El visitador del candidato
Es posible que acuda a su casa un joven que, provisto de papeletas y carteles, intentar¨¢ convencerle de las bondades del programa del candidato al que representa
Cuando alguien llama a la puerta, lo habitual es que sea el cartero. En estas fechas prenavide?as suele ocurrir que quien toca el timbre sea el empleado del servicio de recogida de basuras en busca de su aguinaldo o el chico que, como cada a?o, da calendarios a cambio de una ayudita para la asociaci¨®n de discapacitados
Pero ahora tambi¨¦n es posible que acuda a su casa el visitador de los partidos pol¨ªticos. Ese joven que, provisto de papeletas y carteles, intentar¨¢ convencerle de las bondades del programa del candidato al que representa. Ding -dong. Tendr¨¢ que llamar dos veces ¡ªcomo el cartero de la pel¨ªcula protagonizada por Jack Nicholson¡ª y esperar, nervioso, a que le abran y no le den un portazo en las narices. Todo por un voto.
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