S¨¢nchez trata de hacer respetar su liderazgo a 50 d¨ªas de las elecciones

No habr¨¢ muchos socialistas en Espa?a que defiendan una candidatura conjunta al Senado con Podemos. As¨ª lo sabe el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, que va a intentar ¡°hacer pedagog¨ªa¡± ante la direcci¨®n federal, pero que renuncia de antemano a pulsos y ¨®rdagos. Ma?ana se re¨²ne la comisi¨®n federal de listas del PSOE y, si llegaran candidaturas acordadas en el PSPV con Podemos y Comprom¨ªs, ser¨ªan rechazadas sin la menor duda.

No es el resultado, por tanto, lo que preocupaba a S¨¢nchez, dado que esas listas ser¨ªan tumbadas e invalidadas. Antes de llegar a ese extremo, el secretario general del PSOE ha querido dar un golpe de autoridad y exigir a la direcci¨®n de los socialistas valencianos que desistan de intentar esa negociaci¨®n. Otros l¨ªderes territoriales viven este episodio, que previsiblemente quedar¨¢ hoy zanjado por desistimiento de Puig y su ejecutiva, con preocupaci¨®n y con la certeza de que el resquemor de S¨¢nchez a ver cuestionada su autoridad ha movido tan dr¨¢stica advertencia.

La conversaci¨®n entre el impulsor de las negociaciones, Puig, y el propio S¨¢nchez avala la tesis de que este quiso dejar claro qui¨¦n tiene la autoridad y la potestad en un partido federal como es el PSOE: el secretario general. Y el comit¨¦ federal. ¡°Voy a acatar lo que digas, puedes estar tranquilo, no habr¨¢ ninguna rebeli¨®n¡±, le asegur¨® Puig a S¨¢nchez en una tensa y dura conversaci¨®n telef¨®nica en la noche del martes.

El l¨ªder del PSOE ten¨ªa en su mano la resoluci¨®n que hab¨ªa aprobado la ejecutiva el PSPV, acordando el comienzo de negociaciones con Podemos y Comprom¨ªs, y comunic¨® a Puig que no solo no le permit¨ªa las conversaciones, sino que esa resoluci¨®n ten¨ªa su desaprobaci¨®n. En el curso de la conversaci¨®n, S¨¢nchez invoc¨® su condici¨®n de secretario general, se?alan fuentes de la direcci¨®n socialista valenciana.

Estas invocaciones, a las que aluden algunos l¨ªderes territoriales, les sirven para constatar que S¨¢nchez considera cuestionado su liderazgo. En la direcci¨®n socialista se afirma que el tono de S¨¢nchez fue ¡°claro y firme¡±, pero sin ¡°faltar al respeto¡± a Puig. El presidente valenciano es consciente de que el cuestionamiento interno al secretario general ha perjudicado su iniciativa, como tambi¨¦n que Pablo Iglesias el d¨ªa anterior hubiera lanzado una oferta de listas conjuntas para toda Espa?a. No surti¨® efecto que Puig, en un tono fuerte, explicara a S¨¢nchez que, en solitario, con seguridad el PSOE no obtendr¨¢ representaci¨®n para el Senado en su comunidad. No era no.

Susana D¨ªaz

Este episodio se produce inmediatamente despu¨¦s de que el presidente de Extremadura, Guillermo Fern¨¢ndez Vara, expresara su certeza de que Susana D¨ªaz, presidenta de Andaluc¨ªa, aspirar¨¢ a ser la secretaria general del PSOE. Esa afirmaci¨®n fue acogida con enorme malestar en la sede federal del partido, como le hicieron saber al pol¨ªtico extreme?o. Aunque la decisi¨®n, e incluso la convicci¨®n de los barones territoriales de que ahora solo toca la campa?a y posponer el debate por el liderazgo era firme, el resquemor mutuo emerge a la primera de cambio. ¡°La herida del PSOE se llama divisi¨®n interna¡±, les dijo S¨¢nchez a los suyos en el ¨²ltimo comit¨¦ federal. En el equipo de S¨¢nchez se diferencia el sentir de algunos barones de la lealtad de los militantes. A ellos apela constantemente el secretario general de los socialistas.