Socialdemocracia
Para Podemos la socialdemocracia es una forma caduca y falaz de izquierda que solo sirve para apuntalar al capitalismo
Alguna vez lo he contado. Con frecuencia he coincidido con Juan Carlos Monedero en horarios de clase. Recuerdo el cruce de saludos en que Juan Carlos, sonriente, me espet¨®: "?Qu¨¦ hay, socialdem¨®crata?" Respond¨ª: "?Qu¨¦? ?Has comprado ya los pl¨¢tanos para tu gorila?". Su fijaci¨®n ha persistido, porque el 1 de junio pasado me hizo llegar una invitaci¨®n para debatir con ¨¦l en La Tuerka¡ sobre socialdemocracia. Esta vez contest¨¦ que cuando quisiera, pero no en La Tuerka, sino en La Sexta. No hubo respuesta.?
Para Podemos la socialdemocracia es una forma caduca y falaz de izquierda que solo sirve para apuntalar al capitalismo. Aqu¨ª coprotagonizaba adem¨¢s con el PP la casta. Las coaliciones poselectorales han cambiado el panorama, pero sin abandonar la vieja t¨¢ctica de la Internacional, consistente en mantener la presi¨®n de desgaste y proselitista sobre el aliado. En esta competencia, como se vio en el debate televisivo, el PSOE lo tiene dif¨ªcil, y no solo porque el partido de la red se vuelque sobre su l¨ªder para obtener una aparente victoria. El programa del PSOE se atiene a lo que Maravall en su d¨ªa llam¨® "socialismo de lo posible", y no presenta atractivas ofertas de imposible cumplimiento, ni renuncia al sentido de Estado cuando aborda temas poco rentables como la uni¨®n frente al yihadismo o la defensa de un orden constitucional, de imprescindible reforma. Ni por pinta ni por ideas es Pedro S¨¢nchez un flautista de Hamelin, dispuesto a rascar votos como sea.
La socialdemocracia pas¨® malos tiempos desde la crisis, sin contar la corrupci¨®n. La marcha atr¨¢s no le funciona. El fracaso econ¨®mico de 2008-2011 no debe hacer olvidar, sin embargo, los pasados m¨¦ritos en la consolidaci¨®n de la democracia en Espa?a y en la obtenci¨®n de una ciudadan¨ªa social, luego erosionada por el Gobierno Rajoy. Ahora, con la recuperaci¨®n econ¨®mica, parece en cambio llegado el momento reformista, con el objetivo de invertir la grav¨ªsima deriva hacia la desigualdad de estos a?os, afirmar las pol¨ªticas p¨²blicas en sanidad y educaci¨®n cient¨ªfica y laica, corregir la degradaci¨®n del empleo, todo ello sin la quiebra de los equilibrios econ¨®micos impl¨ªcita en el izquierdismo. Dif¨ªcilmente puede abordarse esta tarea desde el programa de Ciudadanos.
Quedan en pie, no obstante, otros obst¨¢culos. La reforma federal del Estado resulta clara en cuanto a la exigencia del Senado como c¨¢mara territorial, y en el reconocimiento de las "singularidades", pero hay puntos oscuros. La lucha contra la desigualdad incluye el ingreso M¨ªnimo Vital, sin el populismo del man¨¢ universal de Podemos. Dos l¨®gicas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.