La campa?a del ¡®desbloqueo¡¯ arranca sin que nadie ceda

Mariano Rajoy presumi¨® en el inicio de la campa?a electoral, en Madrid, de que su partido va a protagonizar una campa?a limpia y constructiva y asegur¨® a los suyos que el ¨²nico voto seguro era al PP. Pedro S¨¢nchez, por otro lado, apel¨® a los votantes socialistas de ¡°coraz¨®n¡± y asegur¨® que el futuro no est¨¢ escrito. ¡°Espa?a necesita una etapa de moderaci¨®n frente al riesgo del extremismo¡±. La frase, repetida una y otra vez por Rajoy, es el mantra de su campa?a. El PP sostiene de cara al 26-J la misma posici¨®n de partida que su candidato expres¨® el 21 de diciembre ante el comit¨¦ ejecutivo de su partido. El primer lugar que le pronostican los sondeos le sirve para asegurar su derecho a volver a gobernar, por ser la formaci¨®n m¨¢s votada y con m¨¢s esca?os. Sigue defendiendo, aun as¨ª, que ha llegado el momento de importar en Espa?a un Gobierno de amplia mayor¨ªa. Ofrece al PSOE la gran coalici¨®n mientras alerta de la tentaci¨®n de los socialistas de pactar con Podemos, a los que el PP tacha de radicales.

El PSOE y su relevancia

El PSOE hace o¨ªdos sordos y no se cansa de repetir que el PP no gobernar¨¢ nunca gracias a ellos. Sin embargo, el gran temor del PSOE, el sorpassode Unidos Podemos, agu¨® anoche el inicio de campa?a de Pedro S¨¢nchez. ¡°Me dijeron dos veces que no. A la tercera va la vencida¡±, trat¨® S¨¢nchez de animar a los presentes en la plaza de Pedro Zerolo de Madrid en el pistoletazo de salida al 26-J. El candidato socialista apel¨® a los votantes ¡°de coraz¨®n¡± del PSOE. En su alegato, lanzado ¡°desde el kil¨®metro cero de la igualdad¡±, la plaza de Zerolo, clam¨® que el socialismo ¡°no es resignaci¨®n, es lucha¡±. Ante las malas perspectivas demosc¨®picas, el candidato dijo que el futuro ¡°no est¨¢ escrito¡±.

El PSOE se juega su relevancia en estas elecciones. La relevancia adquirida por un partido clave en la construcci¨®n de la actual arquitectura institucional desde la restauraci¨®n de la democracia. La llamada a rebato es absoluta y cuando S¨¢nchez habla de des¨¢nimo se refiere, sin ambages, no tanto a los militantes como a los votantes.

?Las etiquetas de Podemos

¡°Es probable que tengamos que asumir responsabilidades muy importantes¡±. Con estas palabras inici¨® Pablo Iglesias la campa?a electoral del 26-J. Flanqueado por su n¨²mero dos, ??igo Errej¨®n, el l¨ªder de IU, Alberto Garz¨®n, Irene Montero y Rosa Mart¨ªnez (Equo), el candidato de la coalici¨®n Unidos Podemos asegur¨® que se dirig¨ªa a sus votantes y al resto de la poblaci¨®n. Horas despu¨¦s de conocer los datos del CIS que arrojan un escenario de sorpasso al PSOE, reiter¨® su oferta a Pedro S¨¢nchez: ¡°Vamos a tender la mano para encabezar un Gobierno de cambio¡±.

?Comunistas? ?Socialdem¨®cratas? ?Populistas? Unidos Podemos ha tenido la habilidad de colocarse bajo todos los mantos y bajo ninguno, para sortear as¨ª las contradicciones ideol¨®gicas entre ellos mismos y con sus nuevos socios de Izquierda Unida. Buscan consolidar la idea de que su alianza puede ser el voto ¨²til de la izquierda, en detrimento del PSOE. Las encuestas, de momento, parecen darles la raz¨®n. Pablo Iglesias se postula como el nuevo l¨ªder de la socialdemocracia. Alberto Garz¨®n reivindica su identidad comunista. E ??igo Errej¨®n, responsable de la campa?a, se encargar¨¢ de controlar al m¨¢ximo el mensaje y controlar los posibles da?os y fricciones que puedan erosionar la ilusi¨®n del sorpasso.

Ciudadanos pasa al ataque

"Si Ciudadanos no es decisivo, el PP y el PSOE no cambian una coma de sus errores de los ¨²ltimos a?os. Cuando hemos sido decisivos, esos cambios llegan". Albert Rivera ha abierto la campa?a electoral del 26-J con una reivindicaci¨®n de su pol¨ªtica de pactos, que le ha llevado a llegar a acuerdos auton¨®micos con el PP (Madrid, La Rioja, Castilla-Le¨®n y Murcia) y el PSOE (Andaluc¨ªa). "Del resultado de Ciudadanos depende en buena medida el futuro de este pa¨ªs",

No son los socialistas los ¨²nicos que planten esta campa?a como una batalla por preservar su relevancia. Albert Rivera, que desde su cuarta posici¨®n y sus cuarenta diputados fue capaz de consolidar durante los largos meses de negociaci¨®n un protagonismo que no se correspond¨ªa con su peso real en el Congreso, debe ahora esforzarse por consolidar ¡°un espacio en el centro pol¨ªtico espa?ol, con tres millones y medio de votos, que no exist¨ªa antes en este pa¨ªs¡±.

El candidato de Ciudadanos intentar¨¢ convencer a los electores de que el 26-J es una segunda oportunidad para el cambio, pero esta vez sin formas suaves. Ha incrementado sus cr¨ªticas a la gesti¨®n del Gobierno de Mariano Rajoy y a la corrupci¨®n del PP, as¨ª como al peligro de populismo que, a su juicio, representa Podemos.

Lo que empez¨® siendo un mensaje impl¨ªcito, que Rajoy era un impedimento para cualquier pacto con el PP, se ha convertido en un veto desde el inicio de la campa?a. Un veto, adem¨¢s, ampliado. A Rivera ya no le vale ¡°ni Rajoy ni su equipo¡±.

Con informaci¨®n de Javier Casqueiro, Anabel D¨ªez, Francesco Manetto y Juan Jos¨¦ Mateo.