Una red obligaba a mujeres chinas a prostituirse y a vivir entre mugre
Apenas les dejaban 20 euros de las ganancias que obten¨ªan por sus servicios, les obligaban a ingerir drogas o medicamentos
Como pura mercanc¨ªa. As¨ª ha tratado a unas 60 mujeres de nacionalidad china una red desmantelada por la Guardia Civil?que obligaba a estas chicas a ejercer la prostituci¨®n en pisos y karaokes y a las que alojaba en s¨®tanos insalubres, llenos de mugre, sin ventilaci¨®n, casi sin luz y vigiladas por un circuito interno de televisi¨®n. Apenas les dejaban 20 euros de las ganancias que obten¨ªan por sus servicios, les obligaban a ingerir drogas o medicamentos y cuando alcanzaban una edad en la que ya no eran aceptadas por los clientes, unos 40 a?os, no ten¨ªan escr¨²pulo alguno en "venderlas" por 1.000 euros.
Es la realidad que han podido comprobar los agentes de la Guardia Civil de Soria y de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado en la operaci¨®n Gavelo, que hoy ha explicado en rueda de prensa el comandante Manuel Robles y que se ha saldado, de momento, con 29 detenidos ¡ªtodos chinos menos un espa?ol¡ª, 29 mujeres liberadas y 22 registros. Una operaci¨®n que se ha desarrollado en la Comunidad de Madrid (con 10 registros, dos de ellos en karaokes), Valencia (4), Soria (2), Zaragoza (3), Girona (1), Lleida (1) y Toledo (1).
Robles ha resaltado el "hito" que ha supuesto la colaboraci¨®n, por primera vez en Espa?a y en Europa, cinco agentes de la propia Polic¨ªa china, que se ha trasladado a nuestro pa¨ªs para participar en los registros, asistencia a las v¨ªctimas y otras pesquisas, lo que ha facilitado la investigaci¨®n. Tambi¨¦n han colaborado las polic¨ªas francesa y andorrana.
La investigaci¨®n comenz¨® hace un a?o en un local del alterne de la localidad soriana de Adradas, donde fueron identificadas dos mujeres chinas que podr¨ªan estar siendo obligadas a ejercer la prostituci¨®n y que, seg¨²n el resultado de las pesquisas, hab¨ªan sido enviadas all¨ª por el regente de un bazar de ?lvega (Soria). Seg¨²n ha explicado Robles, las mujeres eran captadas en provincias chinas entre familias de clase baja con la promesa de un trabajo bien remunerado, como el cuidado de ni?os de compatriotas residentes en Espa?a. Muchas de ellas eran obligadas a hacer una escala temporal en Guinea Ecuatorial y en Dub¨¢i (Emiratos ?rabes Unidos), donde tambi¨¦n ejerc¨ªan la prostituci¨®n unos tres meses.
Tratadas como "pura mercanc¨ªa", la red, estructurada en c¨¦lulas, compraba la deuda que las mujeres hab¨ªan contra¨ªdo con la organizaci¨®n en esos pa¨ªses por el pago de los billetes de avi¨®n y la manutenci¨®n, entre otros gastos, y previo paso por Francia eran distribuidas en diferentes provincias de Espa?a. Viv¨ªan, seg¨²n ha descrito el comandante, en s¨®tanos, con camas literalmente rodeadas de suciedad y mugre, en habit¨¢culos mal ventilados y peor iluminados y permanentemente vigiladas por un circuito interno de televisi¨®n.
Controladas por "madames", las mujeres eran trasladadas por otros miembros de la red, los llamados "taxistas", a viviendas, lugares de ocio u hoteles para ponerlas a disposici¨®n de los clientes, a los que cobraban seg¨²n los servicios prestados, con un m¨¢ximo de 300 euros.
A pesar de que ganaban entre 6.000 y 8.000 euros al mes, el pago de las deudas que contra¨ªan con la red apenas les dejaba 20 euros, que en ocasiones enviaban a sus familiares en China siempre custodiadas por la organizaci¨®n. Y para ejercer sobre ellas un mayor control, les suministraban algunas drogas, como "cristal". En el caso de algunas zonas, como la Comunidad de Madrid, ya desde el jueves las llevaban a karaokes para en reservados ofrecerlas a los clientes.
Otras veces, los "taxistas" las llevaban desde los pisos de La Seu d'Urgell (Lleida), en donde estaban recluidas, hasta Andorra, en donde eran entregadas a los clientes para despu¨¦s devolverlas a las viviendas de la localidad leridana.
Durante la operaci¨®n, que sigue abierta, se han bloqueado activos y cuentas bancarias empleadas por la organizaci¨®n para blanquear el dinero. No se descartan m¨¢s detenciones por la ramificaci¨®n de la red en otros pa¨ªses y, de hecho, se van a dictar ¨®rdenes internacionales de detenci¨®n. Las mujeres liberadas est¨¢n ahora en alojamientos de varias ONG, que les est¨¢n dando apoyo mientras se abre un periodo de reflexi¨®n de 90 d¨ªas para que declaren si as¨ª lo desean, y, adem¨¢s, se les pueda proporcionar permiso de trabajo y residencia, a la vez que permitirlas regresar a su pa¨ªs si esa es su voluntad.
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