Romper un cuello de botella

Hace unos meses presentamos en Madrid el Observatorio de Empleabilidad y Empleo universitario bajo la direcci¨®n del profesor Francisco Michavila. Los datos no dejaron indiferente a nadie: el 47% de los j¨®venes espa?oles con menos de 25 a?os no ten¨ªan empleo, porcentaje que se situaba en el 34% cuando ¨¦stos eran graduados universitarios. El hecho es de tal magnitud que, en mi opini¨®n, representa el principal problema de nuestro pa¨ªs. En estas circunstancias no mantendremos los niveles de bienestar que tanto tiempo y esfuerzo costaron a todos. Resulta parad¨®jico que la generaci¨®n mejor formada de nuestra historia tenga tantos problemas para acceder al mercado laboral.

En este contexto ?qu¨¦ debemos hacer desde las Universidades para ser una parte importante de la soluci¨®n? ?C¨®mo podemos aumentar la necesaria transferencia de los resultados de la investigaci¨®n a la sociedad como fuente generadora de empleos de calidad, de cambio del tejido productivo y de creaci¨®n de riqueza basada en el conocimiento?

Comenzamos reconociendo que si bien nuestra producci¨®n cient¨ªfica tiene un buen nivel, pese a la escasa inversi¨®n en I+D y su reducci¨®n en estos ¨²ltimos a?os, nuestro nivel de transferencia de conocimientos es a¨²n escaso. Si ponemos el foco en la producci¨®n de patentes universitarias y su explotaci¨®n como un indicador de transferencia, observamos que la cifra aument¨® un 60% entre el a?o 2010 y 2014, sin embargo los ingresos por su explotaci¨®n crecieron poco m¨¢s del 8% en el mismo periodo. La realidad nos muestra que en Espa?a generamos m¨¢s del 3% de la producci¨®n cient¨ªfica mundial, con unos niveles de calidad adecuados, pero nuestras patentes no llegan al 1%, la mayor¨ªa de ellas generadas en las universidades espa?olas.

Para romper este cuello de botella que nos estrangula y ralentiza la modernizaci¨®n de nuestra econom¨ªa debemos continuar promoviendo la relaci¨®n entre las empresas y las universidades, dot¨¢ndonos de un marco regulatorio m¨¢s favorable que permita, entre otras cosas, una mejor explotaci¨®n de nuestras patentes, aumentar los contratos de transferencia y prestaci¨®n de servicios, incrementar la movilidad entre los universitarios y las personas que trabajan en las distintas empresas de tal forma que estas relaciones faciliten una generaci¨®n m¨¢s r¨¢pida y efectiva de riqueza y la generaci¨®n de empleo cualificado para nuestros egresados.

Debemos desarrollar pol¨ªticas que pongan en valor la transferencia del conocimiento, incentivando el desarrollo de esta actividad entre nuestros profesores, como venimos haciendo desde hace a?os, con notable ¨¦xito, con la producci¨®n cient¨ªfica con los conocidos tramos de investigaci¨®n (sexenios) que, con algunas deficiencias en su aplicaci¨®n en algunos campos del conocimiento, han contribuido al incremento de nuestra producci¨®n cient¨ªfica que se ha duplicado en los ¨²ltimos diez a?os.

Si bien es cierto que esta experiencia se intento replicar para la transferencia con la introducci¨®n por la CNEAI del llamado campo Cero debemos reconocer que no funcion¨® como hubi¨¦ramos deseado. Si cada a?o se solicitan entre seis y siete mil sexenios de investigaci¨®n, en el ¨²ltimo a?o las solicitudes de transferencia apenas llegaron a una treintena, hecho que consideramos inexplicable si tenemos en cuenta que m¨¢s de un 20% de los profesores figuran en los contratos de transferencia que suscriben nuestras universidades. Es verdad que desde algunos de nuestros Consejos Sociales se reconocen estas actividades con premios y otras distinciones. En cualquier caso, las medidas tomadas no son suficientes. Necesitamos un nuevo marco que regule e incentive la capacidad de generar ingresos por la explotaci¨®n de las patentes, la facturaci¨®n por contratos a empresas y a otras instituciones y la valoraci¨®n que ¨¦stas hacen de los servicios universitarios.

?sta es una cuesti¨®n que no solo concierne al Ministerio de Educaci¨®n y a las universidades, si no que tambi¨¦n debe implicar al Ministerio con competencias en Econom¨ªa y Competitividad y a las empresas. La puesta en valor de estas acciones ha permitido a otros sistemas universitarios una financiaci¨®n suplementaria que reforz¨® su suficiencia financiera. Desde CRUE Universidades Espa?olas estamos trabajando en esta l¨ªnea y queremos hacer m¨¢s como indican los acuerdos alcanzados con distintas asociaciones y organizaciones empresariales.

Un trabajo publicado el a?o pasado por el CISE pon¨ªa de manifiesto que el emprendimiento que llevan a cabo los universitarios es m¨¢s innovador, m¨¢s avanzado tecnol¨®gicamente, m¨¢s internacional y con una contrataci¨®n de mano de obra mayor que el resto del emprendimiento que se hace en Espa?a. La encuesta que realiza cada a?o el GEM muestra que el emprendimiento universitario es de mayor calidad y contribuye m¨¢s a la generaci¨®n de riqueza y empleo cualificado, como viene sucediendo en algunos de los pa¨ªses y entornos universitarios m¨¢s desarrollados.

Manifestamos nuestra coincidencia con lo expresado en el ¨²ltimo informe COTEC en el que se reconoce: ¡°La universidad espa?ola ha de convertirse en un motor fundamental de la econom¨ªa, promoviendo la simbiosis entre docencia, investigaci¨®n y transferencia de conocimiento¡±. Reiteramos el compromiso de nuestras universidades de seguir trabajando en esta l¨ªnea conscientes de la importancia de la puesta en valor del conocimiento para lograr una econom¨ªa m¨¢s innovadora y competitiva. Como se?al¨® SM Felipe VI hace unos d¨ªas en la presentaci¨®n del informe COTEC ¡°el pa¨ªs que innova progresa y asegura su futuro¡±.

Repasando la historia y observando a los pa¨ªses m¨¢s desarrollados comprobamos que el conocimiento es la mejor forma de conseguir una sociedad sostenible en la que quepamos todos y en la que todos seamos necesarios. El camino es duro y est¨¢ lleno de sacrificios pero m¨¢s duro y sacrificado para todos ser¨ªa no transitarlo.

Segundo P¨ªriz Dur¨¢n es pesidente de CRUE Universidades Espa?olas y rector de la Universidad de Extremadura.