Sortu redobla la presi¨®n sobre los presos etarras para que asuman la legalidad penitenciaria
El colectivo de presos limita su compromiso a abrir un debate interno en las c¨¢rceles
La izquierda abertzale redobla su presi¨®n sobre los presos etarras para que asuman la legalidad penitenciaria y se beneficien de una pronta excarcelaci¨®n. En el Gobierno vasco se calcula que en 2020, la mitad de los reclusos, unos 200, podr¨ªan salir en libertad si se acogen a estas condiciones. La manifestaci¨®n del domingo en Bilbao insist¨ªa en este extremo. Tratan de convencerles de que asumir estos beneficios no ¡°cuestiona el car¨¢cter ni la dignidad de su trayectoria¡± terrorista. Pero los presos se resisten y se inclinan por reclamar la amnist¨ªa.
Tres meses despu¨¦s de que Sortu pidiera a los casi 400 presos de ETA que rompan su hist¨®rica actitud de rechazo de la legalidad penitenciaria y la asuman junto con su reinserci¨®n individual para facilitar, con ello, su salida de las c¨¢rceles, sus resultados son casi inexistentes. El llamamiento sirvi¨® para avalar un acuerdo negociado en esa fecha por 35 dirigentes de la antigua Batasuna con la fiscal¨ªa en el que rechazaban la violencia, asum¨ªan el da?o causado a las v¨ªctimas as¨ª como su colaboraci¨®n pol¨ªtica con ETA a cambio de evitar el ingreso en prisi¨®n. Pero no ha tenido continuidad hasta que el pasado jueves, otros cinco dirigentes de Ekin, el brazo pol¨ªtico de ETA, eludieron la c¨¢rcel con un acuerdo similar al de los dirigentes de Batasuna. Ha sido la excepci¨®n.
A los cuatro a?os del cese definitivo del terrorismo, la izquierda abertzale ya ha percibido que Euskadi ha cambiado, que las preocupaciones sociales priman sobre las identitarias, lo que explica la amenaza electoral de Podemos. Y tiene mucho inter¨¦s en sobreponerse a los s¨ªmbolos del pasado, como el colectivo de presos. A la vista del inmovilismo del Gobierno de Rajoy, que no ha flexibilizado la pol¨ªtica penitenciaria pese al cese del terrorismo, Sortu decidi¨® hace tiempo que fueran los presos de ETA los que tomaran la iniciativa. Pero encuentra resistencias en su seno.
Ayer, Bildu redobl¨® la presi¨®n con la manifestaci¨®n convocada en Bilbao. La movilizaci¨®n estuvo precedida de un llamamiento similar, hace un mes, por parte de 700 excarcelados de ETA, reunidos en Usurbil (Gipuzkoa). ¡°Valerse de la legislaci¨®n y del reglamento penitenciario no cuestiona en ning¨²n modo el car¨¢cter militante de ning¨²n preso ni el valor y la dignidad de su trayectoria. Ni ahora ni antes¡±, subrayaba el texto.
Amnist¨ªa
La pasada semana, un comunicado de la propia ETA respaldaba a Sortu y desautorizaba a ATA (Amnistia ta Askatasuna), la organizaci¨®n disidente que rechaza la asunci¨®n de la legalidad penitenciaria de los presos etarras y reclama la amnist¨ªa. Y el viernes, el candidato de Bildu, Arnaldo Otegi, recientemente excarcelado, reforzaba la consigna oficial. Este pulso pol¨ªtico refleja la tensi¨®n existente en las c¨¢rceles y est¨¢ vinculado a la distinta situaci¨®n de los casi 400 presos de ETA, el 95% en primer grado ¡ªel m¨¢s duro¡ª por no asumir la legalidad penitenciaria. En el caso de acogerse a la legalidad, alrededor de un centenar podr¨ªan lograr beneficios penitenciarios y obtener salidas parciales a corto plazo, seg¨²n el Gobierno vasco. Las mismas fuentes calculan que para 2.020 la mitad de los presos etarras, 200, podr¨ªan salir de la c¨¢rcel si asumieran la legalidad penitenciaria.
Sin embargo, otros 200, la otra mitad, juzgados con el C¨®digo Penal reformado, de 2003, que sube hasta 40 a?os las condenas por terrorismo, tienen su futuro en entredicho. Es en este colectivo y en sus familiares en el que prenden las consignas de ATA, de oposici¨®n a asumir la legalidad penitenciaria. Es el caso de Daniel Pastor, condenado a 500 a?os por el nuevo C¨®digo Penal, por el asesinato del inspector de polic¨ªa, Eduardo Puelles, en 2009. O el de Jon Kepa Preciado, condenado a m¨¢s de 400 a?os por tratar de asesinar a la edil socialista vasca, Esther Cabezudo. Ambos disienten de la posici¨®n pragm¨¢tica de Sortu y su abandono de la consigna de amnist¨ªa.
El resultado de esa tensi¨®n es el inmovilismo de los presos que, salvo unas pocas excepciones que han empezado a trabajar en prisi¨®n, mantiene una unidad forzada por la presi¨®n de los que tienen peores expectativas. En Sortu conf¨ªan que esta campa?a sirva para abrir un debate en el colectivo y empiecen a dar pasos. Pero en la Consejer¨ªa de Interior del Gobierno vasco el escepticismo es mayor al no percibir movimientos de calado.
El ejemplo de los dirigentes pol¨ªticos
El Gobierno vasco valora la decisi¨®n de Sortu de pedir a los presos que asuman la legalidad penitenciaria, pero estima que la asunci¨®n de su complicidad pol¨ªtica con el terrorismo, que ya han aceptado algunos dirigentes pol¨ªticos procesados, allanar¨ªa el camino. Cree tambi¨¦n que contribuir¨ªa al acercamiento de presos a las c¨¢rceles vascas as¨ª como a la flexibilizaci¨®n de la pol¨ªtica penitenciaria.
El Gobierno vasco, en su programa de apoyo a los colectivos en riesgo de exclusi¨®n, colabora con Harrera, una instituci¨®n de ayuda a los presos de ETA. Harrera trata de encontrar trabajo y vivienda y ofrece una ayuda b¨¢sica a excarcelados de ETA. Constituida hace cuatro a?os, ha logrado empleo para 60 personas y mantiene una ayuda a otras 30 de 500 euros al mes, habiendo sido atendidas hasta 135 en este tiempo.
Tambi¨¦n reciben asistencia m¨¦dica. Alrededor de una docena son atendidos por un psic¨®logo, aunque los servicios dentales y de visi¨®n son los m¨¢s requeridos.
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