La estafa del joven Luisito

La Audiencia Provincial de Baleares ha condenado a siete a?os de prisi¨®n a Luis Rodr¨ªguez Toubes, conocido como Luisito, el joven?que estaf¨® a un matrimonio del municipio mallorqu¨ªn de Llucmajor convenci¨¦ndoles para que les donara quince fincas valoradas en 37,9 millones de euros para poder aparentar solvencia econ¨®mica ante una operaci¨®n inmobiliaria, y que, tras asegurarles que se las devolver¨ªa, se qued¨® finalmente con ellas. La defensa del joven no ha podido localizarle para comunicarle la sentencia y la citaci¨®n para este lunes, cuando se ha previsto, a petici¨®n de las acusaciones, una vista judicial.

La fiscal¨ªa y los abogados de la acusaci¨®n solicitar¨¢n el inmediato ingreso en prisi¨®n del condenado, sin esperar a que la sentencia sea firme. Estas partes creen elevado el riesgo de fuga, en especial tras las dificultades para localizar a Rodr¨ªguez de Toubes.

La pena es superior a los cuatro a?os que reclamaba la Fiscal¨ªa, mientras que la acusaci¨®n particular, ejercida por los afectados a trav¨¦s de los abogados Eduardo Valdivia y Jaime Campaner, solicitaba ocho a?os de prisi¨®n.

El acusado debe hacer frente al pago de 389.154 euros, cantidad por la que tambi¨¦n deber¨¢ responder su madre, Catalina Rossell¨®, como part¨ªcipe a t¨ªtulo lucrativo. El tribunal atribuye al acusado un delito continuado de estafa en su modalidad agravada de recaer sobre vivienda, mientras que le absuelve de otro de estafa impropia. El abogado del condenado ha mostrado ya su intenci¨®n de recurrir la condena ante el Tribunal Supremo.

La sentencia anula adem¨¢s las escrituras de los inmuebles que los perjudicados donaron al procesado, quien ten¨ªa 21 a?os en el momento de los hechos. Tambi¨¦n condena, en su caso a seis meses de prisi¨®n y al pago de una multa de 240.000 euros, al promotor Antonio Garau por un delito de blanqueo de capitales.

La Secci¨®n Primera considera probado que Toubes, junto a su madre, convenci¨® al matrimonio para que les comprara una finca que en realidad no era de su propiedad y que les cediera todos sus bienes, asegur¨¢ndoles que ¨¦stos les ser¨ªan devueltos.

En los denunciantes, el tribunal ha advertido "buena fe" y "un desconcierto tan grande ante lo sucedido que en ning¨²n modo podr¨ªa ser simulado". En su sentencia, la Sala muestra cierto recelo porque el joven, conocido como Luisito, fuese el destinatario de una donaci¨®n sin ser "ni siquiera es familiar directo consangu¨ªneo, ni el consabido ahijado, ni pariente por v¨ªa pol¨ªtica, ni amigo (ni siquiera sus padres lo son de los donantes) ni cuidador, sino a una persona con la que no ha existido nunca ninguna relaci¨®n ¨ªntima ni de amistad profunda, ni de cari?o, ni siquiera de afecto verdadero".

"Quer¨ªan donarme sus bienes"

Durante su declaraci¨®n en el juicio, Toubes manifest¨® que el matrimonio le dijo que "no ten¨ªan hijos y que les gustar¨ªa que su patrimonio quedara en manos de alguien de su misma cuerda, de su mismo nivel". "Quer¨ªan donarme sus bienes y me los fueron entregando poco a poco. Son peculiares, no son gente com¨²n", apunt¨®.

El tribunal llega a calificar de "realmente absurda y fiscalmente ruinosa" parte de las explicaciones de los abogados de Toubes y se?ala en su fallo que el joven se fue ganando la confianza de los perjudicados hasta que ¨¦stos "sucumbieron a sus planes". "El acusado sab¨ªa que [los afectados] ten¨ªan un inmenso patrimonio; por ello y s¨®lo por ello se acerc¨® a las v¨ªctimas, para despojarles de ese patrimonio", concluyen.

La sentencia destaca que los denunciantes, al desposeerse de su "ingente" patrimonio inmobiliario, valorado en casi 40 millones de euros, "se quedan sin su propia vivienda habitual, sin las rentas que generaba dicho patrimonio, con unas deudas millonarias con Hacienda y tambi¨¦n con el banco donde solicitaron el pr¨¦stamo, y por tanto en una clara situaci¨®n de desprotecci¨®n para hacer frente a la vejez".

Ante el hecho de que la defensa de Toubes apuntase a la imposibilidad de que su patrocinado estafara a nadie por el hecho de ser "un tirillas, que no pesa m¨¢s de 40 kilos ni mide m¨¢s de 1,50", la Sala muestra su dureza al aseverar que no es su tarea opinar sobre la apariencia f¨ªsica del acusado.