?A qui¨¦n votar¡ y por qu¨¦ no hacerlo?
Nunca una jornada de reflexi¨®n ha planteado tantas dudas en un escenario con indecisi¨®n disparada, nuevos partidos y nuevos votantes
La debilidad del bipartidismo, el porcentaje de indecisos reconocido por el CIS el 3 de diciembre ¡ª41,6%¡ª y la irrupci¨®n de Rivera e Iglesias sobrentienden un escenario electoral hipotecado a la volubilidad del sufragio. ?A qui¨¦n votar o por qu¨¦ no hacerlo? La pregunta transforma el 20-D en un escenario imprevisible, con m¨¢s raz¨®n cuando se presumen elecciones de participaci¨®n alta y cuando se incorporan al censo 1,5 millones de nuevos electores.?
El Partido Popular
S¨ª. La raz¨®n para votarlo es la recuperaci¨®n econ¨®mica, el incremento del empleo y la estabilidad pol¨ªtica que supondr¨ªa la reconfirmaci¨®n de Mariano Rajoy en la Moncloa. Se tratar¨ªa de reconocer en las urnas la resurrecci¨®n de la macroeconom¨ªa. El presidente hered¨® un pa¨ªs en situaci¨®n cr¨ªtica ¡ªdesempleo, prima de riesgo, d¨¦ficit, rescate al acecho¡ª y lo devuelve aseado, raz¨®n por la cual se justificar¨ªa una pr¨®rroga de cuatro a?os en una inercia de crecimiento.
No. Las estad¨ªsticas conviven con una fractura social. Salirse, se ha salido de la crisis, la cuesti¨®n es c¨®mo, qui¨¦nes y cu¨¢nto, sin olvidar que el presidente del Gobierno ha protagonizado un liderazgo de rodillo y de crispaci¨®n. Ha gestionado con negligencia y pasividad la crisis catalana y ha sido implacable con los recortes. No s¨®lo en Sanidad. La pol¨ªtica en Educaci¨®n y en Cultura ¡ªsubida del IVA del 8 al 21%¡ª ha sido vejatoria. Y ha sido ubicua la sombra de la corrupci¨®n.
El PSOE
S¨ª. Pedro S¨¢nchez representa un relevo generacional en un partido hist¨®rico con las credenciales de un pol¨ªtico honesto, elegido plebiscitariamente en unas primarias y abnegado en demostrar que el PSOE es la ¨²nica alternativa real al recambio del PP. Es la raz¨®n por la que apela al voto ¨²til, insistiendo en un programa que antepone la sensibilidad social y la defensa de lo p¨²blico.
No. ?Tiene Pedro S¨¢nchez altura de estadista para un tiempo de crisis institucional, pol¨ªtica, econ¨®mica, social y de emergencias terroristas? M¨¢s all¨¢ de la duda, el l¨ªder socialista no ha logrado suficiente cohesi¨®n en su propio partido ni ha podido contener el surgimiento de una fuerza pol¨ªtica de izquierdas, Podemos, cuya expectativa de voto amenaza con situar al PSOE en la peor posici¨®n de su historia. Pedro S¨¢nchez soporta m¨¢s los errores del pasado socialista que los propios.
Ciudadanos
S¨ª. Albert Rivera es el candidato robot ideal. Joven, pulcro, barcelon¨¦s y espa?olista, art¨ªfice de un partido a su imagen y semejanza que representa el cambio tranquilo, custodia la Constituci¨®n y emula la astucia de Su¨¢rez en los tiempos de la ¡°primera¡± transici¨®n. La segunda es el leitmotiv de un pol¨ªtico m¨¢s experto de lo que demuestra su edad, mimado por los medios y, seg¨²n el t¨®pico, bendecido por el Ibex.
No. La ambig¨¹edad de la bisagra es la gran duda de Ciudadanos en un partido que no es un partido todav¨ªa y que est¨¢ especulando con sus apoyos los gobiernos de Madrid (PP) y Andaluc¨ªa (PSOE). Demasiado progre para los conservadores, demasiado conservador para los progres, Rivera ha encontrado en el centro su sitio y sus dudas. Se le percibe como un liberal encubierto y se resiente su imagen de las posiciones en las pol¨ªticas de g¨¦nero y de inmigraci¨®n.
Podemos
S¨ª. La formaci¨®n de Pablo Iglesias ha tenido un efecto cat¨¢rtico. Ha puesto a cavilar el sistema con sus exigencias ¨¦ticas, pol¨ªticas y de transparencia. Ha sido por a?adidura un revulsivo en la izquierda y ha dotado de cuerpo y de programa el movimiento del 15-M. Las mareas han favorecido la inercia y han conquistado las plazas de Madrid y Barcelona, prefigurando una experiencia de gobierno con ambiciones nacionales.
No. Pablo Iglesias es el l¨ªder de un partido mutante. Tanto, que la ambici¨®n electoral ha rectificado la adhesi¨®n al chavismo, el anticapitalismo y el anti-atlantismo, dando forma as¨ª a un partido socialdem¨®crata que mud¨® conceptualmente de Suecia a Grecia cuando Tsipras fue llamado al orden por Angela Merkel. El problema de Podemos es el salto de la oportunidad al oportunismo.
Izquierda Unida
S¨ª. Alberto Garz¨®n tiene la virtud de la coherencia. Por eso rechaz¨® la invitaci¨®n de Podemos y erigirse en el rostro joven de un partido viejo reivindicando una ideolog¨ªa pacifista, anticapitalista y euroesc¨¦ptica que otorga al Estado superpoderes y que eleva los impuestos a las clases pudientes en la doctrina de la redistribuci¨®n de la riqueza. Quien vota a Garz¨®n sabe por qu¨¦ lo hace.
No. IU es una formaci¨®n en situaci¨®n ag¨®nica y fagocitada por Podemos que va a perder el rango de grupo parlamentario ¡ªel CIS le estima un 3,6% de voto¡ª y que plantea un programa voluntarista y anacr¨®nico.
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