Una baja participaci¨®n perjudica a Podemos y favorece a Ciudadanos
El aumento de la abstenci¨®n ante unas nuevas elecciones afecta por desigual a ambos partidos
Podemos y Ciudadanos no han logrado hasta ahora ilusionar a los votantes lo suficiente para espolear la participaci¨®n electoral. Las dos formaciones emergentes irrumpieron en la pol¨ªtica nacional en 2015 prometiendo un giro radical, haciendo del cambio y la ilusi¨®n sus lemas, y llamando a la movilizaci¨®n de los electores para acabar con el bipartidismo. Lograron cambiar el mapa pol¨ªtico, pero el resultado fue modesto. El 20-D, la participaci¨®n fue del 73,18%, por debajo de la media hist¨®rica (73,7%) y de dos de las otras tres elecciones a escala nacional del siglo XXI. Si hay una repetici¨®n electoral, la previsi¨®n es a¨²n peor: tras el fracaso de las negociaciones para formar Gobierno, solo un 69% del electorado acudir¨ªa hoy a las urnas, seg¨²n Metroscopia, apenas un poco por encima del peor dato de la serie (68%, 1979). Pese a la crisis del bipartidismo, cuando el PP y el PSOE no ten¨ªan rivales consegu¨ªan movilizar a m¨¢s votantes ellos solos.
¡°El descenso de la participaci¨®n y, por tanto, la abstenci¨®n, puede ser el resultado de tres factores¡±, argumenta ?ngel Valencia, catedr¨¢tico de ciencia pol¨ªtica en la Universidad de M¨¢laga. ¡°Por un lado, un ciclo pol¨ªtico muy intenso en el que los ciudadanos han tenido que votar demasiado en muy poco tiempo y que puede provocar un cansancio en los electores; en segundo lugar, porque la abstenci¨®n castiga m¨¢s al voto de izquierda; la situaci¨®n actual de fragmentaci¨®n de la izquierda y su fracaso en formar gobierno favorecen esta tendencia; finalmente, como una actitud que castiga la incapacidad de los partidos de llegar a pactos y formar un gobierno¡±, sigue. ¡°La ilusi¨®n por los nuevos l¨ªderes, la nueva pol¨ªtica parece haber quedado relegada¡±.
No son datos intrascendentes. Y no solo porque fotograf¨ªan la posibilidad de un Ejecutivo de centro-derecha. Uno de las explicaciones clave en el resultado de Ciudadanos en las elecciones generales del 20-D fue el de la baja participaci¨®n. Albert Rivera apel¨® al sue?o de las elecciones de 1982, las del Felipe Gonz¨¢lez tit¨¢nico y la Espa?a de estreno en la modernidad, llamando a una movilizaci¨®n hist¨®rica (79%). Era, seg¨²n dijo, la ¨²nica posibilidad de que las formaciones emergentes lograran desplazar al bipartidismo. El mejor ejemplo de que el dato de participaci¨®n no explica por s¨ª solo a qui¨¦n beneficia est¨¢ en que ahora, con una menor movilizaci¨®n, Ciudadanos saldr¨ªa reforzado, seg¨²n Metroscopia. En las circunstancias actuales, y tras meses de negociaciones en los que su partido no ha tenido un papel trascendental, el electorado de Podemos est¨¢ m¨¢s desconectado.
¡°Una baja participaci¨®n beneficiar¨ªa al PP y a Ciudadanos porque son los partidos que, por un lado, cuentan con una mayor fidelidad de voto y, por otro lado, porque sus votantes son los que m¨¢s predispuestos est¨¢n, hoy por hoy, a volver a acudir a las urnas¡±, argumenta Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz, investigador principal de Metroscopia. ¡°El porcentaje de potenciales votantes de Podemos que dicen que con total seguridad acudir¨¢n a votar en caso de nuevas elecciones tambi¨¦n es muy elevado, pero no as¨ª la fidelidad de voto con la que cuenta este partido. Tiene la menor fidelidad de los cuatro principales partidos¡±, sigue. ¡°Una mayor participaci¨®n supondr¨ªa, por tanto, que finalmente se habr¨ªan movilizado quienes menos lo estaban, es decir, los votantes de partidos de izquierda¡±.
