Antonio G¨®mez Alfaro, un gitano de leche

Natural de C¨®rdoba, a cuya Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes pertenec¨ªa desde 1958 como miembro correspondiente, Antonio G¨®mez Alfaro form¨® parte del Grupo Alfoz, editor de la revista de igual nombre en C¨®rdoba, entre 1952 y 53, que contribuy¨® a los movimientos de renovaci¨®n po¨¦tica de los a?os cincuenta, publicando en 1953?Siete canciones escritas en primavera. En ese a?o se licenci¨® en Derecho por la Universidad de Sevilla. Dedicado profesionalmente al periodismo desde 1956, colabor¨® en El Espa?ol, La Estafeta Literaria, D¨ªgame, Domingo, Arriba, Gaceta Ilustrada, Juventud, La hora, SP, Mundo Hisp¨¢nico, hasta su ingreso, en 1959, en el grupo de la Empresa Eugenio Su¨¢rez, a?o en que se gradu¨® en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. En 1965 debut¨® como jefe de secci¨®n del diario vespertino madrile?o Pueblo, del que ser¨ªa sucesivamente redactor jefe (desde 1971) y subdirector (desde 1975), quedando adscrito al cierre del rotativo, en 1984, y hasta su jubilaci¨®n, a los servicios informativos de la Oficina del Portavoz del Gobierno.

Diplomado Superior en Criminolog¨ªa por la Universidad Complutense de Madrid (1971), licenciado en Ciencias de la Comunicaci¨®n (1985) y doctor en Derecho por esta misma Universidad (1988). Interesado por la historia y la problem¨¢tica de la comunidad gitana, su formaci¨®n jur¨ªdica motiv¨®, mientras estudiaba en Sevilla, una especial atenci¨®n investigadora y recopiladora de documentaci¨®n hist¨®rica, bibliogr¨¢fica y hemerogr¨¢fica, nacional e internacional hacia los textos legales guardados en los archivos hist¨®ricos que apoyaron, desde los Reyes Cat¨®licos a la muerte de Franco, una pol¨ªtica encaminada a diluir coactiva y represivamente la otredad cultural del grupo.

Fruto de esa atenci¨®n por la historia del pueblo gitano y de sus relaciones con la sociedad y los poderes p¨²blicos, la formaci¨®n de los prejuicios en el consciente e inconsciente colectivos, y el papel de los medios de comunicaci¨®n en la conformaci¨®n de los comportamientos, fue su memoria de licenciatura para la facultad de Ciencias de la Comunicaci¨®n sobre?Definici¨®n acad¨¦mica y uso popular y period¨ªstico de la voz ¡®gitano¡¯ y otras voces derivadas y afines, que recibi¨® la m¨¢xima calificaci¨®n del tribunal en mayo de 1985. Para entonces, ya hab¨ªa dedicado 32 a?os a la elaboraci¨®n de la tesis doctoral?El expediente general de gitanos, que le editar¨ªa la Universidad Complutense de Madrid en 1992, y en la que un monumental y exhaustivo aparato documental daba cuenta del apoyo que la propia legislaci¨®n prest¨® al acoso y marginaci¨®n de una comunidad que ya llevaba siglos resisti¨¦ndose a perder sus se?as de identidad. La investigaci¨®n reconstruye y rescata del vergonzante olvido en que ha permanecido esta genuina aportaci¨®n a la historia universal de la infamia y del desprecio: el m¨¢s penoso de los episodios padecidos por los gitanos de Espa?a en aquel holocausto a la espa?ola, el momento m¨¢s dram¨¢tico que se produjo cuando el poder real y religioso, de consuno, pusieron en marcha, en 1749, bajo el reinado de Fernando VI, una operaci¨®n policial exterminadora que el Gobierno de Carlos III, diecis¨¦is a?os despu¨¦s, se ver¨ªa obligado a reconducir, en la senda del despotismo ilustrado.

