Mujeres con derecho a elegir
El hijo de Carolina Bescansa vel¨® la condena de Patx¨ª L¨®pez a la violencia machista y la loa a la igualdad
En la Capilla Sixtina se puede dar de mamar. Con permiso del Papa, sin aspavientos. Hacerlo en el Congreso es, por lo visto, un esc¨¢ndalo. No era la primera vez que un beb¨¦ irrump¨ªa en el Congreso. Pero ayer, el hijo de la podemita Carolina Bescansa, al que amamant¨®, se convirti¨® en centro de todas las miradas. Y comentarios.
La diputada, y el partido, alegaron su intenci¨®n de visibilizar ¡°lo que hay en la calle¡± como gesto simb¨®lico y reivindicativo de ¡°aquellas mujeres que han de conciliar vida familiar y personal y vida laboral y no pueden hacerlo¡±. Desde luego, consigui¨® abrir el debate, que se hablara de la guarder¨ªa del Congreso y de las dificultades de las madres trabajadoras. El gesto hubiera estado bien si el ni?o no hubiera ido de mano en mano, de brazo en brazo, por toda la fila de diputados podemitas posando para las fotos. S¨ª, como en la calle misma, los beb¨¦s son arropados por amigos, colegas y compa?eros. Pero lejos queda entonces la reivindicaci¨®n. Y de ah¨ª a considerarlo ¡°lamentable¡±...
El problema es que no todas las mujeres tienen derecho a elegir si amamantan o no a sus hijos en sus puestos de trabajo. Y que la normalidad solo llegar¨¢ el d¨ªa que un se?or acuda con su beb¨¦ y no sea noticia.
Buscaron simbolismo y consiguieron espect¨¢culo porque para las mujeres, sean madres o no, quiz¨¢ las palabras del reci¨¦n elegido presidente del parlamento, Patxi L¨®pez, sean mucho m¨¢s importantes que el gesto del ni?o en brazos: la condena a la violencia machista y el recuerdo a Clara Campoamor ¡°que luch¨® para abrir la puerta de este hemiciclo a media Espa?a marginada. A las mujeres¡±.
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