¡°En todo caso, considerar¨ªamos muy negativo un incremento de la abstenci¨®n¡±, asegura Jos¨¦ Manuel Villegas, vicesecretario general de Ciudadanos y jefe de gabinete de Rivera. ¡°Ser¨ªa fatal que los ciudadanos dieran la espalda a sus instituciones. Desde Ciudadanos intentaremos, en el caso de que haya elecciones, movilizar a todos los que quieran que cambien las cosas en Espa?a sin romperla¡±, argumenta. ¡°M¨¢s all¨¢ de nuestros intereses, siempre es bueno una participaci¨®n alta¡±.
Las dudas de Podemos
Los dirigentes de Podemos saben que la mayor parte de los apoyos recibidos el 20-D proceden del espectro de votantes socialistas. Un porcentaje indeterminado de esos electores podr¨ªan castigarles ahora, tras el fracaso de las negociaciones con el PSOE, y volver a su voto, o bien optar por la abstenci¨®n. Podemos es un partido que ha construido buena parte de su estrategia alrededor de c¨¢lculos demosc¨®picos y, a pesar de ello, el portavoz parlamentario de la formaci¨®n, ??igo Errej¨®n, vuelve a pedir prudencia ante los estudios de opini¨®n. Tanto en relaci¨®n con la abstenci¨®n como con la p¨¦rdida de empuje. ¡°Las encuestas no son buenas consejeras¡±, afirm¨® al preguntado al respecto tras los ¨²ltimos sondeos. ¡°Ya hemos pasado por ah¨ª nos hemos acostumbrado a ser prudentes¡±
Aunque es verdad que la formaci¨®n de Pablo Iglesias siempre se ha mostrado prudente, al menos en p¨²blico, no ha dejado de escudri?ar las encuestas desde el pasado 20 de diciembre. Ya a principios de a?o, despu¨¦s de la constituci¨®n de las Cortes y ya instalados en una din¨¢mica de bloqueo de las negociaciones, sus cargos advert¨ªan de que cab¨ªa la posibilidad de que el llamado ¡°voto de la ilusi¨®n¡±, es decir, los apoyos logrados para que Podemos se asentara como alternativa real al bipartidismo, se fueran disipando.
A pesar de ello, ahora vuelve a escucharse en las filas del partido una de las frases m¨¢s repetidas antes de las elecciones generales. ¡°Las campa?as nos sientan bien¡±. Ayer el propio Iglesias certific¨®, en un encuentro con los c¨ªrculos de Catalu?a celebrado en Barcelona, que Podemos ya est¨¢ en campa?a. ¡°Tenemos que estar preparados para lo que venga¡±, afirm¨®. ¡°Sab¨ªamos que gobernar es dif¨ªcil, muchos nos dijeron que lo m¨¢s c¨®modo en ¨²ltima instancia era pasarnos a la oposici¨®n. Nosotros no nos presentamos a las elecciones para estar en las c¨®modas bancadas de la oposici¨®n¡±, agreg¨® en referencia a la posibilidad de un hipot¨¦tico apoyo al pacto entre Pedro S¨¢nchez y Albert Rivera.
A los c¨¢lculos de la direcci¨®n de Podemos, adem¨¢s, se a?ade de nuevo la inc¨®gnita de la colaboraci¨®n electoral con Izquierda Unida-Unidad Popular, que logr¨® un mill¨®n de votos y en sede parlamentaria ha demostrado una coincidencia casi absoluta con los planes del partido emergente. Los m¨¢s destacados miembros de la ejecutiva ya han reabierto ese debate ante la insistencia de Alberto Garz¨®n, que vuelve a apostar por una ¡°confluencia¡±. No hubo alianza el 20-D porque Errej¨®n, n¨²mero dos y responsable de la estrategia pol¨ªtica, tem¨ªa una identificaci¨®n de Podemos con la izquierda tradicional. Esta semana se ha reafirmado en su posici¨®n. ¡°Somos fuerzas pol¨ªticas diferentes. Hay quienes quieren reforzar la izquierda y nosotros queremos construir un pueblo¡±, consider¨®. Queda por ver si tambi¨¦n en esta ocasi¨®n su postura acabar¨¢ imponi¨¦ndose, sobre todo tras el distanciamiento de Iglesias generado por la destituci¨®n de su mano derecha y antiguo secretario de Organizaci¨®n, Sergio Pascual.
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