23-F: defender la democracia

Hay im¨¢genes que se quedan grabadas en la memoria como labradas en piedra. Una de ellas es la que millones de espa?oles y espa?olas nunca olvidaremos, la del teniente coronel Tejero, pistola en mano, en la tribuna de oradores del Congreso.

Hoy se cumplen 35 a?os exactos de aquel d¨ªa negro en el que estuvimos a punto de volver a perder la libertad que casi no hab¨ªa empezado a caminar entre nosotros. La sombra de la dictadura era a¨²n muy larga y la ilusi¨®n de construir la democracia avanzaba junto al miedo y los sublevados del 23-F quisieron convertir, otra vez, la democracia y la libertad en un sue?o roto.

Han pasado 35 a?os y para muchos j¨®venes este ser¨¢ otro dato de los libros de historia que han aprendido sin haberlo vivido. Hoy nadie puede imaginar que el Ej¨¦rcito sublevado detenga y secuestre a todo el Gobierno y a todos los representantes populares. Estamos viviendo la ¨¦poca m¨¢s larga de libertad y progreso de nuestra historia. Pero no fue f¨¢cil asentar la democracia y las instituciones democr¨¢ticas. No pasamos de la dictadura a la democracia en una noche. Fue un proceso de avances y retrocesos. Pero fue, sobre todo, un proceso de acuerdos entre diferentes.

Y ese ir abandonando la dictadura para recuperar la libertad tiene un hito fundacional: la Constituci¨®n de 1978. Nuestra Constituci¨®n, que yo hoy reivindico con el mismo orgullo que manifestaron millones de espa?oles y espa?olas que salieron a la calle el 27 de febrero de 1981 para defender la libertad y la democracia frente a la involuci¨®n totalitaria.

Y hoy que estamos viviendo momentos de larga crisis global, de desesperanza para mucha gente y de incertidumbres para todos, hoy que tenemos retos y problemas que hace 35 a?os ni pod¨ªamos imaginar, necesitamos recuperar aquel esp¨ªritu.

Es hora de renovar el pacto constitucional y reafirmar nuestras convicciones democr¨¢ticas. Es hora de nuevos acuerdos y de reformas para rejuvenecer nuestra democracia, que seguir¨¢ siendo imperfecta, pero ser¨¢ el guardi¨¢n de nuestra libertad.

El 23-F nos ense?¨® que nuestra imperfecta democracia es lo ¨²nico que tenemos para garantizar la libertad y la igualdad de los diferentes. Que los sistemas puros y las verdades absolutas siempre terminan con una pistola en la mano, mandando callar a la libertad. El sistema democr¨¢tico sucumbe frente a dos enemigos implacables: la verdad absoluta impuesta y la desigualdad social extrema. No lo debi¨¦ramos olvidar: los que no aceptan la pluralidad y la diversidad de la sociedad y los que quieren construir el bienestar de unos sobre la miseria de los otros son enemigos de la democracia.

Patxi L¨®pez es presidente del Congreso de los Diputados.