Pedro S¨¢nchez toma como aval el legado del PSOE
El candidato socialista defiende la renovaci¨®n con la experiencia
Pedro S¨¢nchez, candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, lleg¨® al debate de EL PA?S con la certeza de que iba a ser atacado por todos los flancos, y no por su presente y su proyecto, sino por el largo bagaje de su partido al frente de los Gobiernos de Espa?a durante 22 a?os. Su apuesta fue la defensa cerrada del legado de los Ejecutivos socialistas. Y no se arredr¨® a pesar de los ataques de sus oponentes. La baza de los contenidos la jug¨® a fondo, a pesar de que sus contrincantes no estaban por la labor de analizar el programa electoral del PSOE.
En el curso del debate, altern¨® pasado y futuro para situarse en el centro del tablero, y defender un proyecto renovado con la experiencia socialista al frente de unos Gobiernos durante los cuales Espa?a ha dado un salto adelante. Pedro S¨¢nchez aguant¨® el ataque sostenido de sus oponentes por la mochila de los Gabientes socialistas, pero opt¨® no solo por no renegar de la misma sino por reivindicar la labor de los expresidentes Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. De ambos resalt¨® las partes de su gesti¨®n m¨¢s generalmente aceptadas.
El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, fue referencia permanente de S¨¢nchez al tiempo que se revolv¨ªa alternativamente a derecha e izquierda, donde estaban situados los atriles de Albert Rivera y Pablo Iglesias respectivamente. Se apreci¨® enseguida cierta tensi¨®n en el aspirante socialista a La Moncloa aunque en competici¨®n con el representante de Ciudadanos, Albert Rivera. El pol¨ªtico del partido naranja se coloc¨® en una posici¨®n transversal en el af¨¢n de llegar a la mayor parte de la sociedad. Esa fue su intenci¨®n pero el l¨ªder socialista dio muestras ostensibles de no estar dispuesto a que el pol¨ªtico catal¨¢n sedujera a los sectores progresistas a los que aspira a convencer para que salgan de su indecisi¨®n o de la proclividad a votar a Rivera y voten al PSOE. "Las derechas propon¨¦is el copago...". Con ese plural, el l¨ªder socialista empujaba una y otra vez a Rivera al campo del PP. Hubo momentos de gresca dial¨¦ctica ante la intenci¨®n clara de Rivera de colocar en la misma l¨ªnea al PP y al PSOE. "Tu modelo Albert es la universalizaci¨®n de la precariedad laboral", le espet¨®. Al tiempo, el l¨ªder de Ciudadanos establec¨ªa el t¨¢ndem de los dos grandes partidos como parte del pasado.
Los puntos de ataque de S¨¢nchez a sus dos oponentes fueron por aspectos de sus programas, toda vez que ellos no tienen pasado. Su presente lo aprovech¨® al m¨¢ximo al reprochar a Pablo Iglesias que su partido "pacte con Bildu en Navarra".
Hubo tensi¨®n con ambos. Con Rivera lleg¨® a su c¨¦nit en el apartado territorial. Los reproches del pol¨ªtico catal¨¢n a algunos alcaldes del PSC por alinearse con los independentistas le parecieron desmesurados a S¨¢nchez al considerarlo anecd¨®tico. "No me llames independentista porque yo no digo que t¨² eres de extrema derecha, solo eres de derecha". Esta apreciaci¨®n, expresada en un tono ¨¢spero y de evidente enojo, no hizo sino remarcar la intenci¨®n de S¨¢nchez de situar a Rivera en el espacio ideol¨®gico de la derecha. No quiso dar la baza a Pablo Iglesias de situarlo en la izquierda sino que de manera impl¨ªcita lo empuj¨® hacia el extremo izquierdo. "Tu modelo es la Uni¨®n Sovi¨¦tica", le espet¨® al l¨ªder de Podemos que respondi¨® con una sonrisa ir¨®nica.
"No esperaba algo as¨ª de ti; confundes la nueva pol¨ªtica con la difamaci¨®n; Pablo no esperaba eso de ti". Este reproche doliente vino dado ante la afirmaci¨®n de Iglesias de que la exministra Trinidad Jim¨¦nez hab¨ªa sido fichada por Telef¨®nica.
S¨¢nchez puso su broche en l¨ªnea con el pespunteado de toda su actuaci¨®n: pasado y futuro. "Represento a millones de militantes y votantes socialistas con el orgullo de haber hecho juntos los mayores avances y transformaciones de Espa?a, y lo volveremos a hacer".
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