un n¨²mero de esca?os equivalente a la suma de PSOE y PP. Sin necesidad de alianzas y sin el apoyo de unos l¨ªderes estatales que ni una sola vez han visitado Euskadi, hemos construido un proyecto con perfil propio que ha desplazado a las otras fuerzas estatales y ha obligado a ponerse a la defensiva al PNV y a Bildu por primera vez. Nada de esto ha sido tenido en cuenta por la direcci¨®n estatal, que se ha negado a consensuar una soluci¨®n a los desacuerdos que arrastr¨¢bamos en materia organizativa y de discurso y al m¨¢s reciente sobre la articulaci¨®n de la confluencia que impulsamos con Equo. No pudiendo desarrollar el proyecto para el que nos hab¨ªan elegido las bases, deb¨ªamos dimitir.
A pesar de todo lo sucedido, sigo creyendo en este proyecto y votar¨¦ y pedir¨¦ el voto para Podemos. Votar¨¦ orgulloso a nuestras candidatas y candidatos al Senado, elegidos en primarias en circunscripci¨®n auton¨®mica y que representan a los inscritos vascos. Votar¨¦ por disciplina las candidaturas al Congreso, derivadas de la elecci¨®n en circunscripci¨®n ¨²nica estatal. Pero no me conformo con eso. Adem¨¢s de votar por el cambio, quiero militar en la nueva pol¨ªtica. Quiero que Podemos siga siendo el heredero de las utop¨ªas del 15M. Que no solo impulse otras pol¨ªticas, sino tambi¨¦n otras formas de hacer pol¨ªtica. Algunos me dicen que estamos en una ventana de oportunidad que no se va a volver a repetir y que lo importante ahora es ganar las elecciones; y que todo debe supeditarse a ese objetivo. Otros, en cambio, piensan que ser¨ªa un peligro ganar unas elecciones sin el respaldo de un partido con la suficiente fortaleza organizativa y democr¨¢tica para hacer factible el proyecto. Yo no estoy de acuerdo ni con unos ni con otros. No creo que debamos cometer el error de elegir entre fines y medios, ni tampoco entre fines a corto plazo y a m¨¢s largo. Ni debemos sacrificar el proyecto para ganar, ni debemos renunciar a la victoria por salvarlo.
Creo que ahora corresponde echar los restos en la campa?a e intentar ganar y conformar un Gobierno honesto que nos saque de este per¨ªodo oscuro de nuestra historia. Pero no podemos permitirnos m¨¢s errores. En primer lugar, creo que es preciso que nuestra campa?a sea diferente de las de los otros partidos, como lo fue en las anteriores elecciones: que sea pobre, que sea humilde, que sea sincera, que sea llevada por voluntarios y que sea cercana a las necesidades de la gente. Ni excesos, ni arrogancia, ni discursos huecos.
Y despu¨¦s tocar¨¢ hacer autocr¨ªtica. Tocar¨¢ evaluar seriamente los errores que hemos cometido. Y tocar¨¢ refundar la organizaci¨®n. Los presupuestos ¨¦ticos y los presupuestos pol¨ªticos que decidimos en la asamblea de Vistalegre deben permanecer en lo sustancial; no as¨ª los presupuestos organizativos. Necesitamos refundar Podemos sobre bases organizativas nuevas y adaptadas a las exigencias de una democracia participativa avanzada, por una parte y a la realidad de un Estado plurinacional, por otra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.