Reconocer la victoria de la democracia

Escuchar nada menos que al presidente de la antigua Batasuna, y brazo pol¨ªtico de ETA, hoy Sortu, reconocer que a las v¨ªctimas del terrorismo se les debe memoria y reparaci¨®n y que su deseo es que este reconocimiento sirva para aliviar el sufrimiento de la p¨¦rdida de sus seres queridos no deja de impresionar a millones de personas que sufrieron los a?os de plomo del terrorismo de ETA. M¨¢s a¨²n, despu¨¦s de que reiterara su rechazo a la violencia y admitiera su pasada complicidad pol¨ªtica con el terrorismo de ETA, aunque el marco fuera el de un tribunal y uno de sus objetivos fuera eludir la prisi¨®n.

Es verdad, tambi¨¦n, que esta declaraci¨®n de Hasier Arraiz, ayer, ante el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco, es continuista de la que en enero hicieron ante la Audiencia Nacional, por vez primera, 35 miembros de la c¨²pula de la antigua Batasuna que eludieron la prisi¨®n a cambio de reconocer el da?o causado a las v¨ªctimas de ETA, comprometerse a su reparaci¨®n y admitir su contribuci¨®n pol¨ªtica en el pasado a la estrategia de la banda.

Pero, pese a su continuidad, la declaraci¨®n de Arraiz tiene la fuerza simb¨®lica que le otorga que quien es el jefe de lo que fue brazo pol¨ªtico de ETA reconozca la victoria del Estado de derecho sobre el terrorismo. Y este reconocimiento realizado con el acompa?amiento de la c¨²pula de Sortu tiene una relevancia pol¨ªtica y una ejemplaridad que impresiona a muchos de quienes vivimos aquellos tiempos desesperantes en los que el brazo pol¨ªtico de ETA justificaba las acciones terroristas de la banda. Por eso acudi¨® a solidarizarse con Arraiz el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Andoni Ortuzar.

Ser¨ªa deseable que ese reconocimiento de que los asesinatos de ETA fueron injustificados, de que las v¨ªctimas del terrorismo sufrieron un da?o injusto, lo realizara la c¨²pula de Sortu fuera del marco judicial para darle mayor credibilidad y que sus portavoces evitaran sus frecuentes titubeos sobre una cuesti¨®n que, indudablemente, es ¨¦tica antes que t¨¢ctica. Como tambi¨¦n ser¨ªa deseable que los presos de ETA hagan caso a Hasier Arraiz cuando ayer les pidi¨® que sigan la pauta que les marca y se acojan a la legalidad penitenciaria. Una invitaci¨®n dif¨ªcil de cumplirse por la presi¨®n sobre el colectivo de un sector de presos que tienen por delante largas condenas de prisi¨®n.

Pero tambi¨¦n hay que anotar la intransigencia de la Administraci¨®n penitenciaria del Gobierno del PP que impide la interpretaci¨®n flexible de la legalidad con presos reinsertables, algunos tan probados como los de la v¨ªa Nanclares, rechazando acercamientos de presos y beneficios penitenciarios.

El contraste lo marca la actitud de la justicia que est¨¢ dando ejemplo al tener en cuenta la reinserci¨®n de los reos en cumplimiento de la ley. El ¨²ltimo ejemplo es el del fiscal jefe del Pa¨ªs Vasco, Juan Ram¨®n Calparsoro, que ha reducido la pena a Hasier Arraiz de seis a dos a?os, tras su declaraci¨®n de reinserci¨®n.