S¨¢nchez e Iglesias se citan para el 30 de marzo sin ceder en sus posiciones

Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias se resisten a romper definitivamente a pesar de la distancia de sus respectivas posiciones sobre c¨®mo y con qui¨¦nes alcanzar una mayor¨ªa parlamentaria de Gobierno. El pr¨®ximo d¨ªa 30 se reunir¨¢n al haber sido imposible concertar antes una entrevista por la dificultad de ponerse de acuerdo en las materias a discutir. El l¨ªder del PSOE no quiere renunciar al acuerdo suscrito con Ciudadanos, mientras que el secretario general de Podemos insiste en formar un Gobierno de coalici¨®n con los socialistas, IU y Comprom¨ªs.

En los 30 minutos de conversaci¨®n que mantuvieron este mi¨¦rcoles S¨¢nchez e Iglesias quedaron claras las diferencias entre las soluciones para lograr una alternativa al Gobierno en funciones de Mariano Rajoy. Con todo, los dos dirigentes quieren agotar todas las v¨ªas antes de dar por perdida la posibilidad de un entendimiento. Por esta raz¨®n, acordaron citarse para el pr¨®ximo mi¨¦rcoles.

Las dificultades para concertar este encuentro, que en principio estaba previsto que se celebrara hoy, son un reflejo de la distancia entre ambas fuerzas. Varios miembros de los gabinetes de S¨¢nchez e Iglesias han intentado establecer el formato de esa reuni¨®n. Al margen de los imprevistos relacionados con la agenda de cada uno, no lograron ponerse de acuerdo.

Exclusividad

Los escollos de las pasadas semanas se mantienen, aunque las dos formaciones muestran ¡°plena voluntad de abrir un nuevo marco de di¨¢logo¡±. El l¨ªder del PSOE no acepta la relaci¨®n de exclusividad ideol¨®gica que le propone Iglesias, con su f¨®rmula de ¡°Gobierno a la valenciana¡±, y el de Podemos no cree que el acuerdo entre S¨¢nchez y el l¨ªder de Ciudadanos, Albert Rivera, contenga las reformas necesarias para Espa?a. El comunicado conjunto y pactado con el que el PSOE y Podemos anunciaron la reuni¨®n de sus dirigentes puso de manifiesto estas discrepancias, aunque destacaron que ¡°en ning¨²n caso impiden el di¨¢logo¡±.

El PSOE, mientras tanto, sigue avanzando en su pacto con Ciudadanos. Ambos partidos se re¨²nen con agentes sociales, econ¨®micos y empresariales, como hicieron el martes por ¨²ltima vez. Pero esta relaci¨®n no deber¨ªa ser incompatible con Podemos, seg¨²n defiende S¨¢nchez. En la conversaci¨®n telef¨®nica de este mi¨¦rcoles, el l¨ªder socialista indic¨® a Iglesias que el contenido program¨¢tico del acuerdo con Ciudadanos podr¨ªa ser en gran medida aceptado por su partido, ya sea en materia fiscal, laboral, constitucional y de regeneraci¨®n democr¨¢tica. En todo caso el acuerdo con la formaci¨®n de Rivera ¡°est¨¢ vigente y abierto a otros partidos¡±.

Contin¨²a, por tanto, la situaci¨®n de bloqueo, a pesar de que ambos dirigentes comprobaron en su conversaci¨®n que en su an¨¢lisis ¡°hay muchos puntos en com¨²n¡±. Iglesias busca dar a su reuni¨®n con S¨¢nchez contenido pol¨ªtico, consciente de que si fracasa probablemente no habr¨¢ otras oportunidades antes de la pr¨®xima sesi¨®n de investidura. El secretario general de Podemos comenz¨® a finales de la semana pasada a preparar la cita en medio de la crisis interna que atraviesa su partido. No solo estuvo en contacto con su jefa de gabinete, Irene Montero, o el responsable de Econom¨ªa de la formaci¨®n, Nacho ?lvarez, sino que ha mantenido conversaciones con ??igo Errej¨®n, de quien se ha distanciado en las ¨²ltimas semanas, para comenzar a preparar la reuni¨®n.

Solo existe un objetivo que, al menos sobre el papel, comparten tanto S¨¢nchez como Iglesias. En su charla telef¨®nica coincidieron en que ¡°resulta urgente formar Gobierno¡± y ¡°poner fin al Ejecutivo de Rajoy¡±. Para ello ven ¡°necesario articular acuerdos amplios¡±. Tras la interpretaci¨®n de esa f¨®rmula, no obstante, se encuentran visiones distintas. Si el l¨ªder de los socialistas quiere alcanzar un pacto transversal, que abarque a la derecha y a la izquierda, el dirigente de Podemos entiende por amplitud y estabilidad la conformaci¨®n de un Ejecutivo de coalici¨®n apoyado por las fuerzas nacionalistas. La semana que viene, ambos volver¨¢n a medir sus argumentos.