C¨¢rcel por abusar de su madre tras cumplir una condena por violaci¨®n
El hombre ten¨ªa penas previas por haber violado a su sobrina y haber matado a su padre
Gregorio R. J., alias El Polli, con condenas previas por violar a su sobrina (menor) en 2005 as¨ª como por matar a su padre cuando ten¨ªa menos de 18 a?os y tambi¨¦n a una anciana, ha aceptado otra pena de dos a?os de c¨¢rcel por abusar de su madre, de 77 a?os, tras salir de la c¨¢rcel. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n de Priego de C¨®rdoba ha sentenciado a Gregorio R. J., de 54 a?os, y le ha prohibido aproximarse a menos de diez kil¨®metros a la aldea cordobesa de Sileras, en Almedinilla, y a su madre durante tres a?os y cuatro meses.
Ninguno de los 200 habitantes de Silera duerme tranquilo cuando El Polli anda cerca. Su historial de delitos y agresiones es demasiado amplio para un hombre que ha estado en prisi¨®n m¨¢s de una d¨¦cada.
Los vecinos ya vaticinaban que los delitos de Gregorio R. J. no iban a terminar con su paso por la c¨¢rcel y los peores augurios se confirmaron.
Los hechos por los que ha sido condenado ahora ocurrieron en octubre de 2015, cuando El Polli cumpli¨® la pena de 10 a?os por abusar de su sobrina, a la que administr¨® medicamentos para sedarla. Antes, siendo menor de edad, hab¨ªa matado con una piedra a su padre y a golpes a una anciana.
Su puesta en libertad gener¨® una fuerte alarma social y los vecinos se movilizaron reclamando que El Polli no regresara al pueblo. Su familia compart¨ªa el terror por volver a convivir con ¨¦l. Pero, pese al miedo de la madre de El Polli, accedi¨® a acogerlo en su vivienda, una peque?a casa baja en la aldea donde los vecinos le hab¨ªan hecho saber con pintadas hechas con carb¨®n que no lo quer¨ªan cerca.
El d¨ªa 21 de octubre de 2015, el condenado se introdujo en el dormitorio de la madre, a quien le realiz¨® tocamientos. La mujer, aterrada, ¡°permaneci¨® toda la noche sin dormir¡± hasta que, ya de d¨ªa, llam¨® a su hija, quien alert¨® a la Guardia Civil de lo sucedido.
Pese a las reticencias iniciales a presentar denuncia, la mujer admiti¨® finalmente los hechos y afirm¨® que se hab¨ªan repetido con anterioridad, pero que los hab¨ªa ocultado por ¡°miedo y verg¨¹enza¡±, seg¨²n recoge la ¨²ltima sentencia. Una vez interpuesta la denuncia, se acord¨® la prisi¨®n provisional del acusado.
El procesado ya ten¨ªa atemorizada a toda la aldea tras las muertes de su padre y una anciana. Adem¨¢s, contaba con una decena de detenciones por allanamiento de morada, altercados, injurias, conducci¨®n bajo los efectos del alcohol y tr¨¢fico de drogas.
La ¨²ltima sentencia por abusos a su madre, para prevenir nuevos incidentes, incluye que, cuando cumpla la pena de prisi¨®n, el procesado estar¨¢ un total de 40 meses con libertad vigilada.
Pero los vecinos no est¨¢n satisfechos con la medida ni con el destierro temporal establecido en la sentencia porque temen que El Polli vuelva a sembrar el terror.
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