Los referentes

En plena campa?a electoral de 2011, ya herido de muerte pero l¨²cido hasta el ¨²ltimo momento, dos amigos acuden a ver a Javier Pradera y hablan con pasi¨®n sobre algunos de los cambios pol¨ªticos que se preve¨ªan. Javier, a pesar de sus escasas fuerzas, lo pon¨ªa como siempre todo en cuesti¨®n y en un momento determinado de la discusi¨®n, la quiso zanjar y lo hizo acudiendo al ¨²ltimo argumento de autoridad posible para ¨¦l: "?Llamad a Paco Rubio!", les dijo.

Francisco Rubio Llorente, Javier Pradera. Dos de los referentes de sus contempor¨¢neos y de la generaci¨®n siguiente. Tan amigos entre s¨ª. Nuestros pigmaliones. Referentes no s¨®lo profesionales (el constitucionalismo, en el caso del primero) sino intelectuales y morales. Cu¨¢ntas veces, en estos a?os b¨¢rbaros, nos hemos dirigido a Rubio Llorente para que nos iluminase sobre el encaje de Catalu?a, las sentencias del Tribunal Constitucional, la reforma del alto tribunal, su composici¨®n, Venezuela (donde vivi¨®), la ley mordaza, la reforma de la Constituci¨®n de 1978, con la que tanto tuvo que ver, etc¨¦tera. Para que escribiese m¨¢s, para que interviniese p¨²blicamente m¨¢s, para que se dejase entrevistar de modo que su mensaje permease con profundidad en el mundo de la pol¨ªtica y de lo p¨²blico, que tanto respetaba. Forzando su m¨¢quina pero conocedores de que era el m¨¢s sabio, el que ten¨ªa m¨¢s sentido com¨²n, el que era m¨¢s garantista con los procedimientos. El que m¨¢s era escuchado. En definitiva, para que nos ayudase a sacarnos del atolladero en el que estamos. Durante a?os perteneci¨® al consejo editorial del grupo Prisa. Jes¨²s Polanco, que le admiraba, le hac¨ªa mucho caso.

Como cada mes desde hace muchos, este pr¨®ximo mi¨¦rcoles se ten¨ªa que reunir la que sus componentes autodenominan tertulia Rubio Llorente. Algunos de los que participan en ella son lo mejor de cada casa en este pa¨ªs (otros referentes), y sus disc¨ªpulos, que van para aprender. Constitucionalistas, pol¨ªticos, polit¨®logos, fil¨®sofos, escritores, periodistas, cient¨ªficos,... reunidos alrededor del maestro. La tertulia no comenzaba nunca hasta que aparec¨ªa Paco Rubio, al que se le adjudicaba la presidencia por ser el mayor en edad, dignidad y gobierno. El reconocimiento expl¨ªcito al mejor.

Hace unas semanas, el Consejo de Estado, que presidi¨®, colg¨® el cuadro que la pintora Mar¨ªa Bisbal, una disc¨ªpula de Hern¨¢n Cort¨¦s, le hab¨ªa hecho. All¨ª, rodeado de su familia y muchos de sus amigos, don Francisco Rubio Llorente, ya diezmado por la salud, dio su ¨²ltima lecci¨®n p¨²blica. Mientras hablaba no se mov¨ªa una mosca.