El liderazgo del PSOE est¨¢ en manos de los indecisos
Solo si alcanza el estatus de l¨ªder de la oposici¨®n conseguir¨¢ Pedro S¨¢nchez aplacar la crisis larvada en el partido
?Qui¨¦n se juega m¨¢s en estas elecciones? La respuesta parece ser un¨ªvoca: el PSOE. El resultado determinar¨¢ si el partido que ha gobernado Espa?a m¨¢s a?os que ning¨²n otro desde la restauraci¨®n de la democracia recobra parte del liderazgo pol¨ªtico que tuvo y perdi¨® hace cuatro a?os. Si logra gobernar volver¨¢ a los tiempos de hegemon¨ªa y los nubarrones tambi¨¦n pueden disiparse si se alza con claridad como segunda fuerza y Pedro S¨¢nchez se convierte en l¨ªder de la oposici¨®n.
Pedro S¨¢nchez se la juega, y con ¨¦l, todo el PSOE. Solo si alcanza el estatus de l¨ªder de la oposici¨®n, el candidato socialista no ser¨ªa cuestionado por su organizaci¨®n, al menos, en un primer momento.
Los adversarios pol¨ªticos del PSOE no han dejado de recordar a S¨¢nchez ni un solo minuto que el tiempo de glorias y victorias de su partido no iba a recuperarse a partir de estas elecciones y que adem¨¢s su liderazgo iba a ser cuestionado tras las mismas. El PSOE y su secretario general no necesitaban tan machac¨®n recordatorio toda vez que son conscientes de la trascendencia para ellos de estas elecciones. Durante las ¨²ltimas semanas el pulso de la organizaci¨®n ha ido de menos a m¨¢s hasta el punto de albergar en algunos momentos la esperanza de que con tantos cientos de miles de indecisos respecto a votar al PSOE, a Ciudadanos o a Podemos, el resultado final fuera aceptable para que la crisis no se posara de lleno sobre el partido.
El testimonio de dirigentes territoriales del PSOE, de parlamentarios y de dirigentes nuevos y veteranos consultados por EL PA?S ha experimentado cierta evoluci¨®n a medida que avanzaba la campa?a. As¨ª la movilidad no se ha dado solo en la intenci¨®n de voto, seg¨²n todas las encuestas, sino tambi¨¦n en los criterios de cu¨¢les son los supuestos que pueden abrirse en este partido a tenor del resultado de las urnas. La principal novedad es el cambio en las expectativas, que se han tornado m¨¢s modestas si se compara la altura a la que se coloc¨® el list¨®n electoral tan solo hace un par de meses. Ahora ha bajado considerablemente.
Todo lo que no sea un centenar de esca?os, es decir, la p¨¦rdida solo de diez, ser¨ªa un fracaso. Esta era la pr¨¦dica general de comienzos del oto?o que se mantuvo hasta hace apenas tres semanas. La llegada a la pol¨ªtica de Podemos y Ciudadanos con una previsi¨®n de esca?os de entre noventa y cien entre los dos, hicieron ver la imposibilidad de que el PSOE obtuviera m¨¢s de noventa habida cuenta de que el partido de Pablo Iglesias se nutrir¨¢ esencialmente del voto socialista. Los interlocutores consultados, en la v¨ªspera de la apertura de las urnas, coinciden b¨¢sicamente en que acercarse a los noventa esca?os ser¨ªa un resultado ¡°digno¡± que deber¨ªa ir acompa?ado por otros complementos: subir del 20% de los sufragios y que el PSOE fuera segunda fuerza. Si eso fuera as¨ª, S¨¢nchez, ser¨ªa el l¨ªder de la oposici¨®n.
Estas expectativas hubieran sido ¡°una cat¨¢strofe¡± hace tres meses pero ahora son ¡°pasables¡±, en apreciaci¨®n de un bar¨®n territorial que tacha la campa?a de ¡°extra?a¡± y en la que el hostigamiento al PSOE ha sido la t¨®nica general. ¡°Pretendimos ir al t¨² a t¨² con Mariano Rajoy y el PP en exclusiva; hasta que nos dimos cuenta de que nos mord¨ªa Ciudadanos y nos dedicamos a ellos para llevarlos a su lugar, a la derecha, pero Podemos no paraba de comernos¡±, describe otro dirigente auton¨®mico en el intento de reflejar el asedio al que el PSOE se ha visto sometido. Est¨¢n convencidos de que detuvieron la fuga de voto progresista hacia Ciudadanos pero saben que el trasvase torrencial se dirige a Podemos. Si los indecisos se decantan por el PSOE, aunque no gane las elecciones, la crisis larvada no estallar¨¢.
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