La fragmentaci¨®n pol¨ªtica obstruir¨¢ la reforma de las leyes y la Constituci¨®n

La enorme fragmentaci¨®n del Congreso de los Diputados tras las elecciones generales del 20 de diciembre va a dificultar la aprobaci¨®n de leyes y va a hacer pr¨¢cticamente imposible cualquier iniciativa de reforma constitucional que no cuente con el consenso de los cuatro grandes partidos salidos de los comicios: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. Todo ello si se cumple una premisa b¨¢sica: que los partidos alcancen un acuerdo para formar Gobierno y se evite la convocatoria de nuevas elecciones, algo que, con el resultado electoral en la mano, parece diab¨®licamente complicado.

La modificaci¨®n legal m¨¢s ambiciosa de cuantas han planteado todos los grandes partidos excepto el PP, la reforma de la Constituci¨®n, ser¨¢ tremendamente complicada con el panorama parlamentario salido del 20-D. El PSOE planteaba, entre otras medidas, avanzar hacia un estado federal, incrementar la proporcionalidad del sistema electoral o eliminar la preferencia del var¨®n sobre la mujer en la sucesi¨®n a la Corona. Ciudadanos abogaba por incluir medidas recentralizadoras, as¨ª como suprimir el Senado y las Diputaciones Provinciales. Por su parte, Podemos habla del derecho de autodeterminaci¨®n de los territorios de Espa?a o la garant¨ªa de los derechos a la vivienda o a los suministros b¨¢sicos para una vida digna.

M¨¢s all¨¢ de que las reformas que plantean los partidos dispuestos a reformar la Constituci¨®n vayan en sentido opuesto o vayan en el mismo sentido pero con alcance distinto, la pura aritm¨¦tica dificulta la modificaci¨®n de la Carta Magna. El T¨ªtulo X de la Constituci¨®n exige una mayor¨ªa de tres quintos del Congreso y el Senado para aprobar las reformas constitucionales ordinarias, y en caso de no lograrse esta cifra, rebaja el list¨®n a la mayor¨ªa absoluta del Senado pero sube a dos tercios la del Congreso.

Estas mayor¨ªas reforzadas hacen que el PP ¡ªque con 123 esca?os tiene m¨¢s de un tercio de los diputados del Congreso y goza de mayor¨ªa absoluta en el Senado¡ª sea imprescindible para cualquier reforma de la Carta Magna.

Pero ni siquiera el concurso del PP en una modificaci¨®n constitucional garantiza que esta salga aprobada finalmente. El art¨ªculo 167 establece que la reforma ser¨¢ sometida a refer¨¦ndum si lo pide una d¨¦cima parte de los miembros de cualquiera de las C¨¢maras, esto es 35 diputados y 27 senadores. Hasta ahora, solo PP y PSOE contaban con grupos parlamentarios tan numerosos. Ahora, adem¨¢s de los dos partidos tradicionales, Podemos y Ciudadanos superan esa barrera. As¨ª, podr¨ªa darse el caso de que si PP y PSOE, que suman 213 diputados, tres m¨¢s que los tres quintos de la C¨¢mara, pactaran una reforma, como cuando en 2011 sustituyeron ¨ªntegramente el art¨ªculo 135, cualquiera de los otros dos partidos pudieran forzar que esta fuera refrendada por los ciudadanos.

Para la reforma de las leyes org¨¢nicas, que desarrollan los art¨ªculos de la Constituci¨®n, se exige mayor¨ªa absoluta en el Congreso. En la pasada legislatura, el PP modific¨® las leyes org¨¢nicas del Poder Judicial ¡ªpara limitar la justicia universal¡ª, la del C¨®digo Penal ¡ªpara introducir la prisi¨®n permanente revisable¡ª, la de Enjuiciamiento Criminal ¡ªpara acortar el plazo de investigaci¨®n de las causas¡ª o la del Tribunal Constitucional, entre otras. En la legislatura que se abre tras el 20-D estas modificaciones se van a hacer mucho m¨¢s complicadas.