La Espa?a de Rajoy se evapora en Bruselas
La voz del presidente apenas se ha o¨ªdo en los Consejos Europeos al no presentar iniciativas
19 de febrero. Mariano Rajoy llega a un Consejo Europeo clave para el refer¨¦ndum brit¨¢nico. Hay unos 200.000 espa?oles en Reino Unido: la futura colonia espa?ola en las islas se puede ver afectada si los Veintiocho permiten a Londres discriminar a los trabajadores europeos. La primera sesi¨®n se eterniza. Hay tensi¨®n. Todos los l¨ªderes intervienen para fijar sus l¨ªneas rojas en largos discursos. ?Todos? Las notas que toman los diplom¨¢ticos muestran a un Rajoy difuminado, que en menos de 50 palabras despacha su apoyo al texto de conclusiones y apenas dice que cualquier limitaci¨®n de la libertad de movimientos ¡°deber¨ªa ser temporal¡±. Seg¨²n la versi¨®n inglesa de esas notas (que nunca son textuales pero se parecen como gotas de agua a las palabras de los l¨ªderes), Rajoy emplea 47 palabras: poco m¨¢s del 1% del total de la sesi¨®n para un pa¨ªs que pesa un 8% en Europa. Nadie en la sala habla menos que el l¨ªder de la quinta econom¨ªa de la UE.
Y esa no es la excepci¨®n. La voz de Rajoy apenas se ha o¨ªdo en los Consejos ¡ªsalvo contadas excepciones¡ª, aseguran diplom¨¢ticos de media docena de delegaciones. Espa?a pierde peso por esa y por otras razones: ya ced¨ªa con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que nunca estuvo c¨®modo en Bruselas y fue acorralado a partir de mayo de 2010 y obligado a darle un hachazo al gasto p¨²blico. Rajoy ha mostrado una actitud desganada en la capital de la UE, a pesar del activismo del titular de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, y del ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos. El resto de su gabinete est¨¢ desaparecido en combate: Espa?a lidera los r¨¢nkings mundiales de paro, pero la titular de Empleo, F¨¢tima B¨¢?ez, se ha ausentado en la mitad de los consejos de su ¨¢rea.
Espa?a boxe¨® por encima de su peso durante los a?os de Felipe Gonz¨¢lez, y mantuvo una fuerte pegada con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a pesar de sus arrebatos atlantistas. Desde entonces su poder se reduce a ojos vista. En parte es consecuencia de una crisis oce¨¢nica, incluido un rescate financiero de 40.000 millones y mucho m¨¢s costoso en t¨¦rminos de credibilidad. En parte obedece a que Madrid ha perdido todas las batallas que ha dado por los puestos importantes: el Gobierno de Rajoy cedi¨® el asiento en el BCE con una p¨¦sima estrategia, y tampoco consigui¨® la presidencia del Eurogrupo pese a los bald¨ªos esfuerzos diplom¨¢ticos a favor de Guindos. Pero ante todo se trata de una cuesti¨®n de actitud: el prolongado apag¨®n en Bruselas se explica porque Madrid apenas presenta iniciativas, es incapaz de forjar alianzas ¡ªsalvo con Alemania, que no le ha dado r¨¦ditos¡ª y ha mostrado una actitud reactiva (incluso cicatera en el caso de la crisis de refugiados) en las grandes agendas.
Varios datos respaldan esa tesis. La mitad de los espa?oles cree que Espa?a juega en la UE un papel menos importante que hace 10 a?os, seg¨²n un estudio de Pew. Entre las ¨¦lites cunde esa misma sensaci¨®n: una encuesta del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores a altos funcionarios y think tanks apunta que Espa?a est¨¢ lejos del lugar que ocupaba en los a?os noventa, cuando ¡°amenaz¨® con sobrepasar la influencia de Italia¡±. ¡°El rescate cambi¨® la percepci¨®n de los europeos: aquella Alemania del Sur volvi¨® a ser el estereotipo del Club Med¡±, explica Josef Janning, del ECFR. El resultado es una ¡°posici¨®n marginal¡± entre los grandes pa¨ªses: incluso por detr¨¢s de Polonia, seg¨²n el ECFRl.
Alumno modelo de la troika
¡°Espa?a se ha empe?ado en ser el alumno modelo de la troika, y ni siquiera esa historia ha salido bien por el incumplimiento del d¨¦ficit y la amenaza de sanciones que pende sobre Rajoy¡±, apunta Ignacio Molina, del Instituto Elcano. La relaci¨®n fiscal con Bruselas naci¨® torcida: en su primera cumbre, Rajoy aprob¨® el Pacto Fiscal y 10 minutos despu¨¦s, ante la prensa, apel¨® a la ¡°soberan¨ªa nacional¡± para fijar la senda del d¨¦ficit, en la que sin duda es la mayor metedura de pata de toda su trayectoria en Bruselas. ¡°El Gobierno del PP ha tocado fondo en los puestos de responsabilidad. Espa?a perdi¨® el BCE, el Eurogrupo y la vicepresidencia de la Comisi¨®n, e incluso se ve obligada a salir en defensa del comisario Miguel Arias Ca?ete, que aparece relacionado con varios esc¨¢ndalos¡±, dice un veterano diplom¨¢tico. ¡°Hay que evitar el catastrofismo, pero es dif¨ªcil hacer un balance positivo de la andadura de Rajoy en Bruselas¡±, cierra Molina.
A partir del 26-J, el reto es recuperar influencia en una Europa que encara un periodo crucial, con el refer¨¦ndum sobre la continuidad del Reino Unido y las elecciones generales en Francia y Alemania, que dejar¨¢n paso al redise?o de la Uni¨®n. Desbordada por media docena de crisis, Bruselas se enfrenta a decisiones cruciales, entre las que destaca la amenaza de escindir el club en dos o m¨¢s velocidades. En Espa?a pr¨¢cticamente no existe ning¨²n debate europeo. Con una excepci¨®n: Europa se ha colado en la campa?a electoral por la pol¨ªtica fiscal, tras los continuos incumplimientos de d¨¦ficit, con la necesidad de nuevos recortes y la amenaza de sanci¨®n. Rajoy ha prometido a los electores rebajas fiscales, y en Bruselas ha escrito por carta que har¨¢ recortes: la en¨¦sima contradicci¨®n como coda final de su controvertido mandato, al menos en asuntos europeos. M¨¢s sombras que luces, en fin, para una Espa?a cuyos contornos se desvanecen, se evaporan, se difuminan en Bruselas.
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