Ciudadanos supedita el pacto con el PSOE a 5 reformas constitucionales

Albert Rivera ha exigido para pactar con el PSOE que un hipot¨¦tico acuerdo de Gobierno recoja una reforma constitucional expr¨¦s que incluya cinco puntos: la supresi¨®n de la figura de los aforamientos; facilitar las iniciativas legislativas populares, bajando de 500.000 a 250.000 las firmas necesarias para impulsarlas; la despolitizaci¨®n de la justicia; la supresi¨®n de las diputaciones; y limitar los mandatos a ocho a?os para el presidente del Gobierno.

La formaci¨®n quiere que esos cambios se hagan en los primeros tres meses de legislatura. Para que eso ocurra ser¨ªa necesaria la participaci¨®n del PP, que tiene mayor¨ªa absoluta en el Senado, y, por tanto, capacidad de bloqueo para cualquier reforma constitucional. Rivera va quemando etapas de su hoja de ruta: intenta cerrar un acuerdo con el PSOE para luego negociar la abstenci¨®n del PP en la votaci¨®n de investidura de Pedro S¨¢nchez.

Las propuestas de Rivera son similares a las que defiende el PSOE. La supresi¨®n de las diputaciones es el ¨²nico elemento en el que no hay unanimidad entre los socialistas. No hay razones de fondo para que el PSOE se oponga a las reformas constitucionales que propone? Rivera, seg¨²n fuentes socialistas conocedoras de los detalles de la negociaci¨®n. Las cinco propuestas forman parte del cuerpo program¨¢tico de los socialistas, si no en su totalidad, s¨ª en muy buena parte.

La supresi¨®n de las diputaciones puede ser el asunto m¨¢s controvertido porque no hay un criterio un¨¢nime en el PSOE, aunque en el programa electoral de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba (2011) figuraba esa medida. El acuerdo podr¨ªa contar con un apoyo mayoritario de los afiliados del PSOE. Ciudadanos deja fuera de su demanda de supresi¨®n a las diputaciones forales del Pa¨ªs Vasco y Navarra, que nada tienen que ver ni por composici¨®n, ni por forma de elecci¨®n, as¨ª como a los cabildos de las islas Canarias.

Aforamientos

La supresi¨®n de los aforamientos puede ser aceptada por el PSOE en su empe?o de no dejar un resquicio a la cr¨ªtica en la regulaci¨®n de la vida pol¨ªtica y de sus miembros. Nada de privilegios para los parlamentarios y cargos p¨²blicos es una de las m¨¢ximas de Pedro S¨¢nchez. La limitaci¨®n de los cargos gubernamentales a ocho a?os, y desde luego del presidente del Gobierno, es plenamente asumida por los socialistas e incluso esta propuesta form¨® parte de la negociaci¨®n entre el PP y el PSOE contra la corrupci¨®n, que, finalmente, no fragu¨®.

Esa medida de limitaci¨®n de mandatos la defendi¨® el PSOE antes y tambi¨¦n ahora. La reducci¨®n de las firmas a la mitad de las iniciativas legislativas populares es tambi¨¦n aceptada, as¨ª como la despolitizaci¨®n de la justicia. Las propuestas podr¨ªan incluso haberlas ofrecido el PSOE a Ciudadanos. En cualquier caso, fuentes de la negociaci¨®n no dan nada por seguro. "Hay acuerdos que han durado diez horas, como el de los aforamientos", explican.

"No puede haber un Gobierno de Espa?a que no asuma estas reformas", ha dicho Rivera. "S¨¦ que no es f¨¢cil, pero no queda otra, por lo menos para contar con un partido que pide cambio, reformista", ha continuado. "Queremos que se cierre un Gobierno limpio de corrupci¨®n, sensato y reformista, que cumpla los objetivos de d¨¦ficit, que no machaque a impuestos a la clase media y trabajadora, y que garantice la uni¨®n de los espa?oles".

PSOE y Ciudadanos negocian desde hace m¨¢s de dos semanas. La negociaci¨®n, seg¨²n Rivera, debe cerrarse en un sentido u otro en las pr¨®ximas horas. Las dos formaciones siguen separadas por sus propuestas de reforma del sistema fiscal, laboral, institucional y econ¨®mico, pero negocian contrarreloj, con reuniones entre sus equipos de especialistas, pero tambi¨¦n entre los l¨ªderes, como ocurri¨® el lunes, cuando Pedro S¨¢nchez y Albert Rivera se vieron en secreto. En todos esos aspectos, seg¨²n fuentes consultadas, ha habido "avances significativos". Sin embargo, los dos partidos no suman los suficientes votos para hacer presidente al socialista. Necesitan la participaci¨®n de un tercero: o el PP, con el que el PSOE se niega a negociar, o Podemos, que es incompatible con Ciudadanos.