El PP gallego encaja el peor resultado de su historia en unas generales

M¨¢s negra que nunca ha sido la noche electoral de estas generales para el PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o. Con solo diez diputados, cinco menos que en 2011, la formaci¨®n se ha quedado incluso lejos de las 12 actas que se propuso para salvar los muebles en estos tiempos dif¨ªciles. El 20-D deja en Galicia tambi¨¦n una fuerte irrupci¨®n de En Marea, la coalici¨®n de Podemos, Esquerda Unida y Anova apoyada por las mareas municipales, que con seis representantes ha empatado con el PSdeG-PSOE aunque le ha arrebatado el segundo puesto rebas¨¢ndole en sufragios. Los socialistas que lidera Jos¨¦ Ram¨®n G¨®mez Besteiro mantienen as¨ª los resultados de 2011 en diputados, aunque han bajado seis puntos en porcentaje de voto.

Ni siquiera la falta de tir¨®n de Ciudadanos en Galicia ha servido para que el PP resistiera m¨¢s la embestida. El partido de Rivera ha presentado a candidatos desconocidos que han eludido presentar propuestas propias sobre los problemas singulares de la comunidad, pero ha logrado un esca?o por A Coru?a. Los populares, con un 37% de los sufragios, caen 15 puntos con respecto a 2011 y hay que remontarse a 1982, con Alianza Popular, para encontrar un porcentaje tan bajo. En su comparecencia, Feij¨®o ha calificado el resultado de "bastante razonable" y ha asegurado que la ca¨ªda en Galicia no ha sido mayor gracias a los cambios que ¨¦l ha introducido en su acci¨®n de gobierno desde el batacazo de las municipales de mayo.

Las urnas han situado tambi¨¦n al BNG en el lado amargo de esta jornada electoral. La formaci¨®n nacionalista, que concurr¨ªa integrada en N?S-Candidatura Galega, pierde sus dos diputados en el Congreso, una representaci¨®n que manten¨ªa desde 1996, y lo hace despu¨¦s de sus negociaciones frustradas para presentarse a estos comicios en alianza con las mareas.

El 20-D pasar¨¢ a la historia electoral de Galicia por la ruptura del bipartidismo en las dos provincias del interior, Lugo y Ourense, unos territorios que hasta este domingo repart¨ªan sus esca?os solo entre PP y PSOE. En Marea ha logrado un diputado por cada una de estas circunscripciones, tradicional caladero de votos de los populares, y ha sido precisamente al partido de Feij¨®o al que ha arrebatado las dos actas.

La ca¨ªda m¨¢s pronunciada en porcentaje de voto del PP gallego se ha producido en A Coru?a y Pontevedra, las provincias m¨¢s urbanas, donde ha retrocedido 16 puntos. En la circunscripci¨®n coru?esa, los populares han perdido dos de los cinco diputados que obtuvo en las anteriores generales. Frente al repliegue conservador, el avance urbano de En Marea desplaza incluso al PSOE. La coalici¨®n ha sido segunda fuerza en todas las ciudades menos Vigo, donde ha sido la m¨¢s votada, y en A Coru?a y Ferrol le pisa adem¨¢s los talones a los populares.

Una de las grandes sorpresas con respecto a las municipales de mayo ha sido el resultado en Vigo. Si en A Coru?a las mareas y el PP han mantenido otra vez una estrecha disputa por ser la fuerza m¨¢s votada, en la ciudad m¨¢s grande de Galicia el PSOE se ha desplomado. En Marea se ha erigido en el partido m¨¢s votado, con los populares detr¨¢s y los socialistas en tercer lugar. En los comicios locales, el ahora alcalde por el PSdeG, Abel Caballero, obtuvo una abultada mayor¨ªa absoluta, un apoyo al partido del pu?o y la rosa que ahora se ha desvanecido.

La participaci¨®n ha alcanzado en Galicia una cota m¨¢s elevada que en 2011, especialmente en Ourense, donde la abstenci¨®n ha pasado del 42% de 2011 al 27% de este domingo. La afluencia a las urnas ha crecido en el conjunto de la comunidad diez puntos. ¡°Siempre que hay cambio, viene asociado a una alta participaci¨®n¡±, vaticinaba un portavoz de En Marea al conocer los datos de movilizaci¨®n de los electores.

Ya con los colegios electorales cerrados, los sondeos a pie de urna avanzaban al PP un resultado hist¨®ricamente malo en Galicia, entre nueve y diez esca?os. El ¨²ltimo sondeo del CIS antes de arrancar la campa?a electoral aventur¨® tambi¨¦n la ca¨ªda hist¨®rica del PP de 15 a 10 diputados, el empate entre el PSdeG-PSOE y En Marea a seis esca?os y la desaparici¨®n de la representaci¨®n del BNG en el Congreso.

Nuevo panorama para las auton¨®micas

Con elecciones auton¨®micas en 2016, los resultados de la cita electoral de este domingo marcar¨¢n en Galicia el tablero pol¨ªtico de forma especialmente inmediata. El l¨ªder los populares gallegos, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, tendr¨¢ que decidir si opta a un tercer mandato en la Xunta, una puerta que el presidente gallego se ha preocupado por mantener siempre entreabierta.

Tras el batacazo que sufri¨® el PP en las municipales de mayo, Feij¨®o reaccion¨® anunciando un cambio de caras en el partido y un giro social en sus pol¨ªticas que ha concretado en bajadas fiscales, medidas de asistencia a desahuciados y ayudas familiares, preocupado por la tendencia al alza de las mareas y la erosi¨®n sufrida por los populares, en el gobierno de la Xunta desde 2009. El congreso en el que los conservadores gallegos decidir¨¢n esa nueva direcci¨®n llamada a pilotar el partido en tiempos dif¨ªciles se celebrar¨¢ por primera vez antes de los comicios auton¨®micos, seg¨²n han anunciado los populares, un movimiento que algunos en la formaci¨®n encuadran en la intenci¨®n de Feij¨®o de dejar su candidatura a la reelecci¨®n en el aire.

El PSdeG tambi¨¦n afronta un 2016 complicado pese a haber resistido en las votaciones de este domingo, ya que su secretario general, Jos¨¦ Ram¨®n G¨®mez Besteiro, aspirante a candidato a la Presidencia de la Xunta, est¨¢ imputado por cuatro delitos, uno de ellos cohecho, dentro de la Operaci¨®n Garo?a de supuesta corrupci¨®n urban¨ªstica en Lugo. Tras fracasar el intento del dirigente socialista de apartar a la juez que lleva el caso, el PSOE deber¨¢ tomar una decisi¨®n sobre el cabeza de cartel con el que competir¨¢ por volver al gobierno de la Xunta, del que fue desbancado en 2009 por el PP de Feij¨®o tras cuatro a?os de coalici¨®n con el BNG. La fuerza nacionalista con la que se coalig¨® entonces se enfrenta tambi¨¦n ahora, sin representaci¨®n en el Congreso, a graves dificultades.