Rajoy prepara al PP para el fracaso de su oferta de pacto a S¨¢nchez

¡°No est¨¢ previsto nada y tampoco descartado, ?va a llover?: no se sabe¡±. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, respondi¨® este lunes as¨ª a su estilo en RNE a la pregunta del periodista Alfredo Men¨¦ndez de si piensa volver a ver en breve al l¨ªder de la oposici¨®n, Pedro S¨¢nchez. M¨¢s tarde en el PP, sus colaboradores, precisaron que esa respuesta significa que no volver¨¢ a verle a solas ni le llamar¨¢ siquiera hasta que se convoque el primer pleno para la investidura en la que Rajoy presentar¨¢ su candidatura.

Todo apunta a que el l¨ªder del PP se reserva para esa jornada la exposici¨®n p¨²blica de las ofertas de reformas que quiere plantear al PSOE y Ciudadanos, en un pleno que podr¨ªa convocarse a finales de enero o la primera semana de febrero tras culminar este viernes la primera ronda de conversaciones del rey Felipe VI con los distintos l¨ªderes pol¨ªticos.

Rajoy mantiene su teor¨ªa de que la opci¨®n m¨¢s sensata, razonable y buena para mantener el rumbo de crecimiento y creaci¨®n de empleo actual es un pacto de mayor¨ªa amplia con PSOE y Ciudadanos, incluso aunque esos dos partidos se quedasen fuera del Gobierno. Su idea es fijar una serie de criterios b¨¢sicos sobre los contenidos comunes que suscribir¨ªan todos. Una agenda que suele resumir en la soberan¨ªa nacional, la unidad de Espa?a, la igualdad de todos los espa?oles, Europa, la preocupaci¨®n por sostener las actuales pol¨ªticas econ¨®micas y el objetivo de d¨¦ficit y ahora la mejora de los pilares del Estado del Bienestar y hasta del sistema educativo. No asume a¨²n en su gui¨®n la reforma de la Constituci¨®n que reclaman los dem¨¢s partidos, y que el PP no llev¨® en su programa, pero tampoco se niega.

Rajoy acusa por un lado de hablar mucho y criticarle todo el tiempo a S¨¢nchez, en una estrategia que entiende ¡°no sirve para nada¡± y, por otra parte, le ofrece el cebo de que est¨¢ dispuesto a hablar de todo.

En esa l¨ªnea, el m¨¢ximo dirigente popular sostuvo casi al mismo tiempo que para ¨¦l la derogaci¨®n de su reforma laboral como exige el PSOE es un punto rojo intocable y tambi¨¦n que es posible encontrar una v¨ªa de acuerdo sobre muchas cuestiones ¡°porque hay un margen enorme para el entendimiento¡±.

En realidad Rajoy y sus equipos de confianza en La Moncloa y el PP ven a S¨¢nchez enquistado en su oposici¨®n y se preparan ya para un anticipo electoral, que podr¨ªa concretarse en elecciones a finales de mayo.

Es por esa raz¨®n por la que Rajoy y el PP han optado por arremeter con la m¨¢xima dureza contra los intentos variados de S¨¢nchez de hacer gestos a Podemos y otras fuerzas de izquierdas y nacionalistas, como el pr¨¦stamo de esca?os en el Senado para formar grupo propio tanto a ERC como a Democracia i Llibertat (antigua Convergencia). Rajoy lleg¨® a recordar ayer el Pacto del Tinell que firmaron en Catalu?a en 2003 PSC, ERC e Iniciativa para marginar al PP y para impulsar a Pasqual Maragall como presidente.

Ante el escenario de otras elecciones, el PP no quiere ser pillado por sorpresa ni pasivo. Esta misma semana miembros de la direcci¨®n nacional participar¨¢n en 13 juntas directivas regionales o provinciales. La semana pasada ya hicieron lo mismo. Rajoy, adem¨¢s, se reserva para poner en marcha lo que el vicesecretario de Acci¨®n Sectorial, Javier Maroto, define como la ¡°agenda social del PP¡± y que traduce en una nueva forma de hacer pol¨ªtica acerc¨¢ndose y escuchando a todos los colectivos sociales y saliendo m¨¢s del despacho y a la calle.