Esperanza para los ni?os transexuales: ¡°De mayor me llamar¨¦ Mar¨ªa¡±
Una familia se acoger¨¢ al precedente de dos jueces de Valencia para rectificar los datos de su hija transexual
Con seis a?os, Mar¨ªa tiene claro que de mayor no quer¨ªa, como sus hermanos, ser ni astronauta, ni inventor ni superh¨¦roe, sino una chica. Su madre, Ana Navarro, recuerda cu¨¢ndo descubri¨® que Mario era en realidad Mar¨ªa. ¡°Si echara la vista atr¨¢s y pensara en qu¨¦ momento se manifest¨® que era una ni?a, yo dir¨ªa que desde siempre: la recuerdo con solo dos a?os jugando a roles que est¨¢n socialmente asociados a las mujeres. Cuando empez¨® a conquistar el lenguaje d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n repet¨ªa que de mayor iba a ser una nena y se llamar¨ªa Mar¨ªa¡±, explica.
Ana contin¨²a con la historia de su hija: ¡°Por las noches me pon¨ªa a buscar informaci¨®n por Internet porque la educaci¨®n que yo hab¨ªa recibido era que los ni?os son porque tienen pene y las ni?as son porque tienen vulva. Yo a ¨¦l no lo ve¨ªa feliz, no con el esplendor que deb¨ªa tener un ni?o en su infancia. Se mostraba muy t¨ªmido y yo ve¨ªa que no¡¡±. Buceando en la red, esta psic¨®loga de 38 a?os, madre de cinco hijos, dio con un art¨ªculo publicado en la prensa por ?frica Pastor, de la Fundaci¨®n Daniela, que le abri¨® las puertas a un mundo del que necesitaba conocerlo todo. Se puso en contacto con esta fundaci¨®n, que la ayud¨® primero a entender qu¨¦ ocurr¨ªa con Mar¨ªa y luego a dar los primeros pasos.
¡°Un d¨ªa durante la cena contamos que conoc¨ªamos a una ni?a que ten¨ªa pene y hubo un di¨¢logo con mis hijas mayores mientras la peque?a escuchaba. Les propuse a los cinco que ¨ªbamos a redecorar sus habitaciones y quer¨ªa que dibujaran su autorretrato para imprimirlo en grande y colgarlo de las paredes. Y Mar¨ªa se dibuj¨® como lo que es, una nena, con un vestido, el pelo largo y su nombre de chica. Recuerdo que cuando me trajo el cuaderno, le dije: 'Ah, Mario, qu¨¦ guapo con el pelo largo' y levant¨® la cara y me dijo muy serio: 'yo voy a ser chica y lo voy a ser'. Ten¨ªa 5 a?os¡±.
La familia de Mar¨ªa empez¨® el tr¨¢nsito social, que no es otra cosa que el proceso por el que se comunica al entorno esa realidad. ¡°Un viernes se fue del colegio como Mario y el lunes siguiente Mar¨ªa volvi¨® vestida con su pichi de uniforme, que era lo m¨¢s. Y sin ning¨²n problema¡±, resume Ana, que destaca lo f¨¢cil que lo puso todo la Escuela Infantil Virgen de Cortes de Valencia, el cole de la ni?a, y el asesoramiento de la Fundaci¨®n Daniela. ¡°Es el entorno el que permite que una persona se pueda expresar en libertad. La gente suele confundir identidad con genitalidad¡±, a?ade.
Para la batalla legal, la familia de Mar¨ªa se acoger¨¢ al precedente de dos juezas del Registro Civil de Valencia que entre diciembre y febrero autorizaron por primera vez el cambio registral de nombre y sexo a dos menores sin necesidad de acreditar el tratamiento m¨¦dico de dos a?os que exige la ley espa?ola. Ana Ca?izares, abogada del despacho Vivar&Asociados, lo consigui¨® a petici¨®n de dos clientes socios de la Fundaci¨®n Daniela y de la Asociaci¨®n Crysallis. ¡°Es un precedente para el resto de registros civiles de Espa?a, que en su mayor¨ªa no se han visto nunca con un expediente de rectificaci¨®n de g¨¦nero de menores, y no saben c¨®mo tramitarlo. Pensamos que hay desconocimiento y hasta temor en los jueces responsables del Registro Civil¡±, considera el despacho.
El pasado mes de marzo el Tribunal Supremo cuestion¨® el veto al cambio de nombre de los ni?os transexuales y plante¨® una cuesti¨®n de inconstitucionalidad sobre la ley que exige la mayor¨ªa de edad para modificar la identidad y el sexo en el registro. Adem¨¢s, el Consejo de Europa pide a sus pa¨ªses miembros que no se discrimine la transexualidad. Que los menores portaran un DNI o identificaci¨®n que no coincid¨ªa con su nombre y sexo sentido, ¡°provocaba muchas situaciones denigrantes y dolorosas en casos tan cotidianos como usar el lavabo o vestuario en el colegio, ir de campamento, causando dolor a las familias y al menor¡±, a?ade el letrado Juan Antonio Vivar, que explica que alguno de los menores representados por su despacho hab¨ªa tachado con tipex la foto y el nombre de su documento de identidad porque no se reconoc¨ªan en ellos.
¡°Lo desconocido nos da miedo pero es f¨¢cil¡±, subraya Ana Navarro, madre de Mar¨ªa. ¡°Si nos escapamos a cualquiera de las etiquetas, nos queda la persona. Ahora veo feliz a Mar¨ªa, la veo a tope¡±, dice. Mar¨ªa ya no quiere ser chica porque ya lo es, y cuando le preguntan sobre qu¨¦ quiere ser de mayor, contesta sin vacilaciones que profesora de equitaci¨®n. Le encantan los caballos.
Nueve regiones con unidades de g¨¦nero
En Espa?a hay nueve comunidades que tienen unidades de identidad de g¨¦nero o atenci¨®n a transexuales en su cartera p¨²blica de servicios: Asturias, Pa¨ªs Vasco, Navarra, Arag¨®n, Catalu?a, Comunidad Valenciana, Madrid, Andaluc¨ªa y Canarias. Los ¨²ltimos datos epidemiol¨®gicos ¡ªde finales de 2014¡ª, puestos en com¨²n por las comunidades que ofrecen la prestaci¨®n p¨²blica, arrojaban 4.459 personas transexuales atendidas, de las que un 10% eran menores. ¡°Por extrapolaci¨®n de estos mismos datos, en Espa?a habr¨ªa de un var¨®n biol¨®gico que se siente mujer por cada 9.665 hombres a uno por cada 21.031¡±. Es una horquilla en funci¨®n de las cifras recogidas por las diferentes comunidades aut¨®nomas, explica Hurtado. A la inversa, personas nacidas mujeres que se sienten hombres, hay entre una por cada 15.456 a una por cada 48.096.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.