Un ant¨ªdoto contra el populismo
Un instituto holand¨¦s analiza los efectos econ¨®micos de los programas pol¨ªticos tras los acuerdos de coalici¨®n
Holanda es uno de los pa¨ªses que m¨¢s Gobiernos de coalici¨®n ha tenido en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Hace 71 a?os fundaron la Oficina Holandesa de An¨¢lisis de Pol¨ªtica Econ¨®mica (CPB), similar a los institutos fiscales independientes en los que se ha inspirado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) de reciente creaci¨®n en Espa?a.
Desde 1986, este instituto holand¨¦s decidi¨® evaluar los efectos que tendr¨¢n los programas econ¨®micos de los partidos pol¨ªticos, tanto antes de las elecciones como despu¨¦s, tras el acuerdo de coalici¨®n. Los partidos no est¨¢n obligados a someterse a este escrutinio, pero todos los partidos lo hacen (excepto uno minoritario de extrema derecha) por una cuesti¨®n reputacional ante su electorado.
El 91% de la poblaci¨®n holandesa declara conocer la Oficina Holandesa de An¨¢lisis de Pol¨ªtica Econ¨®mica (CPB) y al 57% le parece una instituci¨®n de confianza. Con la autoridad moral que le otorga el apoyo de la ciudadan¨ªa, analiza los programas electorales de los partidos pol¨ªticos y el ¡°coste-beneficio que tienen para la sociedad¡±, seg¨²n el organismo. Cuando no hay elecciones, se dedica a las ¡°previsiones econ¨®micas trimestrales de la evoluci¨®n de la econom¨ªa holandesa¡±, as¨ª como a evaluar el presupuesto anual.
El CPB se autodefine como una Oficina Central de Planificaci¨®n, un instituto de investigaci¨®n de an¨¢lisis econ¨®mico que trabaja por iniciativa propia, a petici¨®n del Gobierno, del Parlamento, sindicatos y organizaciones empresariales. Desde el punto de vista estructural, est¨¢ dentro del Ministerio de Finanzas, que nombra al presidente, tras consultar a otros miembros del Gobierno. Suele escoger a economistas de gran prestigio. ¡°El contenido de sus informes es completamente independiente¡±, dice la organizaci¨®n, y se apoya en la ley que se lo garantiza, as¨ª como en un organismo de vigilancia que evita la injerencia pol¨ªtica. Su financiaci¨®n es p¨²blica, aunque un 20% del presupuesto lo consigue con agentes externos.
Desde 1986, la CPB ofrece los servicios de este organismo a los partidos para intentar anticiparles ¡°los efectos econ¨®micos de sus propuestas pol¨ªticas. Los planes de los partidos participantes se analizan de forma id¨¦ntica, lo que ofrece a los votantes una herramienta completa para la comparaci¨®n de las partes. Es una forma de contribuir a la transparencia del proceso electoral¡±, explican fuentes de dicho organismo.
Despu¨¦s de las elecciones, la CPB analiza ¡°todas o algunas de las propuestas pol¨ªticas presentadas durante las negociaciones para un nuevo Gobierno¡±. Por cierto, en 1977, los partidos tardaron 205 d¨ªas en formar Ejecutivo.
El organismo advierte que si el Gobierno quiere elevar el gasto en una partida, deber¨ªa reducirla en otra para mantener el objetivo de d¨¦ficit y el volumen de deuda. Incluso no permite que un exceso de ingresos extraordinarios, como la venta de una empresa p¨²blica, se convierta en un gasto habitual del presupuesto ya que, a medio plazo, generar¨ªa d¨¦ficit.
El resultado del an¨¢lisis es profundo y se eval¨²an los efectos econ¨®micos, a corto y largo plazo, en el comportamiento de la oferta y la demanda, en el PIB, en el paro, en la distribuci¨®n de la riqueza, en la deuda, etc. Hasta ahora tambi¨¦n hab¨ªan analizado el efecto de emisi¨®n de gases, el mercado de la vivienda y los atascos en las autopistas, que los subcontrataban a otros especialistas, pero han decidido anularlos para el futuro.
Fuentes de la propia entidad admiten que este sistema tiene aspectos favorables, pero tambi¨¦n otros negativos. Creen que ayuda a que los partidos presenten propuestas realistas, lo que otorga credibilidad a las formaciones pol¨ªticas. Sin embargo, no ocultan que restringe el debate a las medidas econ¨®micas m¨¢s f¨¢cilmente medibles, lo que puede coartar las propuestas m¨¢s innovadoras. Expertos consultados apuntan que no hay ning¨²n otro organismo similar en Europa, y que el ¨²nico conocido que se le asemeja es la Oficina Econ¨®mica del Congreso de Estados Unidos.
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