Perteneciente desde su creaci¨®n al Grupo de Estudio para una Historia Europea de los Gitanos, articulado a trav¨¦s del Centre de Recherches Tsiganes de la Universit¨¦ Ren¨¦ Descartes, Paris-V, G¨®mez Alfaro public¨®, en 1993, en la colecci¨®n comunitaria Interface, un an¨¢lisis monogr¨¢fico de su tesis, bajo el t¨ªtulo de La gran redada de gitanos. Espa?a: la prisi¨®n general de gitanos en 1749 (Editorial Presencia Gitana), que cuenta con ediciones en espa?ol, franc¨¦s, ingl¨¦s, italiano, alem¨¢n, checo y rumano. En la misma colecci¨®n ha colaborado en otros libros sobre la deportaci¨®n de gitanos a las colonias americanas y el tratamiento que les dio la Iglesia cat¨®lica (La chiesa spagnola e gli zingari, Roma, 2000). La Junta de Andaluc¨ªa publicaba, en 2009, su Legislaci¨®n hist¨®rica espa?ola dedicada a los gitanos. Ha publicado adem¨¢s innumerables trabajos en revistas y prensa diaria, de los que la Asociaci¨®n de Ense?antes con Gitanos edit¨® una amplia selecci¨®n en el libro compendio Escritos sobre gitanos, en 2010.

Galardonado por la Asociaci¨®n Nacional Presencia Gitana con su Premio Hidalgo 1980, ten¨ªa reca¨ªda en su persona, desde el 27 de septiembre de 1994, la presidencia de su Consejo Asesor. Recibi¨® tambi¨¦n el premio Gaz Kal¨® (2006) de la Federaci¨®n de Asociaciones Gitanas de Navarra, el premio Andaluz Gitano del mismo a?o, otorgado por la Junta de Andaluc¨ªa, el premio Ocho de Abril de investigaci¨®n (2008), del Instituto de Cultura Gitana, y el Premio Concordia (2009) de la Federaci¨®n de Asociaciones Gitanas de Catalu?a.

Los gitanos de C¨®rdoba constituye uno de sus ¨²ltimos trabajos de investigaci¨®n in¨¦ditos. Su muerte en Benalm¨¢dena-Arroyo de la Miel, el pasado 22 de? junio, ha interrumpido su postrera investigaci¨®n, muy avanzada: Felipe II y los gitanos.

Dec¨ªa el enorme poeta Luis Rosales que ¡°la vida es algo que vemos apagarse en nuestro rostro¡±, para a?adir que ¡°quiz¨¢ no somos ¨²nicamente lo que fuimos, sino tambi¨¦n lo que debimos ser, lo que quisimos ser¡±. Nada m¨¢s cabal y verdadero para Antonio G¨®mez Alfaro, gitano de leche (le amamant¨® una gitana cordobesa), de coraz¨®n y pasi¨®n, que con toda determinaci¨®n asumi¨® la responsabilidad, corona de su libertad, de dedicar la mayor parte de su tiempo y de su vida a ser lo que fue, debi¨® y quiso ser, en coherencia y dignidad: el m¨¢s importante historiador espa?ol de la comunidad gitana de todos los tiempos. Su pulcritud moral e intelectual, el magisterio de su raz¨®n en continuo ejercicio de an¨¢lisis y develaci¨®n de la agria peripecia hist¨®rica padecida, aqu¨ª y en todos los Estados del viejo continente, por los gitanos, europeos natos antes de que Europa fuera Europa, permanecer¨¢ y crecer¨¢, nutricia e imperecedera, entre la comunidad gitana y entre cuantos, gach¨¦ de todos los colores, le quisimos y admiramos, legatarios de su obra ingente, indispensable, que nos ayuda a ser mejores personas y a merecernos.

?Bendita sea la leche que mam¨®!

Manuel Mart¨ªn Ram¨ªrez es presidente de la Asociaci¨®n Nacional Presencia Gitana.