Padre ?ngel: ¡°Ni Rajoy es santo, ni Iglesias tiene cuernos ni rabo¡±
¡°S¨¢nchez tiene una moral de acero, le est¨¢n dando todos. No hay derecho¡±
icen quienes le conocen que ?ngel Garc¨ªa (Asturias, 1937), presidente de la organizaci¨®n ben¨¦fica Mensajeros de la Paz, sabe que va a ser santo y que, como tal, hace y dice lo que le da la real gana en la tierra contando con que gozar¨¢ de indulgencia eterna en el cielo. De momento, aparte del consenso general en considerarle un hombre bueno, lo que s¨ª acredita Garc¨ªa, el padre ?ngel para todo el mundo, es su capacidad para pactar con Dios y el diablo si hace falta para lograr la misi¨®n que se ha autoimpuesto: sacar recursos de quienes los tienen para mejorar la vida de quienes carecen de ellos. Algo as¨ª como un Robin Hood de pelo blanco y corbata roja, se?as de identidad m¨¢s reconocibles en ¨¦l que el alzacuello y la sotana. Para ello, lo mismo lisonjea a las marquesas en los salones, que se planta en un campo de refugiados griego pidiendo misericordia con el pr¨®jimo, que se trabaja a la exalcaldesa Botella, que se camela a la regidora Carmena. Buenas razones no le faltan. Y labia le sobra.
Poco antes de la misa de siete, la iglesia de San Ant¨®n de Madrid bulle de gente. El padre ?ngel es el cura de esta parroquia situada en el barrio de Chueca, territorio del ¡°imperio gay¡± que tanto deplora su correligionario Ca?izares, arzobispo de Valencia. No todos son fieles devotos. Voluntarios de Mensajeros de la Paz y beatas de misa diaria comparten banco con turistas refugi¨¢ndose de la calorina, nativos chupando wifi gratis y, al menos, un sintecho asturiano que duerme en el templo. Fuera, una cola de hombres y mujeres vestidos como cualquiera de nosotros, espera turno para llenar sus carritos de la compra con garbanzos donados por otros. Una par¨¢bola muda de lo que pasa ah¨ª fuera.
¡°De estas elecciones tiene que salir un presidente, bien sea de un partido, bien sea un independiente si otra vez son incapaces de ponerse de acuerdo. Espa?a necesita un presidente de todos¡±, dice el p¨¢rroco ?ngel antes de poner a cada uno en su sitio. ¡°Ni Rajoy es un santo ni Pablo Iglesias es el demonio con cuernos y rabo. Todos son personas de carne y hueso, y hay que ponerse en su pellejo para entenderlos¡±.
Especialista en casarse con todos sin casarse con nadie, el reverendo padre tiene buenas palabras para cada candidato y no duda en darles su bendici¨®n apost¨®lica. ¡°Iglesias es el hijo idealista que nos hubiera gustado tener a todos, solo que menos sereno. Pero si fuera m¨¢s sereno, no ser¨ªa Pablo Iglesias¡±, sostiene. Por Pedro S¨¢nchez confiesa sentir ¡°una debilidad especial¡±, quiz¨¢ por su condici¨®n de m¨¢rtir en vida. ¡°Me wasapeo con ¨¦l¡±, revela, ¡°le veo con una moral a prueba de bomba. Le est¨¢n dando todos a base de bien. No hay derecho a lo que le est¨¢n haciendo con ¨¦l¡±. Rivera, ser¨ªa ¡°el chico guapo, prometedor, que puede llegar a ser el Su¨¢rez de ahora¡±. Y Rajoy, ¡°el m¨¢s serio. Un hombre entra?able al que muchas veces no se le entiende¡±.
Absueltos todos los varones, el padre ?ngel deplora que ¡°como en la Iglesia¡±, no haya m¨¢s mujeres en primera fila de la pol¨ªtica. Eso s¨ª, cuando se le pregunta por el sacerdocio femenino, se va por los cerros de Roma. ¡°Cristo no puso a la Virgen a fregar los cacharros, sino de jefa. Ella le orden¨® hacer vino, y ¨¦l hizo vino¡±. ¡°Claro que voy a votar. No dir¨¦ a qui¨¦n, pero se me nota¡±, concluye, enigm¨¢tico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.