Los sastres del Estado Isl¨¢mico

El ISIS no es s¨®lo un grupo terrorista, es un protoestado, en palabras del ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo. Y por eso, adem¨¢s de reclutar combatientes extranjeros, necesita armarlos, equiparlos, vestirlos y calzarlos, para que ofrezcan la apariencia de un verdadero Ej¨¦rcito.

?De d¨®nde salen los flamantes todoterreno que circulan en caravana por senderos polvorientos en los v¨ªdeos del Estado isl¨¢mico? ?Qui¨¦n les facilita los fusiles y ametralladoras que enarbolan? ?C¨®mo obtienen los impolutos uniformes? ?Qui¨¦n se los suministra y c¨®mo los pagan?

El pasado 15 de marzo la polic¨ªa incaut¨® un contenedor en el puerto de Algeciras (C¨¢diz) y dos m¨¢s en el de Valencia. El primero conten¨ªa ropa de segunda mano, como se hab¨ªa declarado a aduanas, pero en los dos ¨²ltimos hab¨ªa una m¨¢quina de embalar y, ocultos bajo montones de ropa usada, cinco toneladas de fardos, perfectamente empaquetados y marcados, con unos 20.000 uniformes militares sin estrenar: suficientes para equipar a todo un ej¨¦rcito.

Los env¨ªos se hac¨ªan por barco a Turqu¨ªa y luego por carretera a Siria

La empresa Tigre Negro S. L. , de exportaci¨®n textil, era la tapadera

El contenedor hab¨ªa llegado desde Arabia Saud¨ª ¡ªaunque los uniformes parecen proceder de alg¨²n pa¨ªs de la OTAN¡ª y estaba preparado para embarcarse rumbo a Turqu¨ªa: primero al puerto de Mersin, frente a Chipre; y luego, ya por carretera, a la localidad de Bad al Hawa, al otro lado de frontera siria.

El contenedor con cinco toneladas de ropa militar ven¨ªa de Arabia Saud¨ª

La operaci¨®n, ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, era continuaci¨®n de la realizada el 7 de febrero, cuando fueron detenidos siete presuntos integrantes de una red de apoyo al Estado Isl¨¢mico en Ontinyent (Valencia), Ceuta y las localidades alicantinas de Crevillent, L¡¯Alqueria d¡¯Asnar, Muro d¡¯Alcoi y Alicante.

El presunto cabecilla de la trama era Ammar Termanini, nacido en Alepo (Siria) en 1972, y desembarcado en Espa?a en 2012, tras haber vivido en Holanda, B¨¦lgica y Reino Unido. En Espa?a, mont¨® una empresa, Tigre Negro S.L., de la que era administrador ¨²nico, dedicada a la exportaci¨®n e importaci¨®n de productos textiles. Bajo la cobertura de llevar ayuda humanitaria, hizo varios env¨ªos a Siria, a donde viajaba con frecuencia.

Termanini no ocultaba de qu¨¦ lado estaba: en Facebook colg¨® fotograf¨ªas suyas con armas autom¨¢ticas en el paso de Bad al Hawa y en la ciudad siria de Idlib, bajo control de Al Nusra. Las escuchas telef¨®nicas revelaron c¨®mo, al igual que muchos yihadistas, hab¨ªa mudado de lealtades, pasando de trabajar para la filial siria de Al Qaeda a servir al autodenominado Califato. En el registro se le incaut¨® una pistola de calibre 22 Long Rifle, obviamente ilegal.

El financiero de las operaciones de Termanini era, supuestamente, Mohamed Abu El Rub Karima, nacido en Jordania en 1960 y vecino de Ontinyent. En su nave del pol¨ªgono industrial de L' Altet se hallaron uniformes como los incautados luego en el contenedor de Valencia. Para recaudar fondos y efectuar pagos, recurr¨ªa a la hawala, el sistema tradicional musulm¨¢n basado en la confianza que permite mover dinero entre distintos pa¨ªses sin dejar el rastro de las transferencias bancarias.

El ide¨®logo del grupo era supuestamente Nourdine Chikar Allal, empresario marroqu¨ª residente en Muro d¡¯Alcoi y presidente de la mezquita de Cocentaina quien se encargaba, gracias a sus contactos en Turqu¨ªa, de despejar los obst¨¢culos con los que tropezaban los env¨ªos hasta llegar a su destino final.

Como en muchas otras ocasiones, alguno de los implicados es un viejo conocido de los servicios de informaci¨®n espa?oles: Hitham Sakka Al-Kasim, nacido en Homs (Siria) y detenido en Ceuta, fue investigado por la Audiencia Nacional en relaci¨®n con los grupos vinculados al 11-S; mientras que su hermano lo fue por los atentados del 11-M.

Otros dos detenidos, un marroqu¨ª y un sirio, eran los empleados de confianza de Termanini en Tigre Negro, pero entre los presuntos implicados hay tambi¨¦n un espa?ol: Sim¨®n Richart Lucas, nacido en Muro d'Alcoi y residente en L'Alqueria. No se tratar¨ªa de un converso ni de un fan¨¢tico yihadista, sino de un empresario escaso de escr¨²pulos dispuesto a no hacer ascos a ning¨²n negocio, seg¨²n quienes le conocen.

La red no solo enviaba uniformes al Estado Isl¨¢mico, sino que gestionaba cualquier clase de pedido. Por ejemplo, un tipo de fertilizante que no se vende en Espa?a y sirve para producir explosivos que Termanini habr¨ªa encargado adquirir a Hitham.

La madeja de la trama de apoyo al Estado Isl¨¢mico es muy compleja y tiene ramificaciones en m¨²ltiples pa¨ªses. Los investigadores s¨®lo empiezan a desentra?arla ahora, pero est¨¢n seguros de que ¡ªcomo sucedi¨® con ETA en su d¨ªa¡ª para vencerlo no basta con detener a los combatientes: hay que cortar su financiaci¨®n, cegar las v¨ªas de aprovisionamiento log¨ªstico.