¡°La reacci¨®n al atentado cambi¨® la hoja de ruta de la Transici¨®n¡±

Jaime Sartorius fue el abogado que asumi¨® la acusaci¨®n particular contra los asesinos de los abogados del despacho de la calle de Atocha (Madrid) en enero de 1977. Esta tarde amigos suyos le rinden homenaje por su aportaci¨®n a la libertad en este pa¨ªs, su compromiso con la reconciliaci¨®n nacional en la dictadura y la transici¨®n a la democracia ¡°y por su intachable dedicaci¨®n profesional al ejercicio de la abogac¨ªa¡±. Emocionado por el gesto habl¨® ayer con EL PA?S. El homenaje ser¨¢ esta tarde, a las siete, en el C¨ªrculo de Bellas Artes. Intervendr¨¢n Nicol¨¢s Sartorius, Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano, Manuela Carmena, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo y Emilio Lled¨®.

Pregunta. Lo toma como ¡°un homenaje inesperado¡±.

Respuesta. S¨ª, a toda la agrupaci¨®n de abogados del Partido Comunista de Espa?a (PCE).

P. ?Qu¨¦ hicieron?

R. La de Madrid ten¨ªa 153 adscritos cuando se legaliz¨® el PCE. Fueron claves para constituir Comisiones Obreras. Asumieron la defensa de los represaliados. Y algunos de sus compa?eros fueron v¨ªctimas del desgraciado atentado de Atocha, que supuso un antes y un despu¨¦s de la llegada de la transici¨®n.

P. ?Qu¨¦ supuso para ustedes ese atentado?

R. Algo muy doloroso. Nos movi¨® luego aquel silencio de la gente en la enorme manifestaci¨®n; esto cambi¨® la hoja de ruta, hasta entonces casi inexistente, de la Transici¨®n.

P. ?Sintieron miedo?

R. Yo tuve miedo toda mi vida, un miedo superable. En ese momento, todo era peligroso, pero hab¨ªa que aguantar. Cuando detuvieron a Santiago Carrillo la polic¨ªa fue brutal, con los que fuimos a protestar y con los manifestantes. Los polic¨ªas estaban como lobos, hubo palos. Y la gente sali¨® a la calle, dispuesta a hacer sacrificios por la democracia. Todav¨ªa me emociona recordarlo.

P. La reacci¨®n al atentado cambi¨® la ruta del camino a la democracia. ?Por qu¨¦?

R. Porque se logr¨® la legalizaci¨®n del PCE y el avance del proceso democr¨¢tico. Sin eso todo habr¨ªa sido mucho m¨¢s dif¨ªcil.

P. Se puso de manifiesto el rostro de los nost¨¢lgicos del r¨¦gimen.

R. Eso s¨ª. Quisieron circunscribirlo al sector del transporte. Nosotros no estamos convencidos de eso. Fui abogado de la acusaci¨®n particular; ten¨ªamos los n¨²meros de las pistolas de las que salieron las balas. El juez [de la Audiencia Nacional] Rafael G¨®mez Chaparro no nos dej¨® investigar nada. Para m¨ª, detr¨¢s de los atentados [fueron asesinados cinco abogados y un sindicalista] estaban los servicios de Presidencia del Gobierno.

P. Y no hubo forma despu¨¦s de resucitar el juicio.

R. Lo que pasa es que desde entonces miramos m¨¢s al futuro que al pasado, esa es la verdad. Legalmente estar¨ªa prescrito.

P. Dice que ese episodio fue clave para la Transici¨®n. ?Le dej¨® satisfecho ese proceso democr¨¢tico?

R. En conjunto s¨ª. Fuimos conscientes de los peligros que acarreaba. El paso fue monumental. No se ha explicado bien lo que fue. Los aparatos del Estado estaban en contra de que se abriera el pa¨ªs, hubo varios intentos de golpe, el Rey se ech¨® a la espalda al Ej¨¦rcito, para neutralizarlo, los militares se fueron del Gobierno jurando contra los comunistas¡­ Pudo haber un ba?o de sangre, que se conjur¨®. Ese era el peligro.