Rajoy se benefici¨® pol¨ªticamente del enorme poder del PP valenciano

El retrato que hacen ahora los dirigentes del PP valenciano de Alfonso Rus, el imputado e investigado presidente del partido en la provincia de Valencia desde 2007, explica qu¨¦ le ha ocurrido a esa organizaci¨®n en otro tiempo envidiada y mod¨¦lica. Rus, de hecho, no es un pata negra del PP ni de AP. En los primeros ochenta, milit¨® en las filas populares y en el CDS, pero luego mont¨® su propia Agrupaci¨®n Independiente de X¨¤tiva (Aix). Entonces ya era millonario, conduc¨ªa dos ferraris y fumaba habanos. Sin estudios, hijo de una familia de comerciantes, hizo el dinero de financiar en su tienda de electrodom¨¦sticos los aparatos a todos los vecinos que sufrieron las inundaciones del pantano de Tous en 1982.

En 1995, a trav¨¦s de un hermano de Mariano Rajoy, conoci¨® al entonces vicesecretario general del PP, que le afili¨® y se cautiv¨® de su personalidad campechana, simp¨¢tica y de su don de gentes. En las municipales de ese a?o, ya dentro del PP, arras¨® y desde entonces camp¨® a sus anchas durante estos 20 a?os primero en X¨¤tiva y luego como presidente de la Diputaci¨®n y el partido en toda la provincia.

El caso de Rus en Valencia pod¨ªa extenderse a lo que sucedi¨® en esas d¨¦cadas en Castell¨®n con el ahora detenido Carlos Fabra o en Alicante con Joaqu¨ªn Ripoll, imputado por el caso Brugal. El PP valenciano aportaba votos, militantes y poder.

Un responsable del PP valenciano que vivi¨® de cerca esa etapa, y las privilegiadas relaciones de Rajoy primero con Zaplana, luego con Camps, siempre con Rita Barber¨¢ y m¨¢s tarde con Rus, ofrece ahora una explicaci¨®n sociol¨®gica y econ¨®mica a que 154 de los 353 imputados totales que tiene el PP en distintas tramas de corrupci¨®n en toda Espa?a sean precisamente de esa comunidad, seg¨²n estudios independientes. La pregunta se ha difuminado estos d¨ªas por todo el pa¨ªs: ?Qu¨¦ le pasa al PP valenciano?

¡°Han sido muchos a?os de Gobierno, con mayor¨ªas absolutas, y con una necesidad imperiosa de crecer en todos los sentidos, marcados desde el principio por Zaplana con el objetivo de quitarse el complejo de comunidad segundona y dependiente de Catalu?a, con mucho dinero, y en la que se ha metido en el seno de la organizaci¨®n a muchas personas sin ning¨²n tipo de escr¨²pulos y eso lo ha contagiado todo¡±, concluye uno de los m¨¢ximos dirigentes del PP en la comunidad.

El PP valenciano, adem¨¢s, no era ni es una agrupaci¨®n cualquiera. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar lo entendi¨® r¨¢pido, cuando aup¨® a Zaplana en 1995 y renov¨® la apuesta por Barber¨¢ para la alcald¨ªa. Rajoy no solo cuid¨® ese huerto, sino que lo consider¨® propio.

"Te quiero, Alfonso"

En la primavera de 2008, Rajoy fue derrotado por el socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero por segunda vez en unas elecciones generales. El PSOE sum¨® 169 esca?os y el PP se qued¨® en 154. Rajoy lleg¨® a preparar las maletas en su despacho de G¨¦nova 13. La misma noche electoral Esperanza Aguirre dispar¨® a sus huestes medi¨¢ticas y pol¨ªticas. En un comit¨¦ ejecutivo del PP le lanz¨® a Ignacio Gonz¨¢lez, su segundo, con un discurso muy duro en su cara. Luego, en un foro del Abc, desgran¨® su famosa diatriba del "no me resigno" y con el congreso del partido ya convocado ese a?o en junio y precisamente en Valencia sopes¨® sus opciones para presentar una candidatura alternativa, con las destemplanzas de Aznar ya p¨²blicas.

Rajoy llam¨® a Camps, que ya se hab¨ªa desembarazado de Zaplana, y logr¨® sus determinantes votos, que correspond¨ªan a los 150.000 afiliados de su organizaci¨®n, la segunda en importancia del PP. Los sum¨® a los del eterno Javier Arenas, que acarre¨® desde Andaluc¨ªa los 162.000 militantes de la primera federaci¨®n del PP y gan¨® el c¨®nclave con el 84% de los votos. Enterr¨® a su rival y sepult¨® a la disidencia, hasta ahora.

Pocos meses antes de aquel decisivo congreso, Rajoy visit¨® Valencia y recibi¨® de Rus un piropo en p¨²blico: ¡°I love you¡±. Rajoy le contest¨® desde el atril: ¡°Yo te quiero Alfonso, co?o, te quiero¡